

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
JULIO DÍAZ DE ALDA
Sábado, 24 de marzo 2012, 21:35
El presidente de la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK) y de Kutxabank, Mario Fernández, dio ayer un paso más allá de lo planteado por el Gobierno central con su Código de Buenas Prácticas hipotecarias (ya suscrito por la entidad) y propuso la creación de un 'Fondo de desahucios' al que la caja bilbaína destinaría «una parte relevante» del presupuesto reservado para la Obra Social.
La idea, confirmó después Fernández a EL CORREO, es que ese fondo -destinado a ayudar a personas que no pueden pagar su hipoteca como consecuencia de haber perdido su empleo- surja en las tres cajas que conforman Kutxabank y acompañe al instrumento que pudiera crear a tal efecto la Administración. Los integrantes del macrobanco destinarán en total este año 113 millones a la Obra Social.
Aunque los poderes públicos no se animaran a dar ese paso, aclaró el ejecutivo, Kutxabank seguiría adelante con su iniciativa. Siempre, claro está, que las respectivas asambleas de las tres cajas dieran su visto bueno. Para ello, Fernández emplazó a los distintos grupos de interés presentes en las tres entidades a analizar cuanto antes la manera de sacar adelante este novedoso programa de ayudas.
Fernández subrayó que el drama que viven muchas familias golpeadas por la crisis es un asunto que debiera ser solucionado por los poderes públicos: «las entidades financieras no estamos para solucionar en exclusiva problemas generados por otros».
Pero reconoció que la pérdida de la vivienda habitual por el zarpazo de la crisis se trata de «un asunto digno de ser atendido» por las cajas de ahorro. «Hay personas perfectamente honestas que pierden sus puestos de trabajo y tienen derecho a exigir que se solucione su problema», destacó.
El directivo lanzó la idea durante la asamblea general ordinaria de la caja vizcaína, celebrada en paralelo a sendas reuniones idénticas en la alavesa Vital y la guipuzcoana Kutxa. Las citas estaban convocadas para que los consejeros generales de las entidades analizaran y sometieran a votación la aprobación de las cuentas anuales de 2011 y los presupuestos de la Obra Social de las tres entidades.
Como era lógico, el mensaje de Fernández fue después replicado por Carlos Zapatero (presidente de la Vital, y que lo sacó a relucir en el turno de preguntas) y por Xabier Iturbe, máximo responsable de la caja guipuzcoana, que sí lo llevaba en su discurso oficial.
Vasos comunicantes
Ante la petición de algunos consejeros de BBK de preservar el presupuesto de la Obra Social tal y como está planteado, para sacar el dinero del 'Fondo de desahucios' del puro negocio bancario de Kutxabank, Mario Fernández abogó por «ser realistas y huir de cualquier populismo». El presidente de la caja y del macrobanco dejó claro que beneficios y Obra Social son dos vasos comunicantes y que, en las actuales circunstancias (con elevadísimas exigencias de solvencia impuestas por los reguladores), no es factible arañar otra cosa que no sea la Obra Social.
«Es inaceptable un sistema de este tipo que pase por cuenta de resultados; no podemos poner en peligro ni los puestos de trabajo de Kutxabank ni los depósitos de nuestros clientes», sentenció.
«De vez en cuando nos hacen unos análisis de orina que son los test de estrés, y, si nos dedicamos a descapitalizar la entidad, en tres meses nos veríamos en medio de una intervención del FROB», sentenció. A continuación insistió en su deseo de «trabajar con todos para alcanzar un consenso lo más amplio posible sobre el 'Fondo de desahucios' o como lo queramos llamar». Sobre el funcionamiento de ese programa de ayudas, Fernández explicó que «aún está todo abierto y por explorar».
Como eventuales fórmulas de ayuda, el dinero que se apartara de la Obra Social podría servir para pagar parte de los intereses de las familias beneficiadas o para atender un porcentaje de la cuota de alquiler si aquellas permanecieran en el piso en este régimen.
Sobre el sistema de mediación que prepara el Gobierno vasco para tratar de paliar el problema de las personas que pierden su casa al no poder pagarla, Fernández apuntó un detalle importante. A su juicio, en un entorno en el que Kutxabank cuenta con una cuota de mercado muy alta (cerca del 50%) en el País Vasco, y frente a unos competidores a los que su cartera crediticia en Euskadi les supone muy poco dentro de su negocio en el conjunto de España, las normas deben ser iguales para todos. El mensaje venía a decir que no es lógico poner plomo en los bolsillos del macrobanco vasco mientras las demás instituciones pudieran tener mucho más margen que Kutxabank para abrir la mano.
Caso a caso
Al explicar su iniciativa, Mario Fernández recordó que BBK ya realiza un esfuerzo notable para tratar de dar una solución a las familias que no pueden pagar su hipoteca. De hecho, reveló, la caja vizcaína ha cerrado en los últimos tres años más de 2.600 refinanciaciones de hipotecas a clientes en problemas, siempre en negociaciones «caso a caso».
Mensaje similar trasladó en Vitoria Carlos Zapatero, quien aseguró que Kutxabank «no va a permanecer impasible ante la problemática que viven las familias más afectadas por la crisis económica». «Vamos a realizar todos los esfuerzos posibles para buscar soluciones», afirmó. La Caja Vital entabló el año pasado contacto con 2.000 clientes que podían atravesar algún problema a la hora de afrontar su crédito. Estudiados todos los casos, la entidad alavesa renegoció 187 contratos en los que, en su mayoría, se concedió una moratoria para aplazar el pago de los intereses, según informa Alberto Canto.
En San Sebastián, el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, aseguró que la caja guipuzcoana actúa con «sensibilidad y flexibilidad» en esas renegociaciones. Pactos que cifró en «cientos» y en los que, explicó, la caja «voluntariamente» ha modificado los plazos o los tipos de interés de los contratos. «A partir de ahí, y en casos muy puntuales y poco frecuentes, no tenemos otra posibilidad que la de actuar mediante reclamación judicial», dijo. Iturbe, como Zapatero, abundó en la necesidad de buscar los recursos del 'Fondo de desahucios' en la Obra Social para no dañar a Kutxabank.
La asamblea de la BBK votó y rechazó una una iniciativa promovida por un grupo de consejeros del PSE, apoyados por la izquierda abertzale, CC OO y Ezker Batua-Berdeak, para que la caja frenara todas las ejecuciones hipotecarias y estableciera la dación en pago.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.