Bilbao Basket 77-60 Dinamo Sassari

El Bilbao Basket, con autoridad y a cuartos

Tanto el Bilbao Basket como el Dinamo Sassari llegaron al partido con ausencias notables. Por parte de los hombres de negro faltaban los 'tocados' Thijs de Ridder -un problema muscular que no le impedirá estar ante el Barcelona- y Kristian Kullamae, con quien tampoco se quiso arriesgar teniendo a Omar Silverio. Precisamente el dominicano y el joven Bassala Bagayoko eran las grandes novedades de la noche: el primero por ser el nuevo fichaje y el segundo por reaparecer en el baloncesto de élite tras más de dos años de ausencia por lesión, aunque no dispuso de minutos. En cuanto a los italianos, las bajas eran las del base Justin Bibbins y del ala-pívot Nate Renfro, sensibles porque se trata de dos piezas importantes en el esquema de Nenad Markovic. Los hombres de negro sabían que una victoria les abría las puertas del 'Top 8' y fueron a por ella con todo, sin anestesia y con determinación. Nunca corrió peligro.

Pudo verse con un parcial de 10-0 con el que los de Ponsarnau se pusieron 12-4 en un abrir y cerrar de ojos. Jugaron con intensidad y aplicados en defensa, con variantes nuevas, receta que suele dar buenos frutos si se aplica con rigor y constancia. Lo malo es que Amar Sylla se lesionó en el primer cuarto y dejó coja la posición de cuatro, además del sistema de contención. Puso un taponazo sobre la bocina a Vincini premiado con un sonoro aplauso de Miribilla. El senegalés tuvo que salir con la ayuda de sus compañeros por un problema en la pierna izquierda, sin apoyarla, y no se le volvió a ver. El Sassari reaccionó de la mano de Fobbs, Tambone y Trucchetti, abonado al estiramiento de goma, afanado en que no se rompiera. El cuarto inicial acabó con los vizcaínos seis arriba (20-14).

Hubo una pequeña caraja al comienzo del segundo porque los italianos facturaron un parcial de 0-7 que les permitió ponerse unos segundos en ventaja (20-21). Les duró menos que un copo de nieve en el infierno porque el Surne replicó con otra serie idéntica gracias a tres tiros libres de Silverio y los aciertos de Frey y un Ali entonado. Pantzar dirigía y anotaba, bien en ambos lados de la cancha, y un dos más uno de Rabaseda puso 11 arriba a los locales (39-28). En cuanto al escolta dominicano, con apenas dos entrenamientos, se fue al descanso con tres pérdidas y otros tantos puntos. Apunta maneras pero deberá pulirse rápido para encajar en todos los sistemas del equipo. Terminó con ocho puntos un uno de seis en triples. El Sassari estaba colgado del brazo de Fobbs, que permitió a los suyos irse ocho abajo al descanso (41-33). Y eso que el triple de los hombres de negro funcionaba menos que un velero sin viento: un 3-16 que pedía a gritos una mejoría que tampoco llegó en la segunda parte (9-33 final).

Desde Francia llegaban buenas noticias porque el Cholet iba diez arriba ante el Le Portel. Luego empezó el trabajo de demolición de los visitantes y estaba claro que ganar en Miribilla se canjeaba por los cuartos de final. Así que tocaba rematar la faena, conservar la integridad física -Frey no andaba del todo fino con el tobillo- y acabar con la resistencia de los sardos. Se rebelaron unos minutos los de Markovic tras el paso por los vestuarios (41-38), pero primero Hlinason y luego Pantzar con un tres más uno volvieron a poner tierra de por medio. El Bilbao Basket encadenó varias defensas de postín, con un Rubén Domínguez muy aplicado, Silverio se estrenó desde los 6,75 dentro de su mal porcentaje, Jones también aportaba y la franquicia de Miribilla se fue 15 arriba (59-44). El pescado estaba a punto de ser vendido y cargado a la furgoneta de los vizcaínos.

El trabajo se completó en un último cuarto en el que el Bilbao Basket terminó de pasar el rodillo y aplastar al Sassari. Ali y Rabaseda sellaron un triunfo amplio y justo, en un partido sin brillo pero serio y bien resuelto. Ahora toca pelear con el Cholet por ser primeros de grupo y jugar así la vuelta de cuartos en Miribilla.