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Matanzas y chapuzas, la misteriosa historia del terrorismo chiita en España

Estos grupos actuaron entre 1978 y 1985 y desaparecieron a consecuencia del juego de la geopolítica

Domingo, 26 de noviembre 2023, 00:29

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El intento de asesinato del fundador de Vox y exdirigente del PP Alejo Vidal Quadras ha vuelto a poner el foco sobre el terrorismo chiita en España, una de las ramas de la violencia terrorista que fue preponderante en los años 80 y desapareció misteriosamente. Aunque por ahora se desconoce el móvil del atentado contra el dirigente conservador, él mismo ha apuntado a la pista iraní y la policía ha barajado también una causa vinculada a esta confesión islámica y sus conexiones políticas. En España, el chiismo está vinculado a grandes matanzas como el asesinato de 18 personas en el atentado contra un restaurante de Madrid que visitaban soldados norteamericanos, pero también atentados frustrados e incluso asesinatos en los que se equivocaron de víctima.

Moustafa Setmariam Nasar, aparentemente residente granadino de origen sirio dedicado a la venta ambulante, será buscado por el atentado de el restaurante 'El Descanso' en 1985 y también por su relación con los atentados del 11M en 2004.

El terrorismo chiita tiene una particularidad que lo diferencia de lo que comúnmente se conoce como yihadista. Desde sus inicios ha tenido una intencionalidad política vinculada a la explosiva situación de Oriente medio. Sus motivaciones han estado relacionadas con reivindicaciones como la causa palestina o con los enfrentamientos entre Irán, el país chiita por excelencia, e Irak. Por eso, gran parte de sus objetivos han sido embajadas y cargos diplomáticos.

El terrorismo yihadista, que no tiene por qué ser solo suní, tiene un concepto diferente. En su fondo hay un enfrentamiento casi filosófico con Occidente, recurre con más facilidad a la inmolación, se ha caracterizado por sus matanzas en masa -como el 11-M o los ataques de Bataclán, en París- y su visión política es más difusa. Al Qaeda, por ejemplo, es una organización sunita.

El primer atentado

España ejemplifica a la perfección el funcionamiento del terrorismo chiita. El primer atentado que esta rama lleva a cabo en el país se produjo en 1971, en pleno franquismo, con un ataque frustrado contra un avión jordano en el aeropuerto de Barajas. Esta acción tuvo lugar un año después del 'Septiembre negro', tal y como se denomina al ataque llevado a cabo por tropas jordanas contra los palestinos refugiados en su país y que supuso un cisma en el mundo árabe. En septiempre de 1975, dos meses antes de la muerte de Franco, un grupo propalestino asaltó la embajada de Egipto en Madrid. Los terroristas tomaron como rehenes al personal de la legación. Solo los liberaron cuando, tras una compleja negociación, se aceptó a enviar a los violentos a Argel en una avión.

La Guardia Civil retira el cuerpo del abogado Adolfo Cotelo tras ser acribillado en su coche cuando viajaba con sus dos hijas. El presunto autor fue el palestino Said Alí Salman que confundió al abogado con Max Mazin, presidente de la comunidad judía en Madrid.

El 3 de marzo de 1980, un terrorista palestino asesinó en Madrid al abogado Adolfo Cotelo. Se trató de un error, ya que le habían confundido a la víctima con el empresario y expresidente de la comunidad judía en España, Max Mazin. Dos años después, un palestino, Nabik Arankj Wadi, fue asesinado en el centro de Madrid a plena luz del día. Pese a las distintas versiones de este caso, la que se considera más probable es que a Aranjk le mataron por sus contactos con una facción próxima al régimen iraquí, enemigo de Irán. Otro bienio más tarde, unos desconocidos tirotearon en la capital de España al agregado cultural sirio, quien consiguió repeler la agresión con una pistola que llevaba. Ese mismo año, un miembro de la organización Abu Nidal -una disidencia de los palestinos de Fatah- mataban a un diplomático kuwaití a las puertas de la embajada. Nidal había ordenado en ese momento atentar contra todos los países que tuvieran un acercamiento hacia Israel.

Con explosivos

Los chiitas realizaron posteriormente varios atentados con explosivos en delegaciones bancarias norteamericanas o instituciones iraquíes de Madrid, así como algunos intentos de asesinato fracasados. Un millonario kuwaití sobrevivió a un tiroteo en Marbella y un dirigente del Frente Popular de Palestina también se recuperó de sus heridas tras ser alcanzado por un disparo en la cabeza en el centro de Madrid, en la Castellana.

Esta oleada de ataques hizo que los servicios secretos españoles, el Cesid, se acercase a sus homólogos judíos del Mosad. Las investigaciones que se llevaron a cabo descubrieron una trama de terroristas chiitas instalados en la Costa del Sol, Granada, Madrid, Barcelona y Valencia.

En 1984, el terrorismo chiita entró en una espiral endiablada a consecuencia del avispero político de Oriente Medio y de la evolución de la política española. Por un lado, la guerra civil en el Líbano, donde estalló con una crudeza que convirtió la región en el escenario de una masacre diaria. Y en España, comenzaron a intuirse dos cambios que afectaban a la geopolítica. El país ya debatía su entrada en la OTAN y el partido socialista se disponía a reconocer al Estado de Israel, rompiendo la tradición franquista de situarse al lado de los países árabes.

Embajada libia

El 12 de septiembre de 1984, un funcionario de la embajada libia en Madrid fue objeto de un atentado y la policía detuvo por los hechos a dos ciudadanos libaneses. Esta detención hizo que la Yihad Islámica, tutelada por las milicias iraníes de Hizbulá, amenazase a España. El embajador español en el Líbano, el guipuzcoano Pedro de Aristegui, llegaría a estar secuestrado durante unas horas por terroristas libaneses. Este diplomático moriría en 1989 en Beirut al ser alcanzada la legación por un proyectil sirio.

Aristegui falleció en 1989. Un proyectil sirio impactó contra la embajada española en la que residía el diplomático. Arriba el estado en el que quedaron las estancias de la embajada tras el impacto. Abajo, el cuerpo de Aristegi que fue repatriado y enterrado con honores militares.

En 1985 se produjo el mayor atentado registrado en España hasta ese momento por el terrorismo internacional. Dieciocho personas murieron en la explosión de una bomba en el restaurante El Descanso, situado cerca de la base de Torrejón de Ardoz, que alojaba a tropas norteamericanas. La reivindicación del atentado siempre ha sido dudosa, aunque el consenso general es que fue cometido por la Yihad Islámica. La cifra de muertos -todos españoles- evidenció dos cosas. La primera, que los terroristas estaban dispuestos a perpetrar matanzas en España y dejar de actuar de manera aislada y con atentados selectivos. Por otro lado, puso el foco sobre un terrorismo que hasta ese momento había pasado desapercibido en España, ante los años de plomo de ETA y los Grapo.

La potencia del explosivo redujo a escombros el restaurante donde acudían habitualmente militares estadounidenses. Sin embargo, ninguno de ellos resultó víctima del atentado que se llevó por delante la vida de dieciocho personas españolas.

En 1986, España votó 'sí' en el referéndum de entrada en la OTAN y el Gobierno de Felipe González reconoció el Estado de Israel. El terrorismo chiita, no obstante, comenzó a reducir su intensidad. La situación mundial ya había cambiado. En Afganistán, la guerra contra los soviéticos que habían invadido el país en 1979 estaba llegando a su apogeo y Estados Unidos apoyaba una yihad global contra los comunistas. Además, Irán e Irak estaban en guerra y, en Líbano, la guerra civil se acercaba a sus últimas fases.

En España, el terrorismo chiita desapareció por completo y a partir de 1986 ya no hubo más atentados. En la cultura popular, Pedro Almodóvar triunfó en el mundo con su comedia 'Mujeres al borde de un ataque de nervios', en la que uno de sus gags más celebrados tiene que ver con el novio de una de las protagonistas, un terrorista chiita. El chiismo violento dejó de existir en el país hasta que el intento de asesinato de Vidal Quadras ha vuelto a ponerlo en escena.

Andrés Izagirre Gogorza, 'Gogor'.

Los etarras entrenados en Yemen por el FPLP

El pasado 18 de noviembre, Bildu celebró en Bilbao su manifestación nacional para reclamar la soberanía. El Frente Popular para la Liberación de Palestina, uno de los grupos terroristas en la órbita de Irán que protagonizó numerosos atentados en los años 70 y 80, fue invitado a la marcha. Además de secuestros de aviones en todo el mundo, sus militantes estuvieron implicado en la matanza de la delegación olímpica israelí en Munich. En aquel asalto, nueve rehenes judíos fallecieron, así como cinco terroristas y un policía alemán.

En aquellos años, ETA había pedido ayuda al FPLP para formar a sus comandos. La banda iba a comenzar una ofensiva contra la recién inaugurada transición y necesitaba entrenar a los terroristas para que iniciasen la escalada que se daría a conocer como los años de plomo. A comienzos de los 80, un grupo de etarras se trasladó hasta Yemen y allí se encerró en un campo de entrenamiento situado a 100 kilómetros de la capital Aden. Algunos de los miembros de la banda fueron detenidos en los vuelos de regreso desde Yemen a Europa. Otros, como Andrés Izagirre Gogorza, 'Gogor', consiguieron entrar en España y poner en marcha campañas de atentados. 'Gogor' falleció en 1981 en un tiroteo con la Guardia Civil.

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