La exposición ya puede visitarse en la sala Elai Alai. i. astui

«Los niños salen disparados al sentir sobrevolar un avión civil»

La muestra '¡Mamá, yo no quiero guerra!' compara dibujos infantiles realizados durante la II Guerra Mundial con otros de refugiados ucranianos

Iratxe Astui

Gernika

Miércoles, 21 de septiembre 2022, 18:23

Aunque casi un siglo separan la Segunda Guerra Mundial de la actual invasión rusa de Ucrania, hay horrores que son comunes a ambas tragedias. Como el sufrimiento de los niños, víctimas siempre de cualquier conflicto. Ese es el mensaje que transmite la exposición '¡Mamá, yo no quiero guerra!', inaugurada hoy con motivo de la visita a Gernika del embajador ucraniano, Serhii Pohoreltsev. «Los tiempos cambian, el lugar cambia, pero la guerra es siempre igual», ha lamentado durante la presentación de la exposición la embajadora de Polonia, Anna Sroka. «La guerra no puede oír, ni ver y menos sentir», ha parafraseado la diplomática al político y escritor portugués José Jorge Letria.

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La muestra, que ya está abierta al público en la sala Elai Alai, enfrenta dibujos realizados por niños polacos durante la invasión nazi de su país con otros elaborados hace escasas semanas por adolescentes ucranianos recluidos en sus casas por los bombardeos rusos. Las pinturas se convierten «en un aviso y una advertencia a la humanidad», han señalado los promotores de la muestra. «Con su crueldad, hiere física y psicológicamente a los niños de manera inhumana», ha asegurado.

El director del Museo Estatal Auschwitz Birkenau, Piotr Cywiński, ha participado en la inauguración de la muestra. Ha descrito los traumas y el «intenso dolor» que producen las guerras entre los más pequeños en todas las partes del mundo. «A lo largo de los seis primeros meses de la invasión rusa a Ucrania, más de tres millones de niños fueron desplazados a Polonia. Es tal el miedo que tienen, que en más de una ocasión los he visto salir disparados al escuchar que sobrevolaba el cielo de Varsovia un avión civil», ha relatado conmovido.

«Increíblemente conmovedores»

En las láminas, agrupadas en paneles, llama la atención al aparición de tanques, soldados, aviones que lanzan bombas, incendios y explosiones... y también juguetes perdidos, y casas que «siempre se pintan alejadas, cerradas, vacías», ha descrito el director del museo polaco. «Son traumas que superan generaciones como lo hemos podido comprobar también tras el holocausto judío», ha manifestado Cywiński.

Los «increíblemente conmovedores» testimonios de los menores de Ucrania y antes Polonia suponen ahora, no obstante, «deseos de paz». «El mensaje de la exposición no tiene que ser solo el sentimiento del horror. También transmite a las generaciones más jóvenes de Ucrania que pueden sobrevivir a este momento tan duro de la historia de su nación y vivir después sin miedo», ha argumentado la embajadora polaca, Anna Sroka. «Nos obliga a mantener y gritar el 'no' a la guerra y 'sí' a la cultura y la paz», ha añadido el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Gernika, Jokin Garatea.

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