Egoitz Aurrekoetxea cultiva hortalizas en sus terrenos sobre el mar. Mirari Artime

Una huerta que alimenta sueños en Ea

Egoitz Aurrekoetxea y su familia se han trasladado de Vitoria a Natxitua para desarrollar uno de los dos únicos proyectos agrarios del último año en Bizkaia

Mirari Artime

Ea

Viernes, 28 de abril 2023, 17:28

Egoitz Aurrekoetxea y su familia, vivían a las afueras de Vitoria. Él trabajaba de soldador en una empresa y ella, profesora. Todo fue normal hasta que la pandemia lo puso todo del revés. Se plantearon que había que cambiar de prioridades y tras decidir darle un giro a su día a día decidieron irse a Natxitua, al caserío de su abuelo en el pequeño enclave rural de Ea.

Publicidad

Un año después de aquella decisión, no se arrepiente. Todo lo contrario, asegura que lo volvería a hacer. «La gente sólo piensa en el trabajo, que hay muchos quehaceres en el caserío, pero es muy gratificante», asegura.

«Los amigos me decían, ¿cómo se te ocurre? Pero necesitábamos un cambio de vida», señala. «Me gusta y encima ofrecemos buenos productos. Y la gente está cada vez más concienciada», matiza. «No está siendo fácil, pero prefiero estar al aire libre, me llena más que la fábrica, sobre todo cuando los clientes te dicen que está todo muy rico».

Su proyecto agrario ha sido uno de los dos únicos que se han puesto en marcha en Bizkaia, contando con el asesoramiento de la entidad de servicios agrícolas y ganaderos Lorra y en el marco del proyecto Gaztenek. «Es un año de transición para el emprendimiento agrario, por los cambios en el sector, lo que ha propiciado que la mayoría de las personas con un plan en perspectiva -anualmente suelen ser entre 20 y 25- hayan decidido postergarlo hasta el próximo ejercicio», indican desde Lorra.

Ecológica

«En la actual situación, es un auténtico valiente, porque estamos lejos de un escenario de modelo agropecuario sostenible que le garantice la renta y asegure el abastecimiento de los lineales de nuestros supermercados donde ya empiezan a verse huecos en las estanterías de leche, huevos y carnes», afirma Martin Uriarte, gerente de la entidad de servicios agrícolas.

Publicidad

En sus terrenos sobre el mar de algo más de media hectárea, Egoitz se dedica a la agricultura ecológica, con un invernadero y un huerto exterior. No tiene animales y ha bautizado a su empresa como 'Aurreko barazkiak'. «Hemos empezado con un tercio de los terrenos, para seguir aumentando poco a poco», explica Aurrekoetxea que recalca que siembra su cosecha de manera ecológica, intensiva y regenerativa. No tiene maquinaria para evitar daños en la tierra y usa compost como abono.

Con los frutos de la huerta llena las cestas que reparte entre sus clientes a 15 euros. De momento, la empresa ha arrancado con siete a ocho cestas semanales, aunque para llegar a ser rentable necesita llegar a las 35. «Tenemos variedad de hortalizas, pero siempre marcadas por la temporada».

Publicidad

A Egoitz siempre le ha gustado el campo. «Queríamos vivir aquí y nos tiramos a la piscina, a probar suerte. De momento no da muchas ganancias y aunque no es fácil, con la sequía, costes y demás, labrar la tierra con tus propias manos no tiene precio».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad