Pisos de tres millones de pesetas a 500.000 euros en bilbao
Tiempo de historias ·
El Bilbao de hace cuarenta años, muy cercano al caos en materia urbanística, iba rellenando los huecos que le quedaban para construir viviendas. Las promociones de pisos nuevos que se anunciaban en los periódicos dan una idea de paulatina conquista de la periferia, una vez que el centro de la villa se encontraba ya saturado: los nuevos bloques se levantaban en Deusto, en Otxarkoaga, en Txurdinaga, o se adaptaban con formatos inusuales a la pendiente de las laderas que rodean la villa. En aquel marzo de hace 40 años, una fotonoticia de EL CORREO traía a colación una consecuencia inesperada de aquella colonización inmobiliaria: «El cemento lleva camino de ocultar la basílica de Begoña a la vista de los bilbaínos. Nuevos edificios nacen de la noche a la mañana en los alrededores del templo, en una especie de carrera hacia las alturas cuya meta parece ser las nubes. La basílica, antes dominada desde distintos ángulos de Bilbao, está cada vez más acorralada, más encorsetada y más sola», planteaba el texto.
Comprar un piso nuevo podía costar dos millones y medio de pesetas: ese era, por ejemplo, el importe mínimo en 1979 de las viviendas de Aixe-Ona, uno de los grupos que se habían levantado a lo largo de los 70 en Otxarkoaga. Los anuncios destacaban su proximidad al colegio Veracruz y los espaciosos cuartos de estar de 28 metros cuadrados. En la calle Esteban Bilbao del «Ensanche de Begoña» (la actual Gabriel Aresti, en Txurdinaga), se iniciaba entonces mismo la construcción de 48 viviendas de 107 metros cuadrados, con «ascensores-descensores» y calefacción y agua caliente centrales, que costaban 3,1 millones de pesetas, garaje incluido. Y a partir de 3,3 millones se vendían los pisos de protección oficial de Mirador a Bilbao, en Ciudad Jardín, «junto al funicular y la autovía» y también con garaje. En la Curva de Elorrieta, en un inmueble también en construcción, los pisos más baratos (de tres habitaciones y con garaje) costaban 3,1 millones. «Su situación es ideal -argumentaba la publicidad, adelantándose a los escépticos-, lo suficientemente cerca y lejos para vivir feliz y cómodamente por muchos años».
Un equipo de la Inmobiliaria Irizar ha examinado, a petición de EL CORREO, varios de los anuncios publicados en marzo de 1979. Los expertos de esta firma han calculado que, en las cuatro décadas transcurridas, esos pisos han multiplicado su precio por doce, por quince o incluso por veinte. Por ejemplo, en el edificio Ofisuit de la calle Espartero (la actual Juan de Ajuriaguerra), una de las contadas promociones céntricas de la época, se vendían los huecos más baratos a tres millones de pesetas. Hoy, aquellos apartamentos de una habitación se cotizan a 300.000 euros, dieciséis veces el precio original. En este mismo plazo, el salario mínimo se ha multiplicado por ocho.
Los anuncios
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Apartamentos de una, dos o tres habitaciones en la calle Espartero
«Magníficos pisos y apartamentos» en la calle Espartero, la actual Juan de Ajuriaguerra: es la promoción del edificio Ofisuit, «una edificación de primerísima línea» y provista de una «magnífica galería comercial». Los precios más bajos eran de tres millones de pesetas. Hoy, según los expertos de la Inmobiliaria Irizar, los apartamentos de una habitación cuestan 300.000 euros (dieciseis veces el precio original), mientras que los de dos se elevan a 425.000 y los de tres, a 550.000.
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Vivienda con dos ascensores en «el Ensanche de Begoña»
Pisos en construccion en «el Ensanche de Begoña», en la calle Esteban Bilbao (actual Gabriel Aresti). Totalmente exteriores y con garaje, se vendían a partir de 3.153.000 pesetas. Hoy pueden rondar los 310.000, dieciséis veces más.
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Pisos en Mirador a Bilbao con vistas impagables
Las viviendas de Mirador a Bilbao, de protección oficial, se ofertaban a partir de 3,3 millones de pesetas. En la actualidad, los pisos de tres habitaciones en este grupo se venden a 185.000 euros, si necesitan reforma, y a 250.000, si están listos para ocupar.
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Nuevas viviendas en el corazón de Deusto
«Si lo que está necesitando es un nuevo y excelente piso en el corazón de Deusto», decía el anuncio, la esquina de Rafaela Ibarra y Juan de la Cruz (la actual Blas de Otero) era una buena elección. Los primeros pisos se iban a entregar a comienzos de 1980: eran viviendas muy amplias y se vendían a partir de 3,7 millones de pesetas. Hoy, el precio de los de cuatro habitaciones puede haberse multiplicado por dieciocho, hasta los 400.000 euros.
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Hipoteca a 15 años en Curva Elorrieta
«Vivir en Curva Elorrieta es fácil, porque los pisos que allí se construyen son los que esperaba desde hace tiempo», aseguraba la publicidad. Las viviendas más modestas de esta promoción costaban 3,1 millones de pesetas y hoy, según el equipo de la Inmobiliaria Irizar, pueden rondar los 280.000 euros, quince veces más.
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Piso junto a la estación de Las Arenas
Un vistazo fuera de Bilbao: una de las promociones de viviendas más caras que se anunciaban en la prensa de hace 40 años estaba en la Calle Mayor de Las Arenas, junto a la estación. Los 4,1 millones de pesetas de entonces, precio de las viviendas más pequeñas, se han convertido hoy en 300.000 euros.
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Pisos en Leioa con piscina y solarium
Trasladarse a Leioa permitía acceder al lujo de la piscina comunitaria por 2,8 millones de pesetas, incluido garaje. Según la estimación de los expertos de Irizar, estas pueden ser las viviendas que más se han revalorizado de todo el lote, con precios estimados a partir de 350.000 euros, que equivalen a multiplicar por veinte.
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