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Muere César Luis Menotti, leyenda del fútbol argentino

Muere César Luis Menotti, leyenda del fútbol argentino

Condujo a la Albiceleste a su primer título mundial en plena dictadura de Videla, hizo campeón al Barça de Maradona y generó una corriente de opinión enfrentada enternamente a los seguidores de Bilardo

Ignacio Tylko

Domingo, 5 de mayo 2024, 21:07

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Luto en el futbol argentino pero también universal por la pérdida este domingo a los 85 años de César Luis Menotti, el mítico entrenador que condujo a la Albiceleste a la conquista de la primera Copa del Mundo en el polémico certamen de 1978, organizado en este gran país sudamericano bajo la dictadura militar de Videla y siempre bajo sospecha.

La fatal noticia fue anunciada por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a última hora de la tarde. «Lamentamos informar con enorme tristeza del fallecimiento del actual director técnico de selecciones nacionales y exseleccionador campeón del mundo de Argentina» escribió el organismo en su cuenta oficial de la red socisal 'X'. Menotti, uno de los grandes maestros del fútbol argentino, llevaba hospitalizado desde el pasado marzo.

Fumador empedernido y gran tertuliano sobre fútbol con ese discurso pausado y culto que le caracterizó y que preludió a otros clásicos comentaristas como Jorge Valdano, Menotti dirigió en España al Barça, donde tuvo a sus órdenes a un joven Diego Armando Maradona y ganó tres títulos en 1983, y también al Atlético de Madrid en tiempos donde todos los entrenadores terminaban tarifando con Jesús Gil y el carismático rosarino no fue una excepción.

Menotti trascendió a los banquillos no solo porque fue campeón sino porque lideró una corriente de opinión que llevó su apellido y perdura hasta nuestros días. A su lado se alinearon siempre los 'menottistas', amantes del toque y la posesión, de la forma o el cómo que diría Xavi Hernández casi por encima del fondo. Enfrente, los llamados bilardistas, seguidores de Carlos Salvador Bilardo, el técnico que también guió a Argentina el título en México-86, que en la Liga condujo al Sevilla y que anteponía el resultado a cualquier otra circunstancia, incluso a costa de pisar al adversario y no atenderlo si se encontraba tirado en el césped.

Ambos representaron estilos irreconciliables. Detrás de ellos forjaron sus trayectorias periodistas, técnicos e hinchas. Se enfrentaron en el terreno de juego en muy pocas ocasiones, pero se pelearon mediáticamente una y mil veces. 'El Flaco' y el 'Narigón' se distanciaron hace casi medio siglo y jamás se reconciliaron.

En los difíciles y duros años 70, en plena dictadura, los dos entrenadores llegaron a cenar juntos y conversaron un buen rato del deporte rey. Una jugosa charla que define a ambos y descrita en el libro 'Bilardo-Menotti, la verdadera historia», escrito por los periodistas Nicolás Cayetano Cajg y Néstor López. En esa cumbre, recordada este domingo por Clarín y celebrada el 29 de octubre de 1976, ambos expresaron sus ideas.

«Hay que tener la pelota para dominar el juego. Para eso es necesario que el equipo tenga movilidad. Cuando un futbolista tiene el balón en los pies, sus compañeros deben moverse con inteligencia para darle opciones de pase», se explayó Menotti. «Yo creo que lo importante es recuperar la pelota y atacar enseguida. No perder tiempo. Si defiendo bien, me aseguro el cero en mi arco y aprovecho las posibilidades que tengo de hacer gol, estoy haciendo las cosas bien», le replicó el doctor Bilardo. Controversia de hace 48 años, pero plenamente vigente.

En España, el principal azote de Menotti fue Javier Clemente, que al frente del Athletic le ganó un doblete a un gran Barça en 1984. Ambos protagonizaron desde los banquillos la histórica final de Copa jugada en el Bernabéu, resuelta con un gol de Endika a favor de los leones y cerrada con una batalla campal. En el fondo, aquella alevosa entrada de Andoni Goikoetxea que meses antes le había causado una gravísima lesión nada menos que a Diego Armando Maradona.

Nacido en Rosario, Menotti jugó en Rosario Central, Racing y Boca Juniors, y también tuvo una corta carrera en Brasil, con Santos y Juventus. Sin embargo, su trayectoria legendaria se gestó en los banquillos cuando en 1978 lideró a Argentina hacia la primera de sus tres estrellas. La final tantas veces repetida en la que la Albiceleste derrotó por 3-1 a la Naranja Mecánica holandesa en el estadio Monumental de River en medio de un diluvio de papelitos y con doblete de Mario Kempes, el Matador, puso el cierre en un certamen abominable por las circunstancias en las que se celebró.

Menotti no compartía esas ideas políticas pero era el jefe de una selección que representaba a un país en el que gobernaba una dictadura que había impuesto un régimen terrorista de Estado. La asignación de ese campeonato a Argentina y las relaciones de Videla con el brasileño Joao Havelange, a la sazón presidente de la FIFA en aquella época, provocaron que se cuestionasen los resultados deportivos, con materia de corrupción largamente debatida e investigada.

Un Mundial y un Menotti utilizados por la dictadura para obtener apoyo internacional y encubrir violaciones masivas de los derechos humanos. Figuras clave para el técnico argentino, como el portero Ubaldo Fillol o el defensa Osvaldo Ardiles, lamentarían tiempo después haber sido usados como elementos de distracción para tapar 30.000 despariciones.

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