Lo imprescindible para cambiar el guion

Dicen que sobre datos no se debe discutir. El Alavés se ha plantado en el mes de febrero con 17 pobres puntos en 22 partidos. Penúltimo en la tabla tras enlazar, en su peor racha histórica en la máxima categoría, diez jornadas consecutivas sin ganar. También con un mísero gol (de penalti) anotado en los cuatro últimos duelos, ya tras la llegada de José Luis Mendilibar a su banquillo. La cruda realidad dice que la escuadra albiazul necesita alterar el guion de forma radical en los 16 encuentros restantes del campeonato. Solo siete de ellos en Mendizorroza. Con un calendario donde Real Madrid, Sevilla, Real Sociedad y Atlético de Madrid son cuatro de sus próximos ocho rivales en la Liga. Sí, a veces es mejor y hasta necesario no levantar la cabeza del césped y refugiarse en el partido a partido.

Pero los números son los que son. Defcon 1, alerta máxima. La que se ha reflejado en un mercado de invierno donde el club ha incorporado a cuatro futbolistas a la plantilla. El 40% de los jugadores de campo. Lo imprescindible, si todos ellos cuajan en lo individual y elevan el tono del colectivo, para al menos apuntalar la estructura inicial. Esa que en los seis primeros meses de competición se ha revelado endeble y, por momentos, hasta futbolísticamente indigna de la categoría. Nada como mirar hacia los integrantes del banquillo antes de un partido para hacerse una idea del potencial de un equipo. En demasiadas ocasiones, la visión de los suplentes alavesistas ha generado una mezcla de incredulidad y desamparo. Que se lo digan a un Mendilibar que, directamente, ha limitado las sustituciones pese a que el juego las demandaba. Las buenas noticias son que, aun así, después de derrochar más de media campaña, las opciones de recuperación siguen ahí.

El quinto 'fichaje' será el regreso desde la Copa de África de un Loum que, pese a su irregularidad, resulta necesario por su intensidad y despliegue físico. Un dúo formado por el senegalés y Escalante en el eje del equipo apunta a esa combinación de granito que el nuevo técnico demanda para sostener una presión asfixiante sobre el rival. Jason, por su parte, dejó en el último partido detalles de que puede aportar filo por una banda derecha que durante demasiado tiempo ha sido un páramo futbolístico. Tenaglia, la gran incógnita por su adaptación, puede ser el termómetro para conocer si ese carril diestro aúna por fin trabajo y filo. Mientras, a Manu Vallejo no parece que vaya a resultarle difícil mejorar lo presente. Para que las defensas contrarias, al menos, observen un ataque albiazul donde Joselu no sea la única amenaza. Claro que los adversarios directos tampoco se han quedado atrás en la carrera por ahuyentar el descenso. Cinco incorporaciones para el Cádiz (incluida la de un Lucas Pérez otra vez en modo itinerante), cuatro el Granada, tres el Mallorca y el Elche... Los equipos que junto al Levante (un refuerzo y colista con 11 puntos) y el renacido Getafe (cinco) resumen, salvo visita de algún invitado inesperado, la pelea por evitar una de las tres últimas plazas.

Apenas tres meses y medio restan (la Liga concluye el 22 de mayo) para conocer si los parches del mercado de invierno sirven o no para detener la hemorragia que desde agosto desangra semana a semana al Alavés. Como quedó demostrado en las dos campañas anteriores, es posible sostenerse en la máxima categoría incluso si se cometen errores graves. Como lo fue también dejarse llevar el pasado verano en la confección de la plantilla cuando el club arrastraba precedentes en los que miró al precipicio a los ojos. Este sábado en Elche llega un enfrentamiento determinante y el acantilado sigue ahí.

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