Tour de Francia 2023

'Hasta que el Tour nos separe': la boda «súper animada» de Eztizen y Dani en Pike Bidea

Cuando esta pareja de Sestao, que reside en Portugalete, comenzó con los preparativos en septiembre, no reparó en que el 1 de julio, además de su boda, se iba a celebrar en Bilbao este evento sin igual. «No teníamos ni idea, elegimos la fecha porque nos venía bien a los dos. Caímos cuando al buscar alojamiento para la familia de mi chico, que vino de Córdoba, los precios en los hoteles eran totalmente desorbitados y algunos estaban cerrados para los equipos ciclistas», cuenta Eztizen. Tras mucho «buscar y preguntar», su madre encontró un hotel en Santurtzi, que acogió a sus invitados.

Eztizen y Dani visitaron los meses previos varios espacios de eventos, pero al llegar al restaurante Izarza, en Sondika, supieron que era el lugar perfecto para celebrar su amor. «Albergó una antigua escuela de barriada y yo soy maestra de Primaria, sentimos que tenía que ser ahí. En las invitaciones no indicamos dónde nos casábamos para que fuese sorpresa, así que solo especificamos que se celebraría en 'el lugar mágico donde todos crecemos'». Y tanto que fue un lugar mágico. Pike Bidea, punto clave de la primera etapa, se convirtió en una auténtica fiesta del ciclismo, en una montaña de gente que animó a los corredores sin parar. «Mes y medio antes de la boda nos llamó el dueño del restaurante para decirnos que el Tour iba a pasar justo por ahí, mira que no hay carreteras en Bizkaia... Se nos complicaron todavía más las cosas, temíamos que no pudiesen llegar los invitados en los autobuses que pusimos desde Sestao». Pero al final solo hubo que adelantar media hora su salida, a las doce. «Hemos estado toda la semana hablando con la Ertzaintza y desde el restaurante nos dieron el contacto de un organizador del Tour, José Julio, que nos puso las cosas muchísimo más fáciles. Además, la alcaldesa de Sondika acreditó al abuelo de mi novio para que pudiese entrar en coche».

Al llegar al restaurante cruzaron un pasillo humano que, además de animar al pelotón, convirtió su día en una fiesta inolvidable. «Estaba llenísimo, pero todo el mundo se portó súper bien. Nos animaban, gritaban 'Viva los novios', nos tiraban sus gorras naranjas del Euskaltel, se sacaban fotos con nosotros...». Eztizen y Dani se casaron el viernes en el Ayuntamiento de Galdames, pero antes del banquete celebraron en el restaurante una ceremonia «informal y divertida»: «Leyó mi madre, una prima de mi chico... y mi padre improvisó unas palabras muy emotivas». Eso sí, en plena comida, entre el solomillo y la panchineta, salieron a arropar a los ciclistas. «Allí que nos pusimos a animar tan elegantes. Además, pasó la caravana publicitaria y nos dieron camisetas, gorros... con todos los problemas que habíamos tenido y, al final, la boda gustó mogollón, la gente estuvo súper contenta».

Eztizen, de 31 años, y Dani, de 32, que se conocieron cuando eran adolescentes, durante un sábado de fiesta en Barakaldo, no pudieron poner un broche final mejor a su gran día. Porque su boda, además de con el Tour, también coincidió con los 'sampedros' de Sestao. «En el restaurante bailamos hasta medianoche y después nos cogimos el bus y nos plantamos tan elegantes en las fiestas de Sestao. Me recogí el vestido, me puse unas zapatillas y hasta que el cuerpo aguantó», cuenta Eztizen, que lució un diseño con escote en V y espalda descubierta de la tienda de novias Mila Pascual de Barakaldo. «Fíjate, tres días antes aún no sabíamos si podríamos casarnos y, al final, todo salió genial», celebran desde Menorca, donde este lunes arrancó su luna de miel, que también les llevará a Florencia y Roma. «Necesitamos relajarnos, que los nervios que hemos pasado no nos los quita nadie».