Guruzeta protesta una acción durante el derbi. EFE

Cuando todo sale mal y hasta la suerte te abandona

El Athletic está metido en una de esas dinámicas peligrosas de la que debe encontrar la salida cuanto antes

Igor Barcia

Sábado, 1 de noviembre 2025

Si no marcas goles, te ganan. Si lo haces, también. Si haces un buen trabajo defensivo lo estropeas en ataque. Si encuentras los goles que ... te faltaban, los tiras a la basura por los fallos en defensa. El Athletic se encuentra en uno de esos momentos donde todo lo que puede salir mal, sale mal. Es una situación totalmente opuesta a la de la pasada temporada, donde el equipo rojiblanco era una apisonadora engrasada que funcionaba a la perfección y sacaba los resultados casi por inercia. Ahora no. Ahora la maquinaria chirría, se queja y sufre. El Athletic está en una de esas dinámicas negativas en la siempre hay un factor que te condena y en el derbi fueron unos cuantos. Como resumió Yuri Berchiche al finalizar el encuentro, «no estamos en nuestro mejor momento. Debemos juntarnos para intentar ir de nuevo por la línea del pasado año, porque no hacemos bien las cosas y la suerte tampoco nos acompaña. Y esta derrota hace mucho daño», lamentó el lateral de Zarautz después de un encuentro donde el Athletic lo pasó fatal, llegó a soñar con la remontada y terminó pegándose un doloroso tiro en el pie.

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Incómodos en defensa

La zona defensiva es, desde el pasado año, un pilar fundamental a partir del cual ha crecido la estructura rojiblanca para llegar a las cotas que ha llegado. Pero esos 29 goles en contra del pasado curso parecen muy lejanos en el tiempo, en especial si se ven encuentros como el de anoche en Anoeta. Ahora son 13 encajados en 11 partidos, y aunque no es una cifra para llevarse las manos a la cabeza, sí que se refleja una involución en este aspecto. Ayer fue sorprendente por lo inesperado el rendimiento tanto de Unai Simón como el de los dos centrales, Vivián y Laporte. Futbolistas de experiencia y enorme garantía que desde el principio del partido se les vio incomodidad en su juego ante la presión alta que ejercía la Real Sociedad.

Acciones como la del gol de Brais Méndez para abrir el marcador deja la sensación de mala suerte en todas las acciones, tanto en el toque de Oyarzabal que descoloca a los centrales como en la primera parada de Simón, cuyo rechace deja franco el balón para el gol del gallego. Pero el segundo tanto sí que dejó retratado a Laporte tras un gran movimiento de Guedes que le hizo perder la posición al central de Agen, lo mismo que en el gol anulado a Zakharyan donde había fallado Simón. Y qué decir del tercer y definitivo gol de la Real, con la defensa rojiblanca totalmente descolocada tras un pase en semifallo de Oyarzabal...

Sin imponer el ritmo

Trató el Athletic de imponer su estilo en el derbi, ese de presión alta y recuperaciones para llegar cuanto antes al área rival. Pero el fuelle duró poco y fue la Real la que compensó el derbi con la misma medicina. En este punto es donde al Athletic se le nota la acumulación de esfuerzos, reflejada en Galarreta y Jauregizar. Valverde ha perdido a Beñat Prados por lesión, el futbolista destinado a dar aire a uno u otro en función de los partidos, y solo tiene confianza en Rego o Vesga para darles entrada en la segunda parte y en situaciones como la de la amarilla que vio Galarreta y que conllevó su sustitución. El resultado es que el Athletic no tiene la superioridad física del pasado curso en esta parcela y eso se refleja en un menor dominio de los encuentros, como se vio anoche en el intenso derbi de Anoeta.

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El cambio de Sancet

Fue muy significativo que Ernesto Valverde quitara a Sancet en el primer cambio que realizó. Era el minuto 53 y quitó al futbolista que la pasada campaña marcó las diferencias con esos 17 goles y que esta temporada está muy lejos de esas estadísticas y de aquel rendimiento espectacular. Más allá del empeño de Guruzeta, que por fin se estrenó en Liga, de Berenguer, al que le cuesta muchísimo cuando se le desplaza a la banda derecha o de Robert Navarro, irregular en su rendimiento pero con pegada, al Athletic le falta esa zancada poderosa de Sancet, esos movimientos, esa visión de juego y sus remates. Tampoco está en su mejor momento Nico Williams, que salió en parte del navarro y aunque revolvió y activó en cierta medida al Athletic en ataque, tampoco es el futbolista decisivo del pasado curso.

La mala suerte

El elemento que faltaba. Ese centro de Robert Navarro que acarició la cabeza de Laporte o ese esperpéntico tercer gol de la Real, con sendos semifallos antes del zapatazo de Gorrotxategi, son acciones que cuando estás de que no, se resuelven siempre en tu contra. Y por eso es urgente que el Athletic cambie su dinámica.

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