Los milagros de Clough y Taylor
El documental 'I Belive in Miracles', proyectado en el festival Thinking Football del Athletic, recuperó dos figuras icónicas del Nottingham Forest y el fútbol inglés
Dentro del estupendo Thinking Football, festival de cine futbolero organizado por la Fundación Athletic Club, pudimos disfrutar de la reposición de 'I Believe in Miracles' ( ... 2015), joya documental que cuenta la historia de aquel Nottingham Forest bicampeón de Europa de la mano de Brian Clough. No es la única película que repasa la vida del genial entrenador inglés, pues es también de recordar la dramatizada 'The Damned United' (2009), centrada en otro episodio de su carrera, en este caso su fallido y fugaz paso por el Leeds United. Aconsejables ambos films, y más aún el libro de David Peace en el que se basa el segundo, obra publicada en castellano como 'Maldito United', y que reza en su portada (con algún fundamento) como «probablemente la mejor novela jamás escrita sobre el deporte».
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No fue seleccionador de Inglaterra, pero Brian Clough puede ser considerado como uno de los más grandes managers de Las Islas, y recordado no sólo por su manera de ver el fútbol, sino por su carácter singular y polemista, que creó escuela (pongamos que en Setúbal o en Barakaldo). Cloughy tenía un credo propio: amaba el fútbol creativo, pero también la verticalidad, defender bien y atacar con pases incisivos. Sólo abjuraba de aquel jugador que no diera su cien por cien en el campo, fuera defensivo o constructivo, y de quien no fuera compañero en la caseta. Disfrutaba cargando contra directivos y medios, afeando a rivales cicateros como el odiado Don Revie, y autoproclamándose el mejor, como un Cassius Clay con el que congenió.
Había destacado como goleador en el Middlesbrough FC de su ciudad natal, donde se hizo inseparable de su 'goalkeeper', Peter Taylor, alter ego desde entonces como ninguna pareja de entrenadores en la historia de este deporte. Colgadas las botas tempranamente por una grave lesión (hasta en esto recuerda a Javier Clemente), compartió banquillo y éxitos con su amigo en el modesto Hartlepools, y sobre todo en el Derby County y en el Nottingham Forest, a los que llevaron a sus mayores glorias.
Al equipo de los carneros lo ascendieron a la primera división e hicieron después campeón de liga y semifinalista de Europa. En Derby pusieron en práctica en toda su extensión su doble rol. Clough aportaba el carisma, la dirección, técnica y táctica, en el césped, y en particular la motivación e inspiración de los jugadores, tanto de los jóvenes talentos como de peones necesitados de una segunda oportunidad, escuderos para sucesivos destinos. Peter Taylor ponía el ojo clínico para buscar y reclutar lo que Brian necesitaba, negociando paternalmente, y gastando las libras cuando había y cuando no, para desesperación de presidentes. El tándem perfecto: uno elegía a los jugadores, el otro sacaba lo mejor de ellos. Yo soy el escaparate, y él la mercancía, diría el titular de su segundo.
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Tras luchar desde el Derby contra el Leeds y denigrar sus métodos, Clough accedió en solitario a su dirección. La vendetta interna es narrada con humor negro en la película y libro referidos: 44 infernales días hasta el abrupto cese. Pero el golpe maestro estaba todavía por dar.
Brian Clough fichó por el Forest, entonces un segunda, al que no consiguió ascender hasta que volvió a su vera el añorado Taylor. De nuevo la sociedad mezcló savia joven con gladiadores desdentados en un grupo al que aplicar su agresivo y valiente estilo de juego. Fichajes como el meta Peter Shilton o Trevor Francis, y advenimiento de estrellas como Viv Anderson o John Robertson. Pero sobre todo, juego colectivo. Resultado: el único club que tiene más Copas de Europa que ligas de su país, y 1980 como el cénit de la gran dupla, la hazaña que se revive en el documental.
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Los caminos se separarían por la salida unilateral de Taylor, una autobiografía inoportuna y un fichaje por detrás. Se rompió la relación, y sólo cuando murió repentinamente en 1990, en Mallorca, su media naranja futbolística, afirmó compungido Clough que nada era igual separados, que sus triunfos pertenecían a los dos. Le sobreviviría 14 años. En el Pride Park de Derby, una estatua los recuerda, juntos, desde 2010. Creyeron en milagros y los atraparon.
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