Homenaje al baloncesto en Alicante

El Knet cayó derrotado ayer en Alicante en un partido épico, y que tuvo que llegar a la tercera prórroga para conocer al vencedor, un Lucentum Alicante, máximo favorito al ascenso, que necesitó exprimirse al máximo en ese resultado NBA (118-115) para acabar con la resistencia de un enorme bloque riojano, en lo que constituyó un homenaje al baloncesto.

Pese a la juventud de la plantilla de este año, el Knet salió con coraje y sin cortarse en la pista alicantina. Destacaba primero Rakocevic, autor de las primeras ventajas riojanas del partido (2-7, min. 3). El Knet trataba de aprovechar la intimidación de Sidao, mientras Berrocal apostaba por aumentar la velocidad y la intensidad defensiva. El último tramo del cuarto, con Galarreta estelar (10 puntos), lanzó al Knet a la máxima ventaja hasta el momento, 19-27.

Los locales se reactivaron. El inicio del segundo periodo mostró un Lucentum más agresivo en defensa, con un Coppenrath que empezaba su festival, y Rejón cerrando el aro lucentino, lo que recortó la ventaja riojana a tan solo 4 puntos (25-29, minuto 12), obligando a Sala a pedir tiempo muerto. El Knet seguía manteniendo distancias cortas en el tanteo, apostando por un juego más controlado; pero el experimento de dos bases (Rivero y Kouril), y la dupla interior Fernández-Middleton funcionaba a Berrocal, que apretaba el partido al máximo (40-41, minuto 19), antes de que el Knet aprovechara dos pérdidas consecutivas locales, para llegar por delante al descanso (40-46).

Cambio de ritmo

La vuelta de vestuarios llevó a un partido donde Coppenrath, a la postre MVP de la jornada, empezó a intensificar su dominio ofensivo, contrarrestado por el muy acertado perímetro riojano, que llevaba a los de Sala a ampliar distancias (51-62, minuto 27). Las claves estaban claras: un Lucentum volcado en su juego interior y con el perímetro seco (1/14 en triples), ante un Knet polivalente donde todos aportaban.

Dos destellos de Bas metían a los suyos en el partido para el último cuarto (58-63), anticipo de la revolución local: más agresivos en ataque y los triples de Jesús Fernández para ponerse por delante a solo 5 minutos (72-71). Sin embargo el Knet hizo también de equipo grande y no se vino abajo: gracias a su juego exterior, con Galarreta y Rakocevic como estiletes; y la ayuda de Sidao en el interior, volvieron a comandar el marcador (77-80, min. 38). El final del partido llevó la incertidumbre al marcador, y la sangre fría de Pedro Rivero, dos triples en el último minuto, llevaba todo a la prórroga.

Tres prórrogas

El tiempo extra fue tan equilibrado como lo fueron los últimos minutos del cuarto periodo, y si allí fue Rivero el que igualó el marcador, en esta ocasión su rival Uriz fue el que tuvo en sus manos el empate a falta de sólo 4 segundos, convirtiendo dos tiros libres y encaminando el partido a su segunda prórroga (95-95).

Y si la tónica era de la igualdad hasta el límite, nada hacía presagiar que podría no haber una tercera prórroga, la que se llegó con empate a 102; ni los más viejos del lugar recordaban llegar a este momento de partido. En ella surgió la figura de Green, inoperante y desaparecido el resto del choque, para con un rebote defensivo y una canasta más tiro libre adicional dejar el marcador en 115-111 a falta de 30 segundos, sellando la victoria local. Y es que, en honor a la verdad, pudo ganar cualquiera, pero fueron los locales, con Rivero y Coppenrath al frente, los que se llevaron la primera victoria de la temporada en este histórico partido. Incluso tuvo Úriz el triple desesperado para empatar de nuevo, pero no entró. Enorme el Knet, pese a la derrota.