¿Sabes cuál es el Palacio de las Libertades de Bilbao?

Esteban Goti Bueno es Archivero de la Sociedad El Sitio.

Al nombrar el Palacio de las Libertades en Bilbao, tal vez no se localice fácilmente, pero existe. Actualmente no con esta denominación, sino con la de Biblioteca Municipal de Bidebarrieta. Este edificio fue la sede en propiedad de la Sociedad El Sitio. Se inauguró en diciembre de 1890 y fue expoliado en junio de 1937 como consecuencia de la entrada en la villa bilbaína de las tropas llamadas 'nacionales'. A partir de aquel momento, dispuso de ella el Estado franquista y, a comienzos de la década de 1940, la adquirió el Ayuntamiento de Bilbao. En los años 50 comenzó a ser utilizada como biblioteca tras haber tenido otros usos. Nunca se le devolvió a 'El Sitio'.

'El Sitio' decidió comprar en 1888 el solar de Mario Adán de Yarza en la calle Bidebarrieta, a fin de edificar una nueva sede. El arquitecto encargado fue Severino de Achúcarro, tal y como se puede leer en la fachada. Se trata de uno de los monumentos arquitectónicos más bellos de Bilbao. El edificio cuenta con una gran riqueza artística, tanto en el exterior como en su interior. Dos efigies femeninas representan a la Libertad, semejantes al rostro de la célebre escultura de Nueva York. Éstas custodian la entrada y uno de los ventanales a pie de calle. Las obras pictóricas de Anselmo Guinea y José Echenagusía decoraban diversos techos que hoy no se conservan al completo. De hecho, en el salón de actos, en tiempo del régimen de Franco, se tapó deliberadamente con pintura verdosa el tramo central del techo donde estaba representada una alegoría de la Concordia arrojando la Discordia a los abismos.

Los salones del interior tenían fines diferentes a los que hoy se ponen a disposición del público: la actual sala de estudio junto a la recepción se correspondía con el salón de billares, la sala de préstamos en la planta inmediatamente superior era el salón comedor, y el salón de conferencias, actos y baile, salvo esto último, permanece fiel al empleo original. Una hermosa vidriera hecha en Amberes decora la escalinata principal del edificio. Allí puede leerse EL «SITIO», lo cual recuerda que esta Sociedad era la legítima propietaria de esta sede. En esta vidriera está la S que continúa sirviendo de logotipo para 'El Sitio'. Varias letras S, solas o cruzadas, se aprecian en distintos medallones del interior del palacio.

Por el Palacio de las Libertades pasaron personalidades relevantes de la cultura, el conocimiento o la política. Dado el carácter liberal de 'El Sitio', se quiso fuese un foro de libre expresión. Este espíritu intelectual fue una constante en la historia de la Sociedad. Personalidades como Segismundo Moret, Eduardo Dato, Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset, Federico García Lorca, Margarita Xirgu, Joaquín Dicenta, Ramiro de Maeztu, Carmen de Burgos, Gregorio Balparda, Manuel Azaña, Niceto Alcalá Zamora, Indalecio Prieto o Julián Besteiro, por citar sólo una reducida lista de nombres, visitaron el Palacio de las Libertades o conferenciaron aquí durante la primera etapa de 'El Sitio', desde fines del siglo XIX hasta 1936.

La última conferencia tuvo lugar el 24 de junio de aquel año, y corrió a cargo del citado Gregorio Balparda, como muestra de que la Sociedad buscaba ofrecer conciliación entre sus miembros, ya que 'El Sitio' había servido de tribuna para buena parte de los ministros de la II República, produciendo la disconformidad de una parte de los socios, que no aprobaban esa identificación de la entidad con aquel período político. En este sentido, Balparda podía ofrecer cohesión interna, pues en su andadura se había conjugado un liberalismo moderno, que quiso incluir a republicanos y socialistas para la política del sistema de la Restauración, y, en otro sentido, como monárquico, podía sintonizar con los socios más desencantados con 'El Sitio'. El 31 de agosto, tras una decisión rápida y sin garantías judiciales, a cargo de las autoridades de Defensa de la República en Vizcaya, fue asesinado en el barco-prisión Cabo Quilates, a manos de violentos milicianos.

El 15 de octubre de 1936, 'El Sitio' cedió transitoriamente sus instalaciones a la Consejería de Sanidad del recién creado Gobierno Vasco. El uso que se le dio fue el de Hospital de Sangre. Este tipo de hospitales se ponían en marcha cerca de los frentes bélicos, para asistir a heridos de urgencia ante la falta de hospitales ordinarios disponibles. Menos de un año después, el 19 de junio de 1937, con la llegada de las tropas sublevadas a Bilbao, al mando del general Solchaga, la sede de «El Sitio» en Bidebarrieta fue asaltada por los elementos más agresivos de este bando. El Palacio de las Libertades era un trofeo, la viva imagen del Bilbao liberal que no había caído ante los asedios o sitios -de aquí el nombre de la Sociedad- que habían iniciado los carlistas durante el siglo XIX. Por otra parte, el Panteón dedicado a los Defensores de Bilbao (1870), situado en el cementerio de Mallona, fue víctima del desquite vengativo de los extremistas «nacionales». En 1937, este Monumento ya se encontraba deteriorado a causa de diversos ataques.

Desde 1980, en aquellos últimos años de la Transición a la democracia, un grupo de bilbaínos de espíritu liberal, encabezados por Gregorio San Juan, Alfonso Carlos Saiz Valdivielso, Iñaki Legarreta, María Jesús Vergara o José Ramón Blanco, reactivaron 'El Sitio'. Precisamente, en enero de 1981, celebraron en Bidebarrieta la ceremonia de reinauguración de la Sociedad. Aunque se esgrimieron diversos argumentos contrarios a llevar a cabo el evento en este edificio, el alcalde de Bilbao, Jon Castañares, permitió que el acto se hiciera en el antiguo Palacio de las Libertades, tal y como agradeció Saiz Valdivielso en su intervención. Desde entonces, hemos hecho cierto número de convocatorias en este lugar.

El 27 de mayo de 2021, la Junta Directiva de la Sociedad 'El Sitio', representada en quien suscribe este texto, elevó una proposición ante el Pleno del Ayuntamiento de Bilbao. En la propuesta se manifestaban cuatro objetivos: la señalización exterior del Palacio de las Libertades, hoy día Biblioteca Municipal de Bidebarrieta, como antigua sede de 'El Sitio'; la exposición de la historia del palacio, por medio de un panel, en el hall de este edificio; la indicación del uso que tuvieron las salas de éste mientras fue la sede de la Sociedad; y, por último, la consulta con 'El Sitio' de la información que fuera a incluirse. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Bilbao planteó una enmienda a nuestra propuesta original, que consistía en señalizar únicamente el hall del edificio con su historia, así como trabajar con nuestra Sociedad el contenido que allí se plasmase. La argumentación principal de la enmienda se sujetaba sobre la idea de que la señalización exterior, y la de las salas interiores, podían causar confusión sobre el uso que tiene la biblioteca. Sobre este particular mostré mi desacuerdo, por entender que el planteamiento del equipo de gobierno no se sostenía.

La enmienda fue aprobada con el voto, de distinta orientación, que emitieron los grupos políticos municipales. Siendo acordes con nuestro carácter liberal, aceptamos democráticamente la situación resultante de aquel Pleno, pero nuestros objetivos son irrenunciables y seguiremos llevando ante las instituciones nuestro propósito de que el palacio de Bidebarrieta se señalice como antigua sede de 'El Sitio' en el exterior, y se coloque el antiguo uso que tuvieron las salas interiores. En el citado Pleno, un concejal del equipo de Gobierno manifestó que con la solución votada no se cerraba una historia, sino que empezaba. Y así lo entendemos nosotros también. Lo que en el presente no se ha podido completar, queda como labor para el futuro. Queremos agradecer especialmente la excelente labor profesional que ha desarrollado en el Monumento de Mallona, así como en Bidebarrieta, a Iciar Rodríguez, técnico del Ayuntamiento de Bilbao para el patrimonio histórico-artístico. Ha actuado en todo momento con vocación, diálogo e implicación.

Es nuestro deseo se entienda que existen muchas maneras de reconocer hacia fuera y hacia dentro de los edificios, la historia que les asiste. Y ello no conlleva necesariamente ningún perjuicio. Uno de los elementos principales en conflictos como el del Palacio de las Libertades es la cuestión del tracto sucesorio del bien inmueble. «El Sitio» no fue ni es un partido político o sindicato. Es una entidad que no tiene militancia, sino membresía. Bidebarrieta era una sede recreativa, de difusión política y cultural, pero, insistamos, no la razón social de un partido o agrupación sindical. Por tanto, no se le puede exigir lo mismo que a este tipo de organizaciones, para reconocer la propiedad de bienes que fueron ilegítimamente arrebatados en la guerra civil y la dictadura. Con todo, no es la recuperación material del palacio de Bidebarrieta lo que nos mueve, sino una reparación moral, que, a tenor de la legislación actual, no parece lógico negarla sine die.

Entre nuestros socios, contamos con descendientes de miembros de la primera etapa de 'El Sitio'. Si no se hubiera reactivado la Sociedad en la década de 1980, parte de la historia liberal de Bilbao, la de «El Sitio», o la propia procesión del 2 de mayo, hubiesen desparecido. Juzgamos que es acreditación suficiente para sostener que «El Sitio», en este siglo XXI, lleva a sus espaldas la continuidad histórica de esta Sociedad fundada en 1875.

No tengamos miedo de reconocer a 'El Sitio' su historia. Nuestro signo liberal no sólo se sitúa en lo político, sino de forma especial en la actitud. En este punto acentuamos aquel ideal del Dr. Marañón, que escribió en sus Ensayos liberales de 1947: «El liberalismo es, pues, una conducta y, por lo tanto, mucho más que una política. Y, como tal conducta, no requiere profesiones de fe sino ejercerla, de un modo natural, sin exhibirla ni ostentarla. Se debe ser liberal sin darse cuenta, como se es limpio, o como, por instinto, nos resistimos a mentir».

Así lo haremos, porque sobre nosotros se asienta una hermosa herencia, que hoy seguimos vigorizando.

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