El Athletic, en una buena dinámica pese al empate ante el Getafe bordalesco, afronta su tercer derbi liguero. Superados antes con solvencia Osasuna y Alavés, ... llega, también a domicilio, al clásico vasco por excelencia. Enfrente una Real Sociedad de Champions, aunque hoy dos puntos por debajo en la clasificación. Un equipo que cuida su cantera, pero que acude a todo lo que se mueve cuando aquélla no le da. Una Real 'made in Gipuzkoa' pero menos, en realidad 'made in all over the world'.
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O sea, como el resto del mundo. Apuesta respetable la suya, distinta al 'made in Basque Country' del club zurigorri, toda su historia en la élite.
Precisamente sobre la definición de la filosofía del Athletic parece en las últimas fechas apuntarse desde algunos socios compromisarios la oportunidad de abrir el melón. No tanto para cambiarla como para entenderla, y si es caso actualizarla. Porque siendo cierto que una gran mayoría de athleticzales predica a favor de mantener el tradicional credo, al rascar un poco se comprueba que todos no tenemos la misma idea de su concreta extensión. De lo que realmente es y de lo que tendría que ser.
No parece mal momento para aclarar conceptos la próxima asamblea anual del 31 de octubre, al menos ocasión de iniciar ese camino a la certeza.
El que quiera comerse un filete tiene alrededor numerosas carnicerías. Yo prefiero ser vegano
¿Por qué? Primero, porque los nuevos estatutos sociales brindan amplias posibilidades de participación y democratización en las decisiones del club. Hay que oír de verdad a socios y socias, y qué menos que en esta nuclear cuestión. Segundo, porque hay en la actualidad sobrados medios tecnológicos para una fácil y eficaz cumplimentación del proceso de escucha. Tercero, porque es conveniente la reflexión cuando las cosas van relativamente bien, y no con motivo del catastrofismo que suele aflorar a las malas. Y cuarto, y ya en lo más cercano, porque, además de los socios, las propias sucesivas directivas tienen que saber a qué carta quedarse, sin que se provoquen desencuentros por cada decisión controvertida. Sería fundamental que, por fin, los propietarios del club se pronuncien, sea para hacer coincidir los términos de esa filosofía competitiva del Athletic con lo que hoy reza en su página web, sea para ampliarla en uno o varios círculos concéntricos, sea, incluso, para renunciar a ella. Lo que sea voluntad democrática de la masa social.
Recién la directiva de Jon Uriarte ha llevado a cabo un sondeo sobre la grada de animación y sus posibles mejoras. Positiva iniciativa. ¿Por qué no realizar también una consulta sobre el alcance de la filosofía? No tendría que ser un referéndum formalmente vinculante, no porque sus resultados no hayan de ser seguidos por la presidencia de turno, sino para evitar problemas jurídicos relativos a la restricción de la movilidad de personas. Pero es importante saber lo que piensan, a día de hoy, socios y socias sobre los contornos reales de lo que viene siendo norma consuetudinaria casi siempre etérea de la entidad rojiblanca.
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Ya en harina, se nos ocurre, para acotar el tema, y aún con el riesgo de simplificar posturas y sectores de opinión, que podrían plantearse para su eventual adhesión cuatro opciones o alternativas. La primera, por qué no, la de renunciar directamente a una filosofía específica sobre el reclutamiento de jugadores y jugadoras. Segunda, el abrirse a la 'cantera global', a traer a casa para formarse jugadores de todo el orbe. Tercera, y lógica opción, mantener fielmente los términos recogidos ahora en la web, es decir, contar sólo con jugadoras y jugadores nacidos o formados tras su llegada natural a los territorios vascos. Y cuarta, ensanchar esta última alternativa a los hijos e hijas de padre o madre vascos. Podrían añadirse otras ampliaciones o matizaciones a los casos señalados, si bien la propuesta anterior se nos antoja síntesis del recurrente debate entre socios y aficionados.
Solía repetir Jose Iragorri que ser del Athletic es como ser vegano. El que quiera comerse un filete tiene alrededor (incluso a tiro de autopista) numerosas carnicerías. Yo, como el gran Hoss, en esto, quiero seguir siendo un vegano.
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