El arte de caminar sobre el alambre
Manual de Salvación albiazul ·
Jornada decisiva. Cuatro exalbiazules que han vivido salvaciones agónicas comparten las claves para afrontar duelos a cara o cruz como el de hoyEl Deportivo Alavés se mide esta tarde al Levante en un encuentro sin red donde pone en juego sus aspiraciones de permanencia. Cuatro exalbiazules que ... han vivido experiencias similares en el equipo -Igor Martínez, José Manuel Mateo, Toni Moral y Guzmán Casaseca- relatan esos momentos y lo que debe hacer el Alavés hoy para salir victorioso.
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Igor Martínez | 2007-2010
«Tiras más de corazón que de otra cosa»
Igor Martínez (Vitoria, 32 años) es una de las últimas grandes promesas en emerger desde la cantera de Ibaia. Por eso, reconoce, los nervios se han apoderado de él en las horas previas al encuentro de hoy. «Es una situación que ya he vivido como jugador. Ahora la estoy viviendo de otra manera, pero como alavesista y vitoriano supongo que estoy como todos, con nervios y cierta tristeza de ese posible descenso. Me recuerda a aquellas épocas», explica el exjugador, retirado en 2020 y ahora técnico en la cantera del club.
Esos años fueron duros. Vivió la salvación en Vigo en 2008 cuando todavía no había cumplido los 19 años, pero momentos tan intensos no se olvidan fácilmente. «Me pilló muy, muy joven. Con muchos nervios, ya no en el partido sino en los días previos: los entrenamientos, horas previas... se pasa bastante agonía», recalca. Un sufrimiento por lo que sucede en el campo, pero también por los resultados de los rivales, imposible de ignorar. «Hay mucho nerviosismo, mucho revuelo. Miras el banquillo y suele estar mirando resultados. Muchos estímulos y muchas cosas en poco tiempo», añade.
Esos días decisivos «tener la cabeza fría y estar tranquilo es complicado». Son momentos donde la emoción se apodera de todo. «En estos partidos tiras mucho más de corazón que de otra cosa», pero «es importante tener esa paciencia y esa cabeza fría» para que todo salga bien. «Muchas veces te guías por el corazón y puedes meter la pata», resume. En ese cóctel, apela al factor ambiental albiazul. «Cuando la afición aprieta, se nota». Y a que se perciba la importancia del choque para el Alavés. «Sea el rival que sea, si quieres mantenerte tienes que sacarlo», sentencia.
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José Manuel Mateo | 2006-2009
«Hay que gestionar la calma y paciencia»
José Manuel Mateo (Pamplona, 47 años) era un futbolista veterano cuando le tocó vivir las permanencias albiazules de 2007 y 2008. El central, que posteriormente entrenaría al filial albiazul, se confiesa «al día» de la actualidad albiazul y cree que el triunfo ante el Espanyol ha aclarado el panorama. «De una situación con pocos boletos ha pasado a una mejor para sacarlo adelante», resume. Para culminar la remontada, apela a templar las emociones. «Son partidos un poco montaña rusa. Momentos puntuales cambian a favor y en contra. Tienes que gestionar muy bien la calma y paciencia».
«Los que no hemos tenido títulos hemos tenido otras alegrías, sacar situaciones comprometidas», bromea sobre las luchas por la permanencia. De las suyas recuerda «muchas tensión y mucho estrés». Momentos en los que «el día a día se hace difícil» y las piernas pesan. Pero la mente todavía más. «A falta de dos jornadas, el físico es lo de menos. Muchas veces vas con excesiva tensión y no te salen las cosas. A veces estás cohibido en el campo y, sobre todo en situaciones con balón, no tomas las mejores decisiones», resume. Aunque, como zaguero, cree que «en defensa esa tensión es buena».
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Mateo ve un partido «traicionero» por la realidad del rival. «Igual esa tranquilidad que no han tenido durante el año les deja jugar al fútbol», aventura. Aunque cree que el descenso del Levante puede jugar a favor de los vitorianos. «Cuando el descenso es tan reciente puede beneficiar al Alavés. No es cuando un equipo ha cogido una dinámica de que ya no se juega nada. Ellos anímicamente lo tienen que notar», explica. El resto está en manos de los de Velázquez. «Desde la previa del partido tiene que jugar con la mente limpia, sana. Ser valientes y ser el Alavés».
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Toni Moral | 2006-2009
«Si la cabeza no va, los pies tampoco»
«La afición siempre se acuerda de mí y el club también. Tengo muy buen recuerdo de Vitoria. Quiero lo mejor para el Alavés». Palabra de Toni Moral (Terrassa, Barcelona, 40 años), que trece años después de abandonar la entidad recuerda con cariño su trienio en Vitoria. Años donde deslumbró con su calidad, pero donde también le tocó sufrir por la permanencia. «Los últimos partidos de Liga se acumulaba todo un poco: el cansancio físico, el cansancio mental, los nervios por la obligación de mantener la categoría... Además, por aquel entonces no nos estábamos jugando solo la categoría, sino que la viabilidad del propio club. Se acumuló todo un poco», rememora.
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En toda esa realidad «la cabeza influye mucho», advierte. «Y si la cabeza no va los pies tampoco van». Lo sabe en primera persona. El refuerzo mental fue determinante esos dos cursos 2006-2007 y 2007-2008. «Yo en la recta final de temporada recurrí a un coach. Llegabas al final de temporada exhausto y al haber acumulado tanta tensión la cabeza te juega malas pasadas. Me vino fenomenal, me liberó muchísimo», recuerda.
Cree que ese factor mental también puede ser importante hoy. Tanto en el plano albiazul como en la realidad del descendido Levante. «En principio preferiría jugármela contra un equipo que ya está descendido», introduce, aunque con matices. «Lo que pasa es que en este tipo de equipos, después del descenso, se quitan esa tensión. El cerebro es bastante caprichoso, después de descender queda liberado», explica. Aunque es optimista. «Es posible que puedan ser más peligrosos, pero espero que no. Espero que estén bajos de moral», sentencia. Si no, apela a mirar a la grada. «La afición es fundamental. En las buenas y en las malas siempre está ahí».
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Guzmán Casaseca | 2012-2014
«Tiene que primar lo que te estás jugando»
Guzmán Casaseca (Badajoz, 37 años) sabe como pocos lo que es marcar un gol decisivo para el Deportivo Alavés. El extremo, retirado el pasado verano, entró de cabeza en la historia albiazul tras anotar el tanto en Jaén que permitió al Alavés mantenerse en Segunda. Dedicado ahora a tareas en los despachos en el Badajoz, el club de su ciudad y que atraviesa una complicada situación económica, reconoce que este año está viendo al Alavés «más que nunca» y, aunque «está siendo una temporada difícil», ve motivos para el optimismo. «Con la victoria del otro día hay que seguir creyendo», asegura.
Para afrontar encuentros como el de hoy, a cara o cruz, considera clave «tener mentalidad positiva». Algo que, asume, «no es fácil porque quedan dos jornadas y vas al limite». Ahí apela al trabajo psicológico, a dejar todo lo ajeno al partido fuera del campo. «Tienes que pensar solamente en ganar el partido, nada más. Salir limpio de cabeza», explica.
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Así lo hizo él ese 7 de junio de 2014. Epílogo de «un año duro», pero en el que con coraje lograron llegar con opciones al final. Algo que, con la distancia, cree que fue determinante. «Sabíamos que en las últimas jornadas, si llegas vivo, puede pasar de todo». Así fue. Solo tuvieron que mantener la calma. «En Jaén intentamos que fuera un día lo más normal posible, con la dificultad que supone porque tienes la cabeza en el partido», asegura.
No cree que el hecho de que el Levante esté descendido vaya a ser determinante porque «el Alavés tiene que centrarse en hacer un buen partido». Aunque cree que «el Levante querrá darle una alegría» a su hinchada «en este tipo de partidos tiene que primar lo que te estás jugando». Y, resume, «el Alavés se está jugando la vida».
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