Maitane Leizaola

Directora de Bermeo Tuna World Capital (BTWC)

«El mundo reconoce a Bermeo como una autoridad dentro del sector atunero»

Maitane Leizaola se define con orgullo como bermeana «por los cuatro costados», además de declararse también «profundamente enamorada» de Bermeo Tuna World Capital (BTWC), la iniciativa público-privada que involucrar a todos los agentes clave de la cadena de valor del atún, para la que ha sido elegida como directora. Licenciada en Derecho jurídico-económico atesora más de 25 años de experiencia laboral en los sectores de la abogacía y la banca, además de haber ocupado cargos en departamentos forales, así como ejercer de concejal responsable de las áreas de Proyectos estratégicos y Deporte en el Ayuntamiento de la villa marinera. «Me hace especial ilusión iniciar esta nueva etapa», asegura.

–¿Qué le motivó a aspirar al puesto de directora de BTWC?

– La gente que me conoce sabe que siento pasión por Bermeo. Llevo años siguiendo la actividad de la asociación y es un proyecto que me conecta con mi casa.

–¿Qué se esconde bajo esas siglas y hacia a dónde navega?

– La iniciativa promueve a nivel mundial la gestión sostenible en torno al atún como recurso natural, apoyándonos en el conocimiento científico e impulsando buenas prácticas. A partir de esa filosofía, aspiramos a que esta actividad sea viable de cara al futuro, porque la pesca es una actividad fundamental en el mundo y en Bermeo somos los primeros interesados en que perdure.

–¿Con cuántas entidades asociadas cuentan hasta el momento?

–Sumamos cerca de medio centenar, desde la cofradía de pescadores, entidades que aglutinan a los atuneros, conserveras, institutos tecnológicos como el de AZTI e incluso certificadores de prestigio internacional, aseguradoras y consultoras especializadas en servicios náuticos, marítimos y de pesca. También se han adscrito firmas tecnológicas, que están a la vanguardia de la innovación, porque en eso los atuneros de Bermeo son punteros.

–¿Cómo podemos proteger al atún desde casa?

–Supone el 25% de la proteína que se consume en el mundo y los expertos predicen que aumentará por cuatro. Este hecho nos lleva a pensar que su demanda resultará difícil de satisfacer, porque la mayoría de los recursos marinos ya están en su rendimiento máximo sostenible. Debemos ser responsables a todos los niveles para garantizar que siga habiendo pescado: desde la mar, promoviendo las buenas prácticas que eliminen la pesca ilegal, que no respetan los derechos humanos ni laborales de los trabajadores; y desde casa, tomando conciencia de que una lata 'low cost' o de bajo coste difícilmente puede dar respuesta a la cadena del valor real del atún.

–Recientemente se ha estrenado la película documental cuyo título –'1,17'– hace referencia precisamente al precio medio en euros de una lata de atún en el mundo.

– He tenido ocasión de verla y creo que va a dar mucho que pensar a los consumidores. Antes de comprar atún a un precio tan irrisorio debemos preguntarnos si esa cantidad de dinero daría para que todas las personas que viven de la industria pesquera puedan tener un sueldo y condiciones de trabajo dignas. Y eso afecta desde a los profesionales que construyen los buques hasta a los que nos atiende en los supermercados.

–¿Cuál es entonces el precio 'digno' de una lata de atún?

–El que marcan nuestras conserveras; ese es, además, el producto que debemos adquirir si queremos garantía de calidad.

–Bermeo es Capital Mundial del Atún. ¿Cree que ese título está lo suficientemente reconocido en el mundo?

–Este pueblo es merecedor de esa marca desde el momento en el que en la década de los 60 nuestros arrantzales de bajura emprendieron la aventura de las campañas de Dakar. Con aquella hazaña revolucionaron el sistema de pesca industrial y, en la actualidad, el 10% de las capturas mundiales de túnidos tropicales proceden de atuneros que tienen su base en Bermeo. Sin duda, en el mundo nos reconocen como una autoridad dentro de este sector.

–¿Le han trasladado las empresas atuneras los problemas que enfrentan en la actualidad?

–No temen a la competencia, pero siempre y cuando sea en igualdad de condiciones, y eso es lo que más les preocupa. Por eso hay que asegurar la manera de pescar de manera legal y responsable, el cuidado del medio y de las personas que forman parte de la cadena.

–BTWC ha estrenado sede en la calle Bizkaiko Jaurerria de Bermeo. ¿Hay algún objeto que no faltará en su despacho?

–No soy muy de fotos y elementos personales. Lo que sí me faltan son imágenes que representen a Bermeo como Capital Mundial del Atún y una pizarra para dibujar las nuevas alianzas que seguiremos impulsando.

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