Lara Arruabarrena: «Voy a reencontrarme con gente que me vio jugar de niña»

La tenista Lara Arruabarrena ha confirmado su presencia en el torneo internacional World Tennis Tour 'Araba en femenino' que organiza la Peña Vitoriana en el mes de julio. Un ITF 60.000, lo que significa que jugadoras con un nivel importante en el ránking se darán cita en la capital alavesa. Para la de Tolosa, número 172 actual y que llegó al 52 WTA en 2017, será regresar a unas pistas donde jugó hace años. Solo tiene 29 y más de media vida dedicada profesionalmente a este deporte. Ha ganado 13 títulos del circuito ITF. En 2012 se llevó su primero WTA en Bogotá, donde ayer mismo compitió con victoria. Si la pandemia lo permite, la guipuzcoana será el gran atractivo de un torneo en Vitoria en julio que se ha convertido en el ITF con más caché en Euskadi, por delante de Getxo, Bakio o Donostia.

– Aunque la situación Covid es cambiante en los calendarios, ¿qué supone regresar a Vitoria y, además, con un torneo ITF 60000?

– Sin duda que regresar a las pistas de La Peña Vitoriana es una ilusión porque de pequeña he jugador mucho por allí, cuando tenía 13 años. Es muy positivo que Vitoria impulse este torneo ITF, primero con un 25.000 y ahora ya 60.000. Siempre estaba el de Getxo, pero que haya más en Euskadi siempre es muy positivo y una opción real por ránking. Es cierto que los tiempos son complicados, que se van cancelando torneos o moviendo de fechas, pero mi intención es estar.

– Si todo es favorable, será el gran referente de este ITF 60000 en Vitoria, ¿mucha responsabilidad?

– Sería una buena noticia (risas). Eso significaría que puedo jugar en mi tierra y reencontrarme con gente que me vio jugar de niña. Desde luego, es de subrayar el esfuerzo que se hace desde diferentes clubes vascos para fomentar el tenis y, sobre todo, en estos tiempos difíciles donde no es sencillo encontrar esponsors que pongan dinero y apuesten. Tampoco el tenis es el deporte referente en Euskadi, y traer un ITF 60000 está muy bien.

– Además, el deseo del club organizador es emparejarla con la joven Ane Mintegi en dobles. Ambas guipuzconas, presente y futuro del tenis.

– Sí, es verdad. He hablado con el gerente de la Peña Alejandro Botella, también con el presidente de la federación vasca, Igor del Busto y, es verdad, ya que estamos en casa, sería un emparejamiento muy bonito para poder jugar juntas.

– Fue la número 52 en el ránking WTA en 2017 y ahora ocupa el puesto 172, ¿qué es más difícil llegar o mantenerse en la élite?

– Es verdad que llegar es muy difícil, pero siempre puedes tener un año muy bueno y meterte ahí, pero después el estar muchos años en esos puestos de arriba y mantener un buen nivel no es fácil porque te tienes que pelear con gente que también quiere estar ahí.

– Tiene 29 años. ¿Por dónde pasan sus objetivos deportivos?

–Me gustaría volver a recuperar puestos en el ranking. No te digo a ese 52, pero sí regresar a donde había estado.

– Parece que lleva toda la vida porque empezó con 8 años…

–(Risas) Es verdad, se hace un poco largo porque parece que llevas haciendo siempre. Hay una parte buena porque la experiencia que te da es muy grande y un grado de conocimiento que puedes ir aplicando. Empecé muy jovencita, es verdad.

– ¿Qué peaje físico o mental ha supuesto en su vida?

– Te diría que principalmente mental porque, al principio, cuando eres joven, tienes esas ganas de empezar, la ilusión es diferente. Al final no es distinto a un trabajo normal.

– ¿Ha tenido que adaptar su tenis en este tiempo, sobre todo, con una exigencia física mayor?

– En general, todo se ha ido mejorando en el tenis. Cuando empecé también pienso que la gente no jugaba tan rápido como ahora. Las tenistas jóvenes que vienen son más altas, más fuertes, juegan muy bien a tenis y el plano mental marca mucho la diferencia.

– ¿Echa de menos su Tolosa natal?

– Llevo desde los 15 años viviendo en Barcelona. La verdad es que por Tolosa y a Euskadi voy poco. Claro que se echa de menos.

– Viaja mucho, está poco en casa, ¿se le pasa por la cabeza un cambio de vida y emprender otro camino lejos del tenis?

– Bueno, yo sé que tarde o tempano esto se va a acabar. Mi intención es seguir disfrutando del tenis y de todo lo que conlleva hasta que pueda. Después, ya sé que tendré mucho más tiempo para hacer cualquier cosa que me proponga.

– ¿Vivir del tenis solo es para unos pocos privilegiados como es su caso?

– Sobre todo, en los inicios económicamente cuesta mucho si no tienes una beca, un esponsor que apueste por ti o tu familia no tiene una capacidad económica grande. Yo tuve la suerte de que me becó la Federación Española y eso lo tuve cubierto durante cinco años. Dejaron de becarme una vez que empecé a jugar torneos profesionales. Hay gente que tiene mucho talento pero no tiene los recursos o ayuda que hace falta. Eso es muy caro, repito, sobre todo, al principio, que empiezas en torneos pequeños donde hay mucho gasto y poco beneficio.

– ¿Tiene algún Grand Slam favorito?

– Roland Garros porque es en tierra batida y siempre me ha gustado mucho jugar en tierra, porque en esa superficie digamos que las jugadoras me respetan más, porque piensan que soy más competitiva o pesada en cuanto a juego (risas). Y te diría que el que más me impresionó la primera vez fue Wimbledon porque estaba todo impoluto. Son muy tradicionales con el tenis, allí hay mucho silencio, más que en cualquier sitio.

– ¿Y qué torneo no olvidará jamás?

– La primera vez que pasé la previa de US Open. Ahí me emocioné mucho porque siempre me decían que en tierra batida era muy buena pero que, en superficie rápida, como el estilo que tenía no se adaptaba tanto, pues pensaban que era peor y no me tenía tanta fe. Por eso, cuando pasé esa previa, pensé que igual no era tan mala (risas). Por eso recuerdo ese torneo con bastante cariño.