Aranzadi exhumará restos de 40 víctimas de la Guerra Civil en el cementerio de Begoña
La sociedad científica acomete, con el apoyodel Ayuntamiento, un proyecto que convertiráel camposanto en un laboratorio universitario
«No hay nada como esto, ningún lugar como éste, en toda Euskadi». Así se refirió ayer el secretario general de la Sociedad de Ciencias ... Aranzadi, Juantxo Agirre, al cementerio de Begoña, en desuso desde 2006, que esta entidad va a transformar en un laboratorio científico sobre la memoria histórica de Bilbao. Agirre presentó junto con el alcalde, Juan Mari Aburto, y el concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, Asier Abaunza, la iniciativa 'Begoñako Argia'. Su objetivo es dar luz al pasado menos conocido de este antiguo camposanto e incluirá la exhumación de los restos de 40 víctimas de la Guerra Civil.
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Aburto recordó que este jueves «aprobamos en el pleno, y me alegra decir que sin ningún voto en contra», una subvención de 325.000 euros que permitirá «desarrollar este proyecto de investigación, divulgación y formación», que arrancará este próximo lunes y concluirá para finales de este año. 'Begoñako argia / Luz de Begoña' establecerá «un campus de prácticas universitarias en torno a la investigación histórica, patrimonial y antropológica», todo ello como parte de un proceso de «recuperación y divulgación científica respetuoso con la sensibilidad social hacia este lugar y la memoria de Bilbao».
El cementerio de Begoña cubre una superficie de 10.000 metros cuadrados. Construido a partir de 1811, estuvo en uso desde 1814 hasta 2006, cuando se cerró, tres años después del último enterramiento. Entre ambas fechas se dieron dos guerras carlistas, el gran desarrollo de la villa, la anexión de Begoña y la Guerra Civil, con lo que el camposanto es un «fiel testimonio del devenir, crecimiento e historia de Bilbao». Además, esta necrópolis alberga una buena muestra de la arquitectura funeraria de los siglos XIX y XX, con algunos panteones obra de arquitectos notables. Por ello, Aranzadi lo considera «un lugar muy propicio para ser investigado con la adecuada metodología científica».
«En la fosa»
El proyecto incluirá una serie de exhumaciones que se llevarán a cabo mediante un campus para alumnado universitario (con estudiantes de la UPV/EHU, Universidad de Deusto y UNED). Los restos óseos serán tratados, analizados y clasificados. «Después, y siempre con el mayor respeto, serán trasladados al cementerio de Bilbao, en Derio», puntualizó Abaunza.
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Se extraerán los restos de 40 personas, sobre las que se está realizando una investigación, «relacionadas con conculcaciones de los derechos humanos de 1936 a 1937», en palabras de Agirre. Algunos de los restos de estas víctimas de la Guerra Civil están inhumados en enterramientos individuales -«sabemos en qué lugares concretos»-, mientras que otros están en enterramientos colectivos. «La documentación dice 'en la fosa'», un término «un poco más indeterminado que se usaba para todo tipo de cuerpos: para los que fallecieron de muerte natural como los que vinieron del frente, que aquí fue muy violento. Solo hay que ver lo que pasó en Artxanda. Los datos escritos son muy escuetos».
«No existe en Euskadi un cementerio fuera de uso con esta potencialidad», insistió Juantxo Agirre. Es «una oportunidad irrepetible para convertirlo en un ejemplo de divulgación y formación científica a nivel internacional en materia de antropología, memoria histórica y patrimonio cultural». Los trabajos estarán abiertos al público, que podrá conocerlos de primera mano a través de visitas guiadas y conferencias de especialistas que se impartirán en la Biblioteca de Bidebarrieta.
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