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Mocedades logró un éxito mundial con 'Eres tú'.
Las diez mejores canciones que llevó España a Eurovisión

Las diez mejores canciones que llevó España a Eurovisión

Pese al triunfo de Massiel, los eurofans han adoptado como «himno» el 'Eres tú' de Mocedades. Solo han renegado del Chikilicuatre y de «la coreografía con sillas de Ikea» que llevaron las Ketchup

Yolanda Veiga

Martes, 2 de febrero 2016, 18:09

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Hay consenso. La mejor canción que llevó España a Eurovisión fue 'Eres tú', de Mocedades, aunque quedaran segundos. Los eurofans se ponen el traje festivalero y eligen las diez mejores canciones que nos han representado en el certamen. No está incluida la de este año, 'Say Yay', que defenderá Barei el próximo 14 de mayo en Estocolmo (fue elegida anoche en una gala que aborchornó a los responsables de TVE por los fallos técnicos). «Es una apuesta diferente, moderna... pero no aspira a ganar. Ella tiene muchas tablas y ha sido acertado que cante en inglés, porque a esa canción no le pega el castellano. Podría quedar entre los quince primeros».

El vaticinio lo hace Guillermo Arregui (Canarias, 28 años), uno de los miles de eurofans que hay en España, uno de los países con más afición, junto a británicos y nórdicos, incondicionales que solo una vez han silbado al representante español. Hasta tomates le habrían tirado si los llegan a tener a mano al Chikilicuatre, que enseñó a los europeos a bailar el 'chiki chiki': 'Uno, el 'breikindance', dos el 'crusaíto', tres el 'maiquelyason', cuatro el 'robocop'...'. «A la gente le pareció una falta de respeto y cuando salió a actuar los eurofans le abucheraon. Era la primera vez que se repudiaba a alguien, y la última». Guillermo, sin embargo, quita dramatismo y rescata la parte buena, que la tuvo, dice. «Ese año se recuperó la audiencia, y también los siguientes. Y se instauró el sistema del jurado que acabó con los frikis».

A él menos incluso que el 'chiki chicki' le gustó aquella «coreografía con sillas de Ikea» que hicieron 'Las Ketchup', las de 'Aserejé', aunque en Eurovisión (2006) cantaron otra: 'Un Blodymary' (quedaron en el puesto 21 de 24). «Era una canción bastante mala, cantaron sentadas y fue una decepción para los seguidores del festival. Solo nos votaron Andorra, Portugal y Albania». Con Guillermo iniciamos un viaje nostálgico desde los años 60 (el certamen empezó en 1956 pero España no participó hasta 1961, con Conchita Bautista), la era dorada, apuntalada por el triunfo de Massiel en el 68 (Salomé repitió primer puesto al año siguiente con 'Vivo cantando'), hasta los decepcionantes 80, el resurgir de la afición con los 'triunfitos' y 2016, la primera vez que España actúa con una canción en inglés.

'La, la, la' (Massiel, 1968)

Precisamente porque ganó, a veces se le ha hecho de menos pero a los eurofans el 'La, la, la,' de Massiel les encanta. «Es una de nuestras canciones favoritas, le tenemos mucho cariño. El estribillo es su punto fuerte, y era una canción alegre y simpática». Sorprendió que ganara a Reino Unido, pero «influyen tantas cosas... y España por entonces era un país defenestrado en Europa por la situación política. Aquel triunfo nos dio un empujón a nivel internacional», apunta Guillermo Arregui.

'En un mundo nuevo' (Karina, 1971)

Cuentan que Karina llegó tarde a los ensayos, que se había entretenido de compras por Dublín. Esa es la anécdota, la otra, que casi ganó, quedó segunda con 'En un mundo nuevo', una canción que traspasó las fronteras festivaleras y «pegó mucho». «Era una canción bastante buena para aquella época. Y Karina, una mujer carismática a la que seguimos invitando a los eventos que organizamos los eurofans».

'Eres tú' (Mocedades, 1973)

Quedaron segundos de diecisiete, con 125 puntos. Pero un triunfo (aquel año ganó Luxemburgo) no le habría dado a la canción de Mocedades más éxito del que logró con la 'plata'. «Es la canción por antonomasia, un éxito mundial, un himno», se deshace en elogios Guillermo Arregui. Un éxito de resonancias globales porque en el cincuenta aniversario de Eurovisión fue uno de los temas elegidos para la retrospectiva musical. «Es la canción que más ha perdurado en el tiempo».

'Su canción' (Betty Missiego, 1979)

Otro 'casi', segundos de nuevo. Y con gol en propia puerta. «España iba ganando pero todavía faltábamos por dar los votos nosotros. Se los dimos a Israel y, por eso, perdimos. Sin querer, porque los puntos se adjudicaban en sobre cerrado antes, nos arrebatamos el triunfo nosotros mismos». La otra anécdota de aquella edición fue la aparición de chavales en el escenario con Betty Missiego (dos niñas y dos niños sentados en el suelo), lo que generó una tremenda polémica. Fue tal que desde entonces está prohibida la participación de menores.

'Bandido' (Azúcar Moreno, 1990)

Los cero 'points' de Remedios Amaya y su 'barca' en 1983 habían hecho renegar de llevar un estilo tan particular, tan local, solo reconocible en España. Se atrevieron Azúcar Moreno, que encima empezaron fatal, con la música por un lado y ellas por otro. «Salieron desacompasadas y con todo su desparpajo ordenaron que se volviera a empezar». Aún así, quintas, y un empujón para las hermanas. «Es un estilo que nunca sabemos si nos va a ir muy bien o fatal, pero las canciones que se identifican muy bien con un país, como el tenor italiano del año pasado, suelen funcionar. Y aquella funcionó. Ahora buscamos gustar más en Europa, pero eso nos hace perder un poco la identidad».

'Bailar pegados' (Sergio Dalma, 1991)

«Los años 80 y 90 no fueron buenos para España, hasta que llegó Sergio Dalma, llevó una canción bastante corta pero gustó muchísimo, fue un hit», recuerdan los eurofans. Sergio Dalma (que entonces tenía 26 años) partía como uno de los grandes favoritos, por eso el cuarto puesto (de veintidós) dejó un poco satisfechos a los españoles, que creyeron que merecía más. Él sí tuvo recompensa. «Fue el único cantante de aquella época que después de Eurovisión ha logrado mantenerse. Su canción marcó los festivales de Eurovisión de los años 90».

'Vuelve conmigo' (Anabel Conde, 1995)

La otra cara de Sergio Dalma... Anabel Conde, que representó a España en el festival de 1995 con una canción que logró un meritorio segundo puesto. «Fue una sorpresa. De hecho, había habido polémica previamente por haber elegido a una artista que era una desconocida». Entonces y ahora porque no rentabilizó ese magnífico segundo puesto jamás. «Ella tiene un vozarrón y se lució mucho en el escenario, pero la canción no gustó demasiado», cuenta Guillermo Arregui. Ese año ganó Noruega con una canción instrumental. Una y no más. «Desde aquel año se estableció que las canciones tenían que tener una parte de letra». Por cierto que se comentó que a Anabel Conde «TVE no la apoyó lo suficiente» y tras una carrera musical más que discreta intentó regresar a Eurovisión en 2010, pero en su lugar fue elegido Daniel Diges y su original propuesta 'Algo pequeñito'.

'Dile que la quiero ' (David Civera, 2001)

Los años 90 fueron como predicar en el desierto, el festival atravesó por una enorme crisis, con la audiencia cayendo en picado. «Pero apareció Civera con esa canción tan bailable y quedó quinto». Recuerdan los eurofans que Civera fue elegido en una preselección que hizo TVE y a la que también llegó 'Yo quiero bailar' (Sonia y Selena). «Curiosamente aquella canción pasó desapercibida y quedó en séptimo lugar pero aquel verano pegó fuerte».

'Dime' (Beth, 2003)

Rosa tuvo más eco pero a los eurofans les gustó más 'Dime', la canción que la también concursante de 'Operación Triunfo' Beth llevó en 2003. Quedó octava. «Los 'triunfitos' devolvieron a Eurovisión a la cresta de la ola. A los fans nos gustó mucho Beth y era la primera vez que la canción española era la favorita en las casas de apuestas. Era muy bailable, pero a la cantante no le gustó mucho. Se la habían impuesto en cierto modo, no era su estilo y después renegó un poco. Aunque a mí, personalmente, me pareció una canción muy bonita». El año anterior había ido Rosa (quedó séptima) con 'Europe's living a celebration', «un tema pop y buen rollista de los que se llevaban entonces».

'Quédate conmigo' (Pastora Soler, 2012)

Con ella Eurovisión volvió a ser «un pasaporte para los artistas en Europa», aunque Pastora Soler rentabilizó más su participación en el festival (quedó décima, pero eso a estas alturas está más que bien) en Latinoamérica. «Pastora es una artista enorme, gustó mucho porque la cantó estupendamente. Además, hacía tiempo que España no llevaba a un artista tan consolidado, y el certamen había perdido un poco de valor. Con ella volvió a mejorar», reconoce Guillermo. A él le gusta ese estilo aunque otros eurofans «prefieren la canción efectista con ventilador».

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