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Dr. Borja Cuevas, traumatólogo especialista en cirugía de la mano del Hospital de Basurto

«Después del cerebro, la mano es el tesoro más grande del ser humano y le ha permitido desarrollarse como ninguna otra especie»

El Correo

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No cabe duda de que la mano es, a todas luces, un órgano fundamental en muchos aspectos de la vida: social, laboral, artístico… Como elemento imprescindible que es, surge la necesidad de prevenir los problemas que le puedan afectar y, llegado el caso, tratarlos de la manera más eficaz y especializada posible.

Los especialistas en cirugía de la mano (habitualmente traumatólogos o cirujanos plásticos) se encargan de la prevención, diagnóstico y tratamiento de todas esas enfermedades o lesiones que afectan a la mano y la muñeca, que pueden tener su origen en accidentes en los ámbitos laboral, deportivo o doméstico… así como tener una raíz degenerativa o congénita. Formada por elementos de muy pequeño tamaño, la reconstrucción quirúrgica de la mano se antoja especialmente delicada, requiriendo en muchos casos medios de aumento óptico, como gafas lupa o microscopios quirúrgicos.

Existe una amplísima gama de tratamientos para la inmensa variedad de afecciones que podemos sufrir en la mano y la muñeca. Estos abordajes terapéuticos van desde los extremos mas conservadores, como la fisioterapia o las inmovilizaciones con yeso o con férulas, hasta cirugías tan espectaculares como el ‘trasplante’ de un dedo del pie a la mano, el reimplante de un dedo amputado mediante microcirugía o la reconstrucción de ligamentos lesionados tomando tendones de otra parte del cuerpo.

Sin embargo, este tipo de cirugías ‘estrella’ contrastan con los tratamientos que requieren las patologías más frecuentemente atendidas por estos especialistas en el día a día de sus consultas, como pueden ser las fracturas o esguinces de los dedos y la muñeca, los síndromes de atrapamiento nervioso (como el conocido síndrome del túnel carpiano), la artrosis de los dedos (especialmente la rizartrosis ), la patología tendinosa, los tumores de la mano (en su inmensa mayoría benignos ) o la enfermedad de Dupuytren. Algunas de estas patologías pueden resolverse con un tratamiento conservador adecuado (una combinación de inmovilización cuidadosa, un tratamiento rehabilitador bien dirigido, infiltraciones y una modificación de hábitos resultado del buen asesoramiento de un especialista), mientras que otras requieren casi indefectiblemente una resolución quirúrgica.

Afortunadamente, los procedimientos quirúrgicos han mejorado de forma muy notable en los últimos años gracias a los avances en el conocimiento anatómico y biomecánico de la mano, la mejoras en los implantes (prótesis, placas, tornillos… ) y la mejora de los medios técnicos en quirófano. Esto implica que más del 95% de los procedimientos puedan ser realizados de forma ambulatoria (incluso con anestesia local ) o, como mucho, con una noche de ingreso. Además, los postoperatorios se desarrollan cada vez de forma más llevadera para el paciente gracias al mejor control del dolor y a los protocolos de fisioterapia temprana, que permiten un restablecimiento funcional óptimo.

Como especialista de referencia, hablamos con el doctor Borja Cuevas, facultativo especialista de la unidad de mano, muñeca y microcirugía del Hospital Universitario de Basurto, en Bilbao.

¿Qué le llevó, dentro de la traumatología, a especializarse en la cirugía de la mano?

Estudié la carrera de medicina en la universidad del País Vasco y posteriormente me especialicé en Traumatología y cirugía ortopédica en el Hospital de Basurto. Desde el principio de la residencia me llamaba especialmente la atención la cirugía de la mano, ya que es muy diferente al resto de subespecialidades. Se trabaja con estructuras de pequeño tamaño y muy delicadas, englobadas en una anatomía compleja. Actualmente, trabajo como médico adjunto en la unidad de mano y muñeca del hospital de Basurto, actividad que compagino con la consulta particular en la clínica Guimón y mi labor como responsable de la patología de mano en Traumatología XXI.

¿Cuáles son los principales motivos por los que los pacientes consultan con un traumatólogo especializado en patología de mano y muñeca?

En cuanto a la patología aguda, lo que más atendemos son los esguinces de los dedos y las fracturas, especialmente de muñeca. Dentro de estas lesiones tenemos tanto las que requieren cirugía como las que se van a recuperar sin necesidad de pasar por el quirófano. Es estos últimos casos es muy importante que el profesional que las atienda preste mucha atención al tipo de inmovilización más adecuada y que el tiempo de esta sea el mínimo posible para evitar secuelas como la rigidez.

Por otro lado, tenemos la patología que podríamos clasificar como ‘degenerativa’, es decir, que no tiene su origen en un accidente concreto, como las anteriores. Dentro de este grupo, sin duda, los motivos de consulta más frecuentes son el síndrome del túnel carpiano, el dedo en resorte (o dedo en gatillo ) y la artrosis de la base del pulgar o rizartrosis. También están aumentando mucho las consultas en relación a dolencias producidas por la práctica deportiva intensa y repetida, como pueden ser las tendinitis, especialmente a nivel de la muñeca.

¿Qué perfil tienen habitualmente sus pacientes?

Yo diferenciaría entre dos tipos de pacientes: el paciente joven con lesiones derivadas de accidentes o de actividad deportiva, y el paciente de más edad (50-60 años ), que fruto de su actividad laboral sufre dolor o problemas en las manos.

¿Cómo ha evolucionado en los últimos años la cirugía de mano y muñeca?

Ha evolucionado mucho de la mano de varias técnicas como la microcirugía y la artroscopia, que nos permite tratar patologías dentro de las articulaciones sin tener que abrirlas. También han mejorado de forma muy notable las prótesis que utilizamos para sustituir articulaciones artrósicas (de la misma manera que se hace en la cadera y la rodilla de forma muy rutinaria). La más utilizada es la que colocamos en casos de rizartrosis, pero ya tenemos implantes que nos permiten sustituir la muñeca de forma completa, las articulaciones de los dedos…

Están aumentando las lesiones en la mano: ¿A qué puede ser debido? ¿Cuáles son las probabilidades de completa recuperación? ¿Existe algún tipo de prevención para evitar estas lesiones?

En mi opinión, la práctica deportiva, cada vez mas accesible, es una clara causa del aumento de lesiones de todo tipo en la mano. Por otro lado, la prolongación de la vida laboral hace que veamos cada vez mas patología degenerativa relacionada con actividades repetitivas en este ámbito.

Las probabilidades de recuperación dependen en gran medida, como es lógico, de la lesión que presente el paciente. Sin embargo, a grandes rasgos, disponemos de tratamientos eficaces para la mayoría de problemas, desde tratamientos conservadores como la fisioterapia, las inmovilizaciones o infiltraciones, hasta los tratamientos mas agresivos que incluyen procedimientos quirúrgicos.

En cuanto a la prevención, sobre todo de cara a la realización de actividad deportiva, recomendaría adecuar la rutina de entrenamiento a la actividad que se vaya a realizar. Si esta actividad involucra a la mano y/o muñeca es fundamental que la musculatura que moviliza las articulaciones de la región se haya fortalecido correctamente, ya que esto proporciona mayor grado de estabilidad, disminuyendo la tasa de lesiones. Existen actividades concretas, como la escalada, que pueden producir lesiones muy particulares en las manos y que tienen sus ‘trucos’ para intentar evitarlas.

Medicina 'personalizada' y regenerativa

Últimamente se habla mucho de la cirugía 'personalizada' o 'a medida', ¿en qué consiste y cómo se puede aplicar a su área de especialidad?

Cuando hablamos de este tipo de cirugías, nos referimos sobre todo a realizar una planificación muy minuciosa, tomando como referencia habitualmente pruebas de imagen de ese paciente en concreto; lo cual nos permite diseñar, junto con ingenieros especializados, materiales perfectamente adaptados al problema del paciente y a sus particularidades anatómicas. El caso más habitual son las fracturas que no han consolidado adecuadamente, por ejemplo, el radio en las fracturas de muñeca. En estos casos lo que hacemos es solicitar un scanner de ambas muñecas y, tomando como ‘molde’ la muñeca sana, se diseñan guías de corte y placas a medida que nos permiten devolverle al hueso lesionado su forma y posición habitual, restaurando de forma casi perfecta la anatomía y la función. También tiene aplicaciones en casos complejos.

En cuando a la medicina regenerativa y a las terapias biológicas (plasma, ácido hialurónico), ¿en qué casos es conveniente su uso?

Es un tipo de abordaje terapéutico que busca potenciar y estimular la capacidad de regeneración del propio organismo. El ácido hialurónico no tiene capacidad regenerativa, es una molécula presente de forma natural en las articulaciones. Se comercializa en forma de gel y se inyecta para lubricar las articulaciones dañadas por el desgaste. Su uso se centra en la artrosis, como tratamiento sintomático, reduciendo el dolor y mejorando la función de forma temporal, lo cual permite retrasar o incluso evitar intervenciones quirúrgicas agresivas. Por otro lado, el plasma rico en factores de crecimiento (PRGF) es un concentrado de diferentes moléculas de la sangre del propio paciente, que estimulan la regeneración celular y cuentan con cierto efecto antiinflamatorio.

En cuanto a mi subespecialidad, creo que donde más beneficio potencial podemos obtener del uso del plasma (dentro del contexto de una cirugía) es en patología nerviosa (por ejemplo, casos de síndrome del túnel carpiano muy avanzados donde el nervio se encuentra muy dañado) y en algunas fracturas de huesos cuya biología es muy desfavorable de cara a la consolidación, como pueden ser el escafoides o algunas fracturas del antebrazo en adultos. También puede tener su papel en el tratamiento conservador de las artrosis, como alternativa a la cirugía, pero teniendo en cuenta que no es milagroso y que su capacidad para regenerar el cartílago dañado es limitada.

La medicina tiende cada vez más a la super-especialización. En concreto, dentro de la traumatología hay profesionales que se dedican a las diferentes regiones del aparato locomotor. ¿Cómo cree que beneficia esto a los pacientes?

En la medicina actual la cantidad de conocimiento y publicaciones sobre cada patología es tan inabarcable y los avances técnicos se suceden de forma tan vertiginosa que es prácticamente imposible estar al día de todas las novedades. Además, cada técnica quirúrgica tiene lo que llamamos una curva de aprendizaje, lo que quiere decir que es necesario realizarla un número determinado de veces para dominarla y realizarla de manera adecuada.

En mi opinión, el poder acudir a facultativos cuya actividad esté centrada a la patología del paciente mejora y acelera el proceso diagnóstico, reduce el número de pruebas necesarias, afina el tratamiento y reduce el número de complicaciones derivadas tanto del propio problema como del tratamiento realizado (esto, en el caso de que estén involucrados tratamientos quirúrgicos, se antoja fundamental).

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