Con el coraje de los desesperados
Desde el monte del pico ·
Una rabiosa reacción tras el empate del Valencia permite al Alavés cortar su racha negativa y pensar que es capaz de pelear por la salvación hasta el final de la ligaEn una situación clasificatoria límite y antes del duelo contra el Real Madrid, el Alavés afrontaba ayer un plebiscito frente al Valencia. Llegaba a la ... encrucijada con la necesidad de salir victorioso en la votación popular. Sobre sus posibilidades reales de pelear por la salvación hasta el final de la competición o sumirse ya en la más profunda de las depresiones. Con la obligación, en definitiva, de alcanzar de un salto ese carro de la permanencia que parecía alejarse por inercia después de once jornadas sin ganar. El esperado desquite llegó finalmente. Con el coraje de los desesperados y la ayuda de un Mendizorroza volcado, consiguió liberarse de los grilletes psicológicos después del polémico penalti que concedió el empate al conjunto de Bordalás. En el peor escenario posible, el de la pura necesidad mientras caminaba sobre el alambre, la escuadra albiazul consiguió empujar con el alma hasta que una recuperación en el área contraria supuso un nuevo penalti y el 2-1 de Joselu. Si el equipo alavesista, al que le volvió a faltar fútbol pero le sobró determinación, es capaz de salvar una situación de este calibre merece al menos unas semanas más de credibilidad. Todavía agarrado a una rama y con el precipicio a la vista, eso sí, pero unos gramos más de confianza para convertir en gris un horizonte negro. El que amenazaba y todavía amenaza con descargar la tormenta sobre su cabeza de manera anticipada.
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De seis partidos que restan en 'Mendi' todo apunta a que serán necesarias cuatro o cinco victorias
El Alavés hizo lo que necesitaba gracias a que creció como equipo. También, no hay que olvidarlo, debido a que un Valencia 'tocado' por el duelo copero del jueves se presentó de inicio con menos oxígeno y calidad de los habituales. Para los equipos modestos, se trata de oportunidades que no pueden desaprovecharse. Menos aún cuando ya han pasado demasiadas por delante sin que el conjunto vitoriano consiguiera aferrarse a ellas. Creció como equipo el Alavés para, al menos, mantenerse con solvencia sobre el césped durante los 98 minutos largos de juego. Todo pasa, en realidad, porque la escuadra albiazul sea capaz de añadir poco a poco más recursos a su fútbol, todavía demasiado plano. También por unas mejoras individuales entre las que ayer destacó el regreso de Laguardia a su mejor nivel y, por supuesto, el retorno de Loum. Fue el mejor ante la Real Sociedad en el primer partido de enero y ayer repitió, incluso con un gol. El senegalés y Escalante, dos mediocentros que actuaron por delante de Pina en un trivote de acero, protagonizaron las acciones de los tantos. Eso es ahora mismo el conjunto de Mendilibar. Será necesario algo más. Ayer Jason destacó en los golpeos a balón parado, pero no participó demasiados en el juego. Rioja no atraviesa su mejor momento. Tenaglia y Duarte apenas aparecieron en ataque. Poco activas unas bandas que deben dar más.
Factor campo
Que Mendizorroza juega es siempre una evidencia y aún más en las situaciones delicadas. Empates en los derbis vascos, derrota en el último instante ante el Barcelona y victoria frente al Valencia. Con el equipo entre hilvanes, los puntos que aún permiten respirar. Seis duelos restan en el campo de paseo de Cervantes y, siendo realistas, todo apunta a que cuatro o cinco victorias más serán necesarias en el estadio albiazul si se quieren rozar los 40 al final de la campaña y continuar en la máxima categoría. Por el momento, toca disfrutar momentáneamente del resurgimieto de un equipo que no ganaba desde el pasado 6 de noviembre. Tres meses largos, sí. Otros tres ahora de campeonato por delante para creer en que el Alavés será capaz de llevar a sus rivales al límite.
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