El BBVA exigirá al juez el desalojo de la vivienda de Basauri ocupada por un clan conflictivo

El BBVA, entidad propietaria de la vivienda ocupada por la familia conflictiva en la calle Larrazabal de Basauri, ha anunciado que acudirá a los tribunales lo antes posible para pedir el desalojo de la familia que ha ocupado el inmueble «sin ningún derecho». La voz de alarma la daban los propios vecinos del edificio. Denunciaron que, desde hace semanas, varios miembros del clan -al menos, «la mujer y dos hijas»-, habían accedido al inmueble, un bajo que desde hace tiempo estaba vacío y que ocuparon, en sus propias palabras, «sin ningún tipo de miramiento».

Portavoces de la entidad bancaria confirmaron que el piso es de su propiedad hace varios meses, cuando se consumó el desahucio del anterior dueño por impago. Según detallaron, en julio de 2012 se celebró una vista en la que el juez dictaminó el lanzamiento de los inquilinos, ya que los propietarios alegaron entonces que la vivienda estaba alquilada. Sin embargo, la justificación no fue tomada en cuenta por el magistrado, que no reconoció los derechos que alegaban los arrendatarios a vivir en la vivienda y estableció el 14 de marzo como fecha tope para que permanecieran en el interior del inmueble.

Al parecer, los inquilinos se habrían ido hace semanas y, al estar la vivienda vacía, la familia conflictiva de San Miguel habría decidido irrumpir en ella. Un extremo que confirmaron desde el colectivo vecinal. Por su parte, el administrador de fincas del bloque solicitó a la entidad bancaria premura para evitar «conflictos» y recriminó que no se estén pagando las «cuotas» de la comunidad. «Es injusto que por ley sólo tengan que hacerse cargo de un año cuando las deudas son de más tiempo», lamentó.

Líos todos los días

La asociación de vecinos está harta de líos. «En una semana ya ha venido la Policía en varias ocasiones», relataron. «El otro día se acercaron varias patrullas de la Ertzaintza por una trifulca y, poco después, técnicos de Diputación vinieron escoltados a llevarse a una de las hijas, menor de edad, aunque al final se fueron sin ella», agregaron las mismas fuentes.

A raíz de las quejas, la Policía Municipal ha intensificado la vigilancia en la zona. Desde hace varios días, algunas dotaciones estacionanan en las inmediaciones para prevenir conflictos, aunque los responsables del cuerpo reconocen que, de momento, no pueden hacer más. «Quien les tiene que echar es el BBVA», precisaron a la asociación de vecinos.

Los miembros de la familia conflictiva han vuelto a Larrazabal tras varios meses deambulando por otros lugares. Hasta abril del año pasado vivieron de alquiler en un piso de Etxebarri que costeaba el Ayuntamiento de Basauri. Ante las protestas de unas inquilinas que les acusaron, junto al propietario del edificio, de «moobing inmobiliario» -y a las que se sumaron también las del propio Consistorio-, el equipo de gobierno de Basauri optó por dejar de costear el alquiler. Sin casa en la que residir -la suya en la calle Gernika está siendo derribada para levantar una nueva promoción de cooperativas-, acudieron a Larrazabal, donde durante meses residieron en una caravana hasta que decidieron marcharse por la presión vecinal y de la Policía local.