Alavés
Sivera, el 'Zamora' albiazul que imitaba a Víctor ValdésSe cumplen 8 años del debut del portero alicantino con el Alavés tras llegar del Valencia, al que se medirá el lunes. Sus antiguos entrenadores destacan su calidad «técnica» y capacidad para «absorber» consejos: «Era nuestro portero del futuro»
Antonio Sivera (Jávea, Alicante, 1996) desafía cada día una contradicción: pese a llevar guantes, siempre deja su huella en los partidos. Es un felino bajo palos, convertido en un guardián de la portería albiazul. «Para mí, llegar al Alavés es un paso importante en mi carrera y un buen sitio para crecer», vaticinó en su presentación en 2017. Y vaya si lo ha hecho. El próximo viernes se cumplirán ocho años de su debut con victoria ante el Getafe (0-1) en Copa. Caprichos del destino, celebrará esta efeméride tras enfrentarse el lunes (21.00 horas) al Valencia, equipo que le catapultó al fútbol profesional.
El alicantino es el dueño de la portería alavesista y un recolector de puntos. Para muestra, la clasificación 'Zamora' que encabeza, la consecuencia de sus destacadas actuaciones. El año pasado firmó 76 paradas, algunas tan memorables como las que aguantaron el empate (2-2) ante Osasuna. Ejemplos de un portero «técnicamente muy bueno, con buen juego de pie y con una asombrosa capacidad de mejora», como destacan a EL CORREO los entrenadores de porteros que le han marcado en su carrera.
Aquella joven promesa que aterrizó en Mendizorroza con 20 años ya es capital y capitán. Aunque aquí le costó echar raíces. Tuvo que convivir un plomizo lustro a la sombra de Pacheco;jugó sólo 26 partidos. Y adaptarse a una nueva vida a cientos de kilómetros de su casa. «Le costó adaptarse. Lo pasó mal por estar lejos de su gente y el clima», recuerda a este periódico Pablo Soliveres, su amigo íntimo y actual entrenador personal. Un ejemplo más del costoso camino que ha tenido que recorrer para cumplir ese sueño que llegó a su vida de casualidad.
En el patio del colegio conoció ese minúsculo hogar de tres palos. Pero no se empadronó allí hasta que jugando en el Jávea un día faltó el portero. Su primer acto de bravura al asumir un 'cargo' que nadie quería. Y allí se quedó encadenado. Con la figura de Víctor Valdés como referente, su padre fue el carpintero que talló al por entonces novato portero. «Los fines de semana se iban a entrenar. Fue el primero en darle consejos», recuerda Soliveres, con el que coincidió en cadetes en el Alicante y el Hércules, a una hora de casa.
Juntos devoraron toneladas de asfalto en coche para disfrutar del fútbol. «Según salíamos de clase hacíamos la mochila y llegábamos a casa pasadas las once de la noche. Recuerdo que aprovechábamos para merendar en el coche y hacer los deberes. Éramos uña y carne». Hasta que sus caminos se separaron deportivamente cuando el Valencia llamó a la casa de Sivera. El conjunto che se impuso en una frenética subasta de varios equipos que vieron el potencial de ese chaval.
146 Partidos
Encuentros que ha jugado con el Alavés en sus ocho temporadas como guardián albiazul.
«Yo por entonces estaba en el Villarreal y quise traerlo, pero Rufete (director deportivo del Valencia entre 2013 y 2015) se me adelantó. Luego llegué yo al conjunto che y lo tuve claro. A Rufete le dije: 'Este es nuestro portero del futuro'», recuerda Luivi de Miguel, actual entrenador de porteros del Mallorca. «Antonio sólo tenía 17 años, estaba en el juvenil, pero ya le subí al filial. Técnicamente era muy bueno, de los mejores que he tenido en mis veinte años de carrera. Me sorprende que no tenga más reconocimiento público», elogia. Un diamante que «absorbía todos los consejos» para terminar de pulirse.
Y que brilló en la selección. «Recuerdo que hablé con Miguel Ángel España (preparador de la selección española) y le dije que Sivera tenía un perfil de selección. Tenía muy buenos informes», confiesa De Miguel, quien revela una conversación que lo decantó todo. «Estábamos concentrados con el Valencia y le dije: 'si lo haces bien vas a ir con la selección'». Aunque su destino ya estaba escrito. Luis de la Fuente se lo llevó al Europeo sub'21. «El campeonato lo empezó Unai Simón y en el segundo partido cambiamos por Antonio. Aguantó hasta el final y fuimos campeones. Es un profesional increíble en el que confiábamos mucho. Con su rendimiento actual puede estar en cualquier momento en una prelista», destaca el ahora entrenador de metas en la absoluta.
«A Rufete, director técnico del Valencia le dije: 'Tiene sólo 17 años, pero es nuestro portero del futuro'»
Luivi de Miguel
Entrenador de porteros del Mallorca
«Con su rendimiento actual puede estar en cualquier momento en una prelista de la selección española»
Miguel Ángel España
Entrenador de porteros en la selección española
Siendo tan joven hacía cosas difíciles de ver en aspectos tácticos. Era muy bueno y el juego con los pies lo traía de serie
Juan San Román (entrenador de porteros del Alavés 2017-19)
Entrenador de porteros del Alavés 2017-19
El combinado nacional fue un oasis donde poder sentirse importante. Para despuntar. «Vino con una ilusión grande pero tuvo que luchar contra Pachecho, un gigante en Vitoria en el que todos confiaban. Hay que tener una cabeza de hierro y es inevitable que te afecte», señala Juan San Román, preparador de porteros del Alavés entre 2017 y 2019. Debutó contra el Getafe en Copa. «Sobrio e imbatido, el guardameta fue un digno sustituto de Pacheco, algo que podría abrumar a cualquier debutante que permanece tras la sombra del portero extremeño durante largo tiempo», destacó la crónica de este periódico.
Sus esporádicas apariciones empujaron al club a buscarle un destino donde sumar minutos y evitar que se oxidase. «Siendo tan joven hacía cosas difíciles de ver en porteros ya veteranos en aspectos técnicos, de posicionamientos corporales y de desplazamientos. Era muy bueno y el juego con los pies lo traía de serie». Sin embargo, apenas tuvo protagonismo. Nuevo revés. Regresó al Alavés y le tocó volver al frío de la sombra. Aguardó una oportunidad que le llegó con el descenso. Se adueñó de la portería y el ascenso le catapultó como el guardián que es hoy. «Hay un punto clave. Cuando suben a Primera el club apuesta por él y eso le refuerza», remarca San Román.
«Me ha costado mucho llegar hasta aquí», confesó en verano Sivera, convertido en primer capitán pese a no llevar el brazalete. Desde el regreso a la élite lleva tres cursos siendo indiscutible. Suma ya 146 partidos de albiazul. Sin embargo, mantiene ese hambre con el que llegó a la capital alavesa para construir su futuro. «Planificamos entrenamientos complementarios a los del Alavés para reforzar algunos aspectos y prevenir lesiones. Trabaja como para ir al Mundial y se cuida muchísimo», comenta Soliveres. Tanto que es un reloj a la hora de cumplir las horas de sueño y contrató un cocinero personal para cuidar su alimentación.
Todo para mostrar su mejor versión bajo palos y agrandar su legado albiazul. «Siempre nos dice que se siente un vitoriano más». Habitual en el encuentro con Celedón, el lunes volverá a abrir su paraguas para proteger el fortín de Mendizorroza.
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