Un motorista de Plentzia muere tras chocar contra la cadena de una gasolinera cerrada en Barrika

Dos personas han perdido la vida en las carreteras vizcaínas en el inicio de las navidades en dos accidentes marcados por la fatalidad. Aunque ambos siniestros se produjeron en días distintos -uno el martes y otro ayer-, coinciden en la hora, en torno a la una del mediodía, y en que se produjeron tras sufrir fuertes impactos y sin que al parecer se vieran involucrados otros vehículos. Si bien el de tintes más luctuosos fue el del motorista, plentziarra de 52 años, que falleció ayer tras impactar contra la cadena de cierre de una gasolinera fuera de servicio en la carretera entre Urduliz y Plentzia, pero en el término municipal de Barrika.

Según informó el Departamento vasco de Seguridad, los hechos se produjeron a las 12.55 horas en el punto kilométrico 20 de la BI-2704 a su paso por el barrio de Musaurieta. Las mismas fuentes reconocieron ayer estar investigando las causas por las que el conductor de la motocicleta, de color blanco, abandonó el vial y enfiló hacia la entrada de la gasolinera existente en la zona, que se encontraba cerrada en ese momento y con una cadena que impedía el paso entre dos postes.

A pesar de que el cerramiento contaba con un tubo naranja destinado a garantizar su visibilidad, el motorista los arrancó de cuajo de uno de sus anclajes, al parecer, como consecuencia de la velocidad con la que entró al recinto de la estación del servicio. Según corroboraron desde la Policía autonómica, sufrió el impacto de la barrera a la altura del pecho, que le empujó violentamente hacia atrás derribándole de la máquina. El casco en esta ocasión ejerció de protección fatal al engancharse con la cadena y convertirse en el freno que impidió que el cuerpo siguiera su inercia hacia delante.

Inmediatamente se desplazaron al lugar varias dotaciones de la Ertzaintza y también una ambulancia. Los sanitarios, sin embargo, solo pudieron certificar el fallecimiento del varón media hora después, debido a las graves heridas sufridas.

Colgado de la bionda

Tampoco los servicios de emergencia pudieron hacer nada por salvar la vida del varón de 54 años que el martes se estrelló en Muskiz. Como en el caso anterior, la Ertzaintza también mantiene abierto el atestado correspondiente para aclarar las circunstancias del accidente, ya que en este caso el vehículos siniestrado, un citroën Xsara de color negro, chocó frontalmente contra uno de los pilares del puente que sobrevuela las marismas y la playa de La Arena.

Los hechos se produjeron minutos después de las 13.00 horas en la BI-3795. El turismo circulaba entre la zona de Pobeña y Kobaron cuando, por causas que se desconocen, su conductor, vecino de la localidad y único ocupante, perdió el control del vehículo, que se salió de la calzada. La errática trayectoria del automóvil quedó violentamente truncada al saltarse la valla de protección lateral y, junto a un contenedor de obra, golpearse contra el pilar del viaducto. El choque fue tan fuerte que el coche quedó suspendido encima de la bionda con su parte frontal completamente destrozada.

Hasta la zona se desplazaron efectivos de la Policía autonómica y varias dotaciones del cuerpo de Bomberos, cuyos profesionales tuvieron que proceder a la excarcelación para sacar a la víctima de entre el amasijo de hierros. Aunque consiguieron rescatarle todavía con vida, el Departamento de Interior subrayó que la gravedad de las lesiones provocó que falleciese en el mismo lugar de los hechos.