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Heridas profundas

El Baskonia factura una primera parte patética, despierta en el tercer cuarto y luego se pierde en la impotencia ante el Barcelona

Jueves, 21 de febrero 2019

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Hecho el pasillo al recién coronado campeón copero, quedó claro quién salió peor parado del último fin de semana largo vivido en el WiZink Center madrileño. A tenor de lo visto en el Palau blaugrana, la depresión baskonista parece más duradera que la resaca victoriosa del conjunto de

En las filas vitorianas, los nueve jugadores que constituyen la foto fija de las últimas semanas desde la llegada de

Barcelona Lassa

Pangos (9), Kuric (4), Claver (2), Singleton (9), Tomic (4) -cinco inicial-, Seraphin (15), Ribas (15), Hanga (2), Heurtel (11) y Oriola (6).

77

-

67

Kirolbet Baskonia

Vildoza (9), Janning (6), Shields (18), Voigtmann (2), Diop (-) -cinco inicial-, Huertas (7), Poirier (5), Jones (8) y Hilliard (12).

  • pARCIALES: 22-9, 24-17, 16-19 y 15-22

  • Árbitros: Christos Christodulou (Grecia), Carmelo Paternico (Italia) y Saso Petek (Eslovenia). Sin eliminados.

  • Incidencias: partido de la 23ª jornada de la Euroliga disputado en el Palau Blaugrana ante 5.638 espectadores. Antes del partido, los jugadores del Baskonia hicieron el pasillo al Barça Lassa por la consecución del título de Copa del Rey logrado el pasado domingo por el equipo azulgrana.

El Barcelona volvió a ser un rival inabordable, una condición que ya puso de manifiesto en los dos duelos previos disputados esta campaña en las fases regulares de Euroliga y Liga ACB. El Baskonia, que trataba de retomar su cuenta continental, quedó como un equipo famélico, tanto de espíritu como de baloncesto. Como si el sentimiento colectivo del juego le hubiera abandonado para dar paso a una versión en la que las guerras por cuenta propia llevan a una derrota segura.

En realidad, el Baskonia pasó de largo por el Palau. Perpetró una primera parte impropia, aprovechó la relajación blaugrana para animarse en el tercer cuarto a una tímida reacción y después cayó de nuevo en la inoperancia. Solo los errores propios hubieran hecho que el partido se escapara de las manos del Barcelona, lejos de la perfección pero con las dosis suficientes de seriedad para no favorecer sorpresas.

El primer tiempo muerto de

La lectura de cartilla parecía obligada en el vestuario. El Baskonia salió espoleado por

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