Villalibre, en el duelo de ida en San Mamés frente al Guadalajara. Luis Ángel Gómez

Athletic, no te rajes

El club rojiblanco no debería acomplejarse ni darse golpes de pecho ante la tesitura de acabar entrando en el bombo de la Conference League para suplir a un Osasuna sancionado

Mientras el Tour de los vascos sigue adelante, el Athletic está de vuelta. Aunque ha comenzado la pretemporada sin saber todavía a qué vuelve. Está ... aún por dilucidarse si el objetivo explícito de la anterior campaña se ha cumplido o no. Por aquello de las miserias ajenas podría alcanzarlo, y no es previsible que lo sepa a la vuelta de su breve gira por México, tierra de histórico gran acogimiento para el Athletic y para el fútbol vasco. Antes de visitar Aguascalientes el próximo miércoles en el centenario del Club Necaxa, arriba este día del Carmen a Jalisco para jugar la vuelta del trofeo Árbol de Gernika contra Chivas de Guadalajara, hermano de filosofía y de colores. Esperemos que haga valer su ventaja de dos goles de la ida y, sobre todo, que dé una recia imagen desde este temprano inicio. Que aparezca valiente y cumplidor, como dice la ranchera.

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El Athletic no debería tampoco acomplejarse ni darse golpes de pecho ante la tesitura de acabar entrando en el bombo de la Conference League del día 7 de agosto por motivo de suplir a un Osasuna sancionado. Sabemos que el cuadro navarro se lo ganó en el campo, de acuerdo, pero no sería el primer equipo de La Liga que se queda sin Europa a posteriori y por la vía de los despachos. Y otros anteriores lo sufrieron por cosas menores a un amaño de partidos, consumado aquí (no lo olvidemos) por los máximos representantes de un club para beneficio directo de éste, aunque también lo fuera para el lucro privado de los directivos delincuentes, que es lo que realmente (en honor a la verdad) denunció la junta posterior, y el matiz no es en absoluto baladí. Hechos graves que no prescriben mientras se depuran judicialmente, y con esa mochila llamó la entidad rojilla a la puerta de una UEFA que así se las gasta cuando quiere. Y si el TAS acaba separándose de ese criterio y lo que prescribe es otra permisiva receta, pues el Athletic a otra cosa, que no sería más que luchar de nuevo, y en todo caso, desde cero para volver al viejo continente de una santa vez.

Para cumplir el objetivo, se proclame o no como tal en esta ocasión con la luz y los taquígrafos del curso pasado, seguimos pensando que la plantilla necesita refuerzos, y todavía los esperamos, sobre todo en determinadas demarcaciones. No es fácil, ni sobre todo barato, por lo que habrá que tirar de hucha, que para eso está, no para morirnos como el club más saneado del infierno.

La ilusión renovada aquí se da por descontada. Poco necesita esta afición, que es única, para encenderse, como acaba de demostrar hace escasos días con la llegada del Tour a Euskadi. La profusión de camisetas y banderas rojiblancas en las carreteras contrastaba con la escasez de signos de otros equipos vecinos, que tendrían más que celebrar. A orgullo nadie gana a este club. También hemos visto Lezama volver a rebosar cuando se abren sus puertas, acertada idea siempre. Incluso conocemos de athleticzales que han planeado sus vacaciones para asistir a Glasgow o a Dublín a ver al equipo en sus amistosos de pedigrí ante Celtic y Manchester United. Señales del pasado y anhelos de futuro. Aunque, como dice Valverde, el objetivo no es otro que ganar el 12 de agosto en San Mamés al Real Madrid en el estreno liguero. ¿Y después qué? Pues seguir ganando.

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