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Mad Mike Hughes, en 2017 junto a uno de los cohetes a vapor que construyó en su garaje. Waldo Stakes
El origen de la moderna chifladura de la Tierra plana

El origen de la moderna chifladura de la Tierra plana

El conductor de limusinas Mad Mike Hughes murió el domingo al estrellarse el cohete de fabricación casera con el que quería demostrar que nuestro planeta no es una esfera

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Lunes, 24 de febrero 2020

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«Conduzco de costa a costa y es jodidamente plana», dijo hace tres años Shaquille O'Neal respecto a la Tierra. El exjugador de la NBA no está sólo en su excentricidad. El rapero B.o.B. anunció en septiembre de 2017 que quiere recaudar un millón de dólares para poner en órbita un satélite y demostrar que vivimos en un mundo plano. Y el domingo el conductor de limusinas Mike Hughes -conocido como Mad Mike, Mike el Loco- murió a los 64 años cuando el cohete de fabricación casera, propulsado a vapor, con el que pretendía llegar hasta los 1.500 metros de altura para demostrar que la Tierra es plana se estrelló a unos 180 kilómetros al noroeste de Los Ángeles (California, Estados Unidos). ¿Estamos rodeados de terraplanistas?

Ni mucho menos, aunque de un tiempo a esta parte parezca que sí. Terraplanistas ha habido siempre. Lo que pasa es que ahora son más visibles gracias a las redes sociales y YouTube. Según una encuesta de YouGov de 2018, sólo un 2% de los estadounidenses está convencido de que la Tierra es plana, aunque otro 5% tiene dudas sobre su esfericidad y un 7% no sabe o no contesta. Frente a eso, un 6% de la población del país cree, como Iker Casillas, que el alunizaje del 'Apolo 11' fue un montaje. «El año que viene se cumplen 50 años (supuestamente) que el hombre pisó la Luna. Estoy en una cena con amigos... discutiendo sobre ello. Elevo la tertulia a público! Creéis que se pisó? Yo no!», dijo el exportero de la selección española de fútbol en Twitter el 23 de julio de 2018.

El mundo antiguo

La idea de que vivimos en un mundo plano es seguramente tan vieja como el ser humano. No en vano, el horizonte del mar es plano y no caemos hacia el cielo por mucho que nos alejemos de donde estamos 'hacia abajo'. Esa era la cosmovisión de las antiguas culturas de Mesopotamia y Egipto, y también de filósofos griegos como Tales de Mileto (624-546 antes de la Era Común) –para quien la Tierra era una especie de isla que flotaba en un mar–, Anaxágoras (500-428 aEC) y Demócrito (460-370 aEC). Pero, en la Grecia clásica ya Pitágoras (569-475 aEC), Aristóteles (384-322 aEC) y otros concluyeron que la Tierra es esférica. Se habían dado cuenta de que los barcos desaparecen y aparecen poco a poco por el horizonte según se alejan o acercan de nosotros.

Mapa de la Tierra plana de Orlando Ferguson de 1893.
Mapa de la Tierra plana de Orlando Ferguson de 1893.

Eratóstenes (276-195 aEC) calculó las dimensiones de nuestro planeta midiendo las sombras de un palo clavado en el suelo en Alejandría y de otro en Siena (hoy, Asuán, Egipto) a la misma hora el día del solsticio de verano. El palo no proyectaba ninguna sombra en Siena, pero sí en Alejandría; así que la Tierra tenía que ser esférica. Calculó que la circunferencia de nuestro mundo es de 252.000 estadios. ¿Cuánto es eso en una unidad de medida actual? Los historiadores no lo saben exactamente. Todo depende de si el estadio usado por Eratóstenes fue el ático-italiano o el egipcio. El primero equivale a 184,8 metros y entonces la circunferencia terrestre sería de 46.569 kilómetros; el segundo, de 157,2 metros, la reduciría a 39.614 kilómetros, muy cerca de los 40.075 que hoy sabemos que mide.

Desde la Grecia clásica está claro que la Tierra es una esfera, ahora sabemos que achatada por los polos. Sin embargo, mucha gente cree en la actualidad que en la Antigüedad y la Edad Media el paradigma era el terraplanismo. No es así. Colón sabía que la Tierra era esférica: el objetivo de su viaje era llegar a Asia y a sus especias navegando hacia el oeste, pero se topó con América por el camino. Y, treinta años después, Carlos I financió la expedición de Magallanes con el mismo fin. El Tratado de Tordesillas (1494) prohibía a los españoles navegar hacia el este en beneficio de los portugueses, que tuvieron así en exclusiva el comercio marítimo de especias hasta que la expedición española circunnavegó el mundo.

Además, aunque el paradigma bíblico establece el terraplanismo –«Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra» (Daniel 4:11), algo imposible en un mundo esférico–, ya san Isidoro de Sevilla (560-636) consideraba que la Tierra era un globo, idea que siglos después compartía Tomás de Aquino (1225-1274). Sabios musulmanes como Ibn Hazm (994-1064) e Ibn al-Jawzī (1116-1201) coincidían en que los cuerpos celestes son esféricos. Y en China la idea de la Tierra redonda se impuso en el siglo XVII de la mano de los jesuitas a la de la Tierra plana imperante. Entonces, ¿de dónde viene el terraplanismo de la era de internet?

Terraplanismo digital

Autores como Martin Gardner, en 'Fad and fallacies in the name of science' (Locuras y falacias en nombre de la ciencia, 1957), apuntan a Samuel Birley Rowbotham (1816-1884), un inventor inglés que bajo el pseudónimo de Parallax publicó en 1865 el libro 'Zetetic astronomy: Earth not a globe' (Astronomía escéptica: la Tierra no es un globo), como el revitalizador del terraplanismo. A partir de la lectura literal de la Biblia, Rowbotham ve el mundo como un disco plano centrado en el Polo Norte y delimitado en su borde por una muro de hielo, la Antártida, que evita que el agua caiga al vacío. El terraplanismo del inventor inglés perdió fuerza a principios del siglo XX, hasta prácticamente desaparecer, y pasaron cinco décadas hasta que en 1956 lo resucitó, también Biblia en mano, Samuel Shenton, fundador de la Sociedad de la Tierra Plana.

Recreación de la Tierra plana con el Polo Norte en el centro y el muro de hielo del borde.
Recreación de la Tierra plana con el Polo Norte en el centro y el muro de hielo del borde. Trekky0623

Tras la muerte de Shenton en 1971, le sustituyó al frente de la sociedad el mecánico de aviación Charles K. Johnson. «No se puede orbitar una Tierra plana. El transbordador espacial es una broma, una broma muy ridícula», decía Johnson, quien consiguió que el número de socios de la entidad llegara a los 3.500. «Aunque el mundo en general tardó en aceptar su trabajo, Johnson se mantuvo alegre y tranquilo. Le gustaba fumar un cigarrillo mientras observaba la puesta de sol sobre el desierto plano. Fue entrevistado regularmente por periodistas curiosos y a menudo fue invitado a hablar sobre el tema. Recibió grandes cantidades de correo, no todo ridiculizando su trabajo, y en una ocasión protagonizó un anuncio de helado», contaba Robert J. Schadewald en 'Science Digest' en 1980. Tras la muerte de Johnson en 2001, su sucesor, Daniel Shenton –no emparentado con el fundador–, consiguió relanzar una sociedad que se había aletargado.

Más de la mitad de los terraplanistas estadounidenses (52%) son muy religiosos, según el sondeo de YouGov, algo que sólo se considera una quinta parte de la población del país. La principal vía de difusión del terraplanismo son los vídeos de YouTube, concluyeron el año pasado unos investigadores que asistieron en Denver a un congreso sobre la Tierra plana. Quizá por eso el mundo plano tiene una mayor aceptación entre los jóvenes de entre 18 y 24 años, colectivo donde un 4% profesa esa cosmovisión y un 9% que creía que la Tierra es esférica ahora duda. Sólo el 66% de esos jóvenes está convencido de la redondez del mundo, frente al 94% de los mayores de 55 años, el 85% de los que tienen entre 45 y 54, el 82% de los de 35 a 44 y el 76% de los de 25 a 34. Creer en la Tierra plana no tiene porque ser malo en sí; el problema es que el paquete incluye otras ideas locas y alimenta una visión conspiranoica de la realidad.

«Nuestros corazones están con la familia y amigos de Michael Hughes. Amigo y miembro de la Sociedad de la Tierra Plana, era un hombre que siguió su pasión. Cuando hablamos hace poco más de una semana, nunca pensé que sería la última vez que hablaríamos. La noticia es devastadora. Vamos a establecer un fondo conmemorativo cuyo objetivo es ayudar a aquellos que quieran continuar su trabajo, sea aventureros o defensores de la Tierra plana. Espero que todos, terraplanistas o esfericistas, reconozcan su pasión y su compromiso y hagan donaciones. Buen vuelo, hombre cohete», decían el domingo en la página de la entidad en Facebook, donde cuenta con más de 209.000 seguidores a los que hay que sumar otros 88.000 en Twitter. Darren Shuster, representante de Mad Mike, ha dejado caer que, aunque era un excéntrico, su cliente sólo era terraplanista de cara a conseguir financiación para sus proyectos.

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