O sin prisa pero sin pausa. El descenso a Segunda supone un examen de recuperación en toda regla para la cúpula directiva del Alavés. Con ... la ventaja de las ayudas económicas al descenso -aunque no tanto como otras veces-, se antoja un 'ser o no ser' para el futuro de nuestro Deportivo. La masa social ha respondido de forma positiva, como siempre, a unos abonos competitivos y sólo falta que la dirección deportiva acierte en lo que antes no ha hecho.
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Hay que reconocer que las pretemporadas valen de muy poco, sólo para ganar tono físico de reserva para la temporada, hacer grupo y apuntalar las principales ideas tácticas. En lo primero, todos partimos por igual y en las otras dos ideas siempre solemos ir por detrás. Sobre todo, por lo continuos cambios de jugadores y entrenadores cada temporada, incluso en medio. Me gusta el nuevo técnico, Luis García Plaza, con un concepto moderno del fútbol basado en llevar la iniciativa del juego. Más con balón que sin él, debe reforzar la faceta psicológica de algunos futbolistas que no carburaron en Primera, que tienen el reto de otra oportunidad.
Me preocupa que haya más equipos mucho más conjuntados que el nuestro, que no es difícil, pero sobre todo reemplazar a elementos clave. Si la marcha del goleador Joselu estaba cantada, la del portero Pacheco al Almería puede suponer un antes y un después. Son dos puestos trascendentales, antes comandados por figuras históricas para el Alavés. Supone una enorme presión para sus sucesores y en la delantera se necesitará antes o después un 'pichichi' de garantías -no sé si con la pretensión de Bouldini del Fuenlabrada sería suficiente-.
En defensa, pese la reciente llegada de Maras, todavía estamos cojos, a expensas de la decisión del capitán Laguardia. El centro del campo y los extremos parecen las posiciones más fiables, con los fichajes del veterano Sevilla y el vasco Guridi en el eje y Alkain en la banda, así como la continuidad, hasta ahora, de Rioja. Porque es inaudito que comience la Liga este fin de semana en Leganés cuando todavía quedan tres semanas para cerrar las plantillas. Es decir, esto no es como empieza, sino como acaba.
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Me congratula que tres africanos de la cantera -Abqar, Abdallahi y Abde- puedan actuar de recambios para distintas posiciones del once. Pero lo que es el cuento de nunca acabar, con un embudo cada vez más estrecho, es que los tres vitorianos que han hecho la pretemporada partan casi seguro desde el filial, dependiendo de lesiones y bajos rendimientos. Baz, Balboa y Ropero pensarán si la AP-68, desde Lakuabizkarra a Bilbao, seguirá siendo la mejor vía para los jóvenes alaveses.
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