Ángel María Villar en un momento de su intervención en Bilbao.

Ángel María Villar: «No soy partidario de la Superliga»

El expresidente de la Española, en una conferencia en Bilbao, apunta que «no es una competición solidaria» y que la promueven «unos pocos para estar siempre ahí sin haberlo ganado en el campo»

Martes, 13 de febrero 2024, 19:44

Ángel María Villar, ex presidente de la Federación Española de Fútbol desde 1988 hasta 2017; ex vicepresidente primero de FIFA y UEFA y ex jugador del Athletic, ha participado este martes en una conferencia en el Colegio de la Abogacía de Bizkaia en el que ha abordado la 'Evolución del fútbol: Desde el amateurismo hasta la mercantilización'. La charla se encuadra dentro de la propuesta 'Deporte y Derecho de la Competencia: Caso Superliga'. Villar fue tajante sobre esta competición: «Como hombre del fútbol no soy partidario de una Superliga. No es solidaria. No comprende lo que es este deporte. Ahora, unos pocos quieren organizar una competición para estar siempre ahí sin haberlo ganado en el campo», subrayó ante una de las preguntas de Juan Carlos Soto, presidente de la Asociación Vasca de Derecho Deportivo.

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Villar echó la vista atrás respecto a la máxima competición europea cuando los grandes clubes, hace más de 30 años, «plantearon un cambio de formato, por grupos. Pedían más dinero y querían estar en el Comité Ejecutivo de la UEFA. Y, más tarde, que pagáramos por dejar a los jugadores para las selecciones. Esto lo presentaron 18 clubes. La UEFA estudió el tema y cambiamos el sistema a una competición por grupos donde se garantizaba a cada equipo seis partidos. Yo voté en contra por motivos de concepción de aquel momento», rememoró.

Más tarde, matizó que «hay dos clases de fútbol: el profesional y el aficionado. El profesional está tocado por violinistas profesionales y tiene que estar unido con el fútbol aficionado, que es el que hace los mimbres. No me gustaría que los equipos de esa Superliga vinieran a jugar aquí contra el Athletic con un segundo equipo. Por eso digo no. El fútbol es solidario. No queremos que se haga porque se pueden perjudicar muchos conceptos de este deporte, que es extraordinario. Así opinamos muchas personas y somos los que nos han elegido. No es lo más idóneo. ¿Quién defiende la Superliga? Unos cuantos en España, unos cuantos en Italia, unos cuantos en Inglaterra y unos cuantos en Alemania…», aseguró rotundo.

Sindicalista

Villar había dimensionado antes el contexto de la charla. «Tengo 74 años, de los que 55 los he dedicado al fútbol. En ellos he tenido tres profesiones: futbolista, abogado y dirigente. Este deporte me ha dado cosas buenas y me ha quitado algunas. Empecé a jugar a los 12 años cuando me fichó el Athletic y luego me echó porque era enclenque y delgadito. Mi hermano le dijo al entrenador: 'no saben lo que están haciendo'. Después de jugar en el Galdakao y en el Getxo me fichó de nuevo el Athletic, el mejor equipo del mundo, a los 20 años. Ganamos la Copa de 1973 y fuimos subcampeones de Copa y UEFA en 1977. He sido muy feliz y mis compañeros me han dado cariño. Entonces, ya era un sindicalista al 200 por cien y defendía a mis compañeros. Yo era un hombre con inquietudes. Constituimos la AFE en 1978», recordó.

También habló de los ingresos de los futbolistas de su época. «Mi primer sueldo fueron 7.000 pesetas y 135.000 de ficha. Y en la última ficha en 1981 me pagaban 70.000 pesetas mensuales, que era mucho dinero, y 3.900.000 de ficha. Entonces no había agentes. Yo lo negociaba con mi hermano», apuntó Villar, que remarcó que «la gestión de la Federación Española de Fútbol es apasionante. La actividad es intensa». Manifestó que cuando le presentaron como presidente de la Federación Vizcaína «al principio, no quise dar el paso. Estuve seis años».

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Luego, llegó a ser también directivo de la FIFA durante 20 años y 28 de la UEFA. Descubrió, además, durante la tertulia, las condiciones para ser entrenador de la selección: «Ser de los nuestros, tener cuarenta y pico años, haber entrenado en Primera División, firmar un contrato por dos años, llevarse bien con los jugadores y con los medios de comunicación y dar conferencias sobre fútbol… Esos eran los elementos básicos para el nombramiento. Yo los designaba y proponía, y luego la Junta Directiva los ratificaba», reveló, para concluir que «los dirigentes de tontos tenemos lo justito».

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