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Dos policías del tiroteo de El Regato, condenados por homicidio

Dos policías del tiroteo de El Regato, condenados por homicidio

Ambos son autores de una imprudencia profesional grave con uso de arma de fuego, según la sentencia de conformidad. Han sido sentenciados a dos años y nueve meses por los hechos en los que murió una mujer y resultó grave su novio

Jueves, 9 de febrero 2023, 01:21

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Casi tres años después de los hechos, ya hay sentencia por el tiroteo de El Regato, en el que murió una mujer y resultó herido grave su novio al ser alcanzados por los disparos de los agentes de la Policía Municipal de Portugalete que les perseguían cuando huían a toda velocidad en un coche robado, en marzo de 2020. Se trata de uno de los pocos casos en Euskadi en que agentes de la autoridad han abierto fuego con su arma reglamentaria y que han sido imputados por un mal uso.

El juzgado de lo Penal número 1 de Barakaldo ha condenado a los dos principales policías implicados a sendas penas de dos años y nueve meses de cárcel, respectivamente, como autores de los delitos de homicidio y lesiones «por imprudencia profesional grave con uso de arma de fuego», según la sentencia de conformidad a la que ha tenido acceso este periódico. Los agentes, uno de ellos en prácticas -identificado como A.F.F., de 33 años- que fue quien efectuó el disparo que causó la muerte a la copiloto, y un veterano con 17 años de experiencia -J.M.E.H., de 48 años- no ingresarán en prisión al carecer ambos de antecedentes penales.

  1. Los hechos

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8 de marzo. 17.30 h.

c/Cirilo Sagastagoitia (Barakaldo), cerca del Hospital de Cruces. Una pareja aprovecha un descuido de una señora para robarle el coche mientras ella descargaba unos enseres en una lonja.

El coche, un Opel Vectra, lo conduce Unai L. y su acompañante es Nagore T. El vehículo tenía las llaves puestas.

17.50 h.

Una cámara graba a la pareja en la gasolinera Urbilbo de Ortuella.

9 de marzo. 08.25 h.

Al día siguiente le roban unos cajones con pastas a un repartidor de bollería en la Plaza Anteiglesia de Barakaldo.

18.00 h.

Una cámara de tráfico de Portugalete graba al 'Opel Vectra' a su paso por la calle General Castaños. Al girar hacia Carlos VII, una patrulla de la Policía Municipal comienza a seguirles.

18.02 h.

La patrulla comunica a la central que el vehículo sospechoso, se está dando a la fuga. Comienza la persecución.

El 'Opel Vectra' entra en Trapagaran por la BI-3739. Coge la Avda. Primero de Mayo y por la N-634, va hasta la Avenida Euskadi.

En la calle El Retiro, al lado del BEC, los delincuentes giran para volver a la N-634. La policía local les sigue muy de cerca y otra patrulla se une a la persecución.

18.09 h.

El 'Vectra' toma la BI-4743 dirección El Regato. Al llegar a la c/Eskauritza, el coche policial se sitúa a la altura de los sospechosos y le cierra el paso golpeándole contra el bordillo.

Dan marcha atrás y quedan atrapados en uno de los bolardos, pero logran dar la vuelta.

El agente J. M. y su compañero se bajan del coche patrulla empuñando sus armas y corren detrás del vehículo, que sigue en fuga.

El conductor del 'Opel Vectra' no depuso su actitud y continuó acelerando.

Al dar la vuelta, los sospechosos se encuentran de frente con el otro coche patrulla, al que embisten.

Aunque los cuatro policías desenfundan su pistola, sólo dos, uno de cada patrulla, abren fuego contra el 'Opel Vectra' en fuga.

Los agentes disparan, con sus respectivas armas reglamentarias, con intención disuasoria.

El primero en apretar el gatillo, J. M., realiza 8 disparos y A. F., 11.

El vehículo de los sospechosos para finalmente a los pocos metros.

Las balas penetran en el habitáculo provocando heridas graves al conductor, Unai L.L., y la muerte a la copiloto Nagore T.a causa del impacto en la zona occipital izquierda del cerebro.

AUX STEP FOR JS

Al principal acusado se le imponen también tres años y medio de inhabilitación para el ejercicio de su profesión y otros tantos de privación de la tenencia y porte de armas. Su compañero tampoco podrá ejercer el oficio policial durante 18 meses ni tampoco usar armas durante ese tiempo.

Según el acuerdo al que llegaron Fiscalía y acusaciones particulares con la defensa antes del verano, refrendado el pasado día 2 de febrero en una vista judicial, la compañía aseguradora del Ayuntamiento de Portugalete, responsable civil subsidiario, debe indemnizar a las víctimas, la hija menor y la madre de la fallecida de un disparo en la cabeza, Nagore T.M., que tenía 35 años y viajaba en el asiento de copiloto del coche en fuga, y Unai L.L., de 38, conductor y delincuente reincidente. Según ha podido saber este periódico, la cuantía total supera el medio millón de euros.

Los dos patrulleros condenados iban en coches distintos. El que ha llevado la mayor pena hacía pareja con otro agente en prácticas, algo poco aconsejable. Por lo general, los policías noveles suelen ir acompañados de un veterano, como era el caso de la otra patrulla, para aprender las nociones básicas de la profesión.

Llaves puestas

Los hechos se registraron el 9 de marzo de 2020, unos días antes de que se decretara el estado de alarma por la pandemia. Unai, conocido por la Policía como delincuente habitual, y su pareja, Nagore, habían sustraído al descuido un 'opel Vectra' antiguo con matrícula de Palencia el día anterior en la calle Cirilo Sagastagoitia de Barakaldo. Aprovecharon que la propietaria estaba descargando la compra y había dejado las llaves puestas en el contacto para llevarse el automóvil.

Sobre las seis de la tarde, una patrulla de la Policía local de Portugalete, en la que viajaba uno de los encausados, J.M.E., el más experimentado, vio pasar el 'Vectra' con el capó desencajado por la calle Carlos VII. Los agentes comenzaron a seguirle, según el relato de hechos de la resolución. Se unió a la persecución un segundo coche policial, ambos 'Focus CMax', ocupado por el principal procesado y su compañero.

El coche en fuga atravesó a gran velocidad la localidad jarrillera y se dirigió hasta Trapagaran para regresar a Barakaldo, donde cruzó el Megapark, siempre muy transitado. Según la sentencia, el 'Vectra' conducido por Unai en compañía de Nagore, invadía el carril contrario, realizaba adelantamientos sin respetar semáforos, líneas continuas ni otras señales de tráfico, «poniendo en concreto peligro en su huida tanto a peatones como a otros vehículos que se veían obligados a esquivarle y cederle el paso para evitar ser arrollados». La «intensa persecución duró unos 10 minutos».

«¡Detenga el vehículo!»,

Cuando entraron en el barrio de El Regato, el primer coche policial se puso a la altura del turismo en fuga para cerrarle el paso y ambos colisionaron, pero el 'Vectra' continuó su huida hacia delante. Se trataba de una carretera sin salida. Maniobró, dio marcha atrás y logró esquivar a los policías, que se apearon y desenfundaron sus pistolas 'Walther 99'. «¡Detenga el vehículo!», le gritaron los uniformados. Unai continuó la marcha y se encontró de frente con el otro coche patrulla, que le intentó bloquear el paso. «Pese a que tenía suficiente espacio», el coche fugado «embistió al vehículo policial», señala la resolución judicial. De los cuatro agentes que empuñaban su arma, sólo dos dispararon. Primero, el agente veterano, que efectuó ocho disparos y después el policía en prácticas, que hizo once. Una de las balas de este último alcanzó a la mujer en la nuca y le provocó la muerte en el acto. Al conductor le hirieron los dos policías locales. Un tiro le afectó también a la zona occipital de la cabeza y otro le atravesó el antebrazo. El hombre ingresó en la unidad de Reanimación de Cruces en estado grave.

Cuando los agentes registraron el 'Vectra' y a sus ocupantes no encontraron armas. Llevaban en el maletero una botella de Coca-cola y unas galletas que habían sustraído en un supermercado. La Ertzaintza abrió una investigación y retiró las armas a los cuatro policías implicados, que fueron incialmente imputados, para su estudio en el laboratorio.

«Dependiente y con grave pérdida de calidad de vida»

Unai, el hombre que conducía el coche en fuga, sobrevivió tras recibir dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en un brazo, y salió del hospital después de ser sometido a dos intervenciones quirúrgicas, pero sufre importantes secuelas. Según la sentencia de conformidad, «presenta una pérdida de calidad de vida grave, incluida la pérdida de toda posibilidad de realizar una actividad personal o profesional». Sin haber cumplido aún los 40 años, es una persona «dependiente, que precisa de supervisión para actividades básicas de la vida diaria, sobre todo las instrumentales». Sufre cojera, hemiparesia leve derecha y «trastorno cognitivo leve con síndrome postconmocional», detalla la resolución.

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