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Empleo

La nueva cara del emprendimiento en España tiene acento extranjero

La Seguridad Social bate su récord de autónomos gracias a los más de 100.000 foráneos que han abierto un negocio en los últimos cuatro años

Lunes, 23 de junio 2025, 00:05

El nombre que le pusieron sus padres es un secreto que guarda desde hace muchos años. «Todos la llamamos 'Nube'», asegura una señora mayor que sale de la tienda que regenta esta ciudadana china desde hace ya más de un lustro. A unos metros, la peluquería que cerró tras el confinamiento estrena ahora un nuevo letrero: 'Peluquería - Caballero - Barber Shop'. En su interior ya no está Carlos, el de toda la vida; el nuevo negocio está a cargo de Omar.

Ellos son solo dos ejemplos de los cerca de medio millón de autónomos extranjeros (concretamente 484.062) que hay en la actualidad en España, todo un récord, según los datos de mayo publicados por el Ministerio de Seguridad Social. En realidad, el olfato emprendedor de los inmigrantes –en ocasiones también puede ser su necesidad– ha sido el motor que ha tirado en los últimos cuatro años de este colectivo que el pasado mayo volvió a superar, 17 años después, la barrera de los 3,4 millones de trabajadores dados de alta. Hasta tal punto, que prácticamente todo el crecimiento experimentado desde 2021 por el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) ha sido gracias a ellos: de los 108.155 nuevos autónomos, 104.338 son emprendedores de nacionalidad extranjera, según un reciente informe de ATA.

El hecho de que cada vez haya más emprendedores foráneos está cambiando también la radiografía del colectivo en España y por primera vez prácticamente el 15% de los autónomos (14,18%) son extranjeros, un porcentaje que se ha impulsado un 85% en la última década, mientras que los nacionales han ido perdiendo peso (6 puntos porcentuales menos). «Esto no es una simple estadística, es una realidad que demuestra la vitalidad y el dinamismo que aportan al tejido productivo español», señala Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA.

67.959 ciudadanos chinos

están inscritos como autónomos en los registros de la Seguridad Social

Así, muchos locales de las ciudades españolas dejan de estar regentados por los 'vecinos' de toda la vida y se escuchan en ellos otros acentos e idiomas. Aunque la española sigue siendo la nacionalidad mayoritaria en el RETA, los chinos van aglutinando más presencia, que acumulan 67.959 afiliados, junto con los trabajadores rumanos (51.201), los italianos (42.670) y tras ellos se encuentran los ciudadanos marroquíes que suman 30.083 inscripciones en los registros de la Seguridad Social.

Todos los sectores han incorporado, en los últimos cuatro años, trabajadores autónomos procedentes del extranjero. Por el contrario, en el caso de los autónomos nacionales ha habido importantes descensos en algunos sectores. «Están ayudando a compensar las caídas en sectores tradicionales como el comercio o la agricultura, y son quienes están impulsando el crecimiento», destaca Amor.

La transformación china

Desde finales de los años noventa el emprendimiento extranjero ha estado representado por los bazares chinos y su modelo de comercio de proximidad. Sin embargo, en los últimos años este modelo —especialmente el de la comunidad china— ha iniciado una transformación empresarial muy relevante. En las últimas semanas, las redes sociales se han llenado de numerosos vídeos con una misma pregunta: «¿Qué está pasando con los bazares chinos?». Las teorías de los usuarios apuntan a una nueva pandemia y, algunos, incluso a una guerra mundial. Pero la respuesta está en los cambios en los hábitos de consumo de los españoles.

Los consumidores ya no acuden tan a menudo como antes a estas tiendas a comprar cuchillos, platos, carpetas, bolígrafos, velas o incluso cortinas. Esas adquisiciones ahora se hacen en otros 'chinos': plataformas digitales como Aliexpress o Temu. Esto ha provocado una reinvención por parte de muchos empresarios chinos, que poco a poco abandonan el comercio al por menor para dedicarse a otras actividades económicas, como reflejan los datos de la Seguridad Social en España.

En los últimos cuatro años, la cifra de trabajadores chinos dedicados al comercio al por menor ha pasado de crecer un 3,18% de media antes de la pandemia a un 1,67% en los años posteriores a la covid-19. Pero esta no ha sido la única transformación: la restauración ya no resulta tan rentable.

Muchos emprendedores de esta comunidad han apostado por nuevos sectores como los salones de belleza y manicura, donde se ha registrado un crecimiento del 9% en el número de afiliados. Este giro evidencia una clara adaptación al mercado y una diversificación económica que refleja no solo un cambio de estrategia empresarial, sino también una evolución en la presencia de la comunidad china en el tejido comercial español. El emprendimiento chino no se retira: simplemente se adapta.

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