La inercia basta para recibir una manita

Todo ello ante una escuadra de Javi Calleja que le puso insistencia y volvió a tirar de Joselu como casi único recurso para crear peligro o marcar. Tampoco el técnico, que tardó en exceso con los cambios después de la triple sustitución local que reventó el choque, pareció anoche reaccionar a tiempo ante un contexto que cambió de color por un momento tras la insólita concesión de Paul Torres y Rulli en el 2-2. Claro que visto lo visto tampoco se intuye que un par de modificaciones hubieran servido con seguridad ante un vendaval local que desencajó puertas y ventanas alavesistas en el tramo final.

Así se gestó una nueva derrota que entraba en todos los cálculos futbolísticos, pero que pesa más por la pésima racha alavesista. Un 2 de 18 puntos posibles que ya se aproxima al 3 de 24 que dinamitó de inicio la posibilidad de vivir una temporada apacible. Seis duelos consecutivos sin vencer acumula por primera vez el equipo vitoriano, que se ha ganado vivir la Navidad en posiciones de descenso a Segunda. En plena pelea por la permanencia, sí, pero, agotado el comodín del partido aplazado, en el límite y con unas cifras que asustan. El Alavés suma 15 puntos en 18 partidos y si no es capaz de ganar a la Real Sociedad el próximo 2 de enero de 2022 en Mendizorroza, firmará la peor primera vuelta en los seis años consecutivos de esta etapa en la categoría. Bien es conocido, además, que algunos de ellos -dos acabaron con 18 puntos en la rueda inicial- no fueron precisamente apacibles en la clasificación. El conjunto vitoriano, con muy pocas alegrías para su afición en el fútbol pospandémico, va por pura inconsistencia a por el más difícil todavía. Otro triple mortal en la segunda vuelta. La red ya le ha salvado en varias ocasiones. La insistencia en el riesgo nunca es aconsejable.

Se puede decir que las vacaciones deportivas, en cualquier caso, llegan en buen momento. El Alavés necesita un reseteo completo para volver a activarse como grupo sólido y recuperarse anímicamente de un desastroso mes de diciembre. Volver a encajar las piezas. Limpiar la cabeza y comenzar de nuevo. Sobre todo, como ya sucedió tras la hecatombe inicial de la campaña, armarse para recibir menos tantos después de observar cómo su coraza ha quedado magullada durante las últimas jornadas. No será por las situaciones críticas que han vivido todos los veteranos que integran la plantilla.

Y a la dirección deportiva y al club les corresponde evaluar la situación real de la plantilla, sus carencias y sacar partido a los 2,8 millones de euros de margen en el límite salarial que se anunciaron durante la última junta general de accionistas como dinero que podría destinarse a refuerzos de invierno. Las situaciones críticas, como dicen los entrenadores, llegan en las diez últimas jornadas. Pero esta, por la tendencia descendente y la inquietante plaza clasificatoria, se le parece bastante.