Pop chino para todo el mundo
La star Jane Zhang adopta el inglés para conquistar Occidente. No va por mal camino: una de sus canciones está entre las diez más escuchadas de iTunes
ZIGOR ALDAMA
Viernes, 14 de abril 2017, 02:38
El 'Gangnam Style' del rapero surcoreano PSY demostró hace ahora un lustro que es posible fabricar un éxito musical global aunque casi nadie entienda la ... letra de una canción. Eso sí, para lograrlo hace falta un estribillo pegadizo, un paso de baile tan sencillo como divertido, y un vídeo sarcástico y políticamente incorrecto aderezado con una buena dosis de bellas jóvenes en pantalones minúsculos. El resultado fue espectacular: más de 2.780 millones de visualizaciones en YouTube y un interés mundial por el K-Pop, como se conoce al pop coreano.
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Ahora Jane Zhang quiere hacer lo propio con el pop chino. Y no va por mal camino. Su single Dust my shoulders off (quítame el polvo de los hombros), que abre su primer álbum en inglés y que ha sido producido por el laureado rapero Timbaland, acumula ya más de once millones de visionados en la red social, se ha colado entre las diez canciones más escuchadas de iTunes la plataforma musical de Apple y ha propulsado a Zhang a un estrellato que muchos ven como una oportunidad de oro para dar a conocer al mundo la música actual china.
La princesa delfín, como se conoce a Zhang por el espectacular registro de su voz, capaz de alcanzar agudos imposibles, ha sabido distanciarse del tradicional melodrama chino en la producción de un vídeo que aúna arte recrea con actores reales diez obras pictóricas de estilos occidentales muy diferentes y humor. Por ejemplo, en el autorretrato de Van Gogh que cobra vida en el vídeo el boxeador Mike Tyson le muerde la oreja al célebre artista, creando así un surrealismo paralelo visualmente poderoso.
«Vengo de una cultura muy diferente y soy consciente de que mostramos emociones de formas diferentes. Pero hay similitudes porque somos seres humanos con problemas parecidos. Yo quiero buscar esas similitudes para que todo el mundo pueda sentirse identificado con mis canciones», contó en una entrevista a la web Singers Room. «Espero que mi música pueda servir de puente entre China y Occidente».
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El éxito de Zhang es la culminación de una carrera que no ha sido fácil. Porque esta treintañera nacida en la ciudad de Chengdu, capital de la provincia central de Sichuan, empezó a cantar por necesidad durante la adolescencia, tras la muerte de su padre. La familia estaba en la ruina y ella encontró en su voz una fuente de ingresos. En 2005 decidió dar un salto y participar en el concurso de talentos musicales Super Girl, que llegó a marcar una audiencia de 400 millones de espectadores.
Quedó tercera entre 120.000 aspirantes, y su voz convenció a una discográfica para contratarla y sacar su primer disco. The One ya avanzó su ambición global con canciones tanto en chino como en inglés, aunque ella todavía no dominaba esa lengua. Su auge fue fulgurante, y grabó incluso canciones para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Poco después impresionó a ilustres presentadoras estadounidenses como Oprah Winfrey y, ahora, aunque sus melodías resultan quizá excesivamente melosas, su objetivo es continuar firmando éxitos para que la música china no nos suene a chino.
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