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César Caneda, autor del gol ganador ante el Espanyol, batalla con jugadores 'pericos'. :: AVELINO GÓMEZ
César Caneda: «En el futuro mis hijos podrán decirme 'aita, vaya la que liaste aquel día'»
Jugador del Mirandés

César Caneda: «En el futuro mis hijos podrán decirme 'aita, vaya la que liaste aquel día'»

El nuevo héroe de Anduva gracias a su gol en el descuento, disfruta de un momento histórico y avisa: «No queremos despertar de este sueño»

ROBERT BASIC

Viernes, 27 de enero 2012, 03:26

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Pablo la puso en el área y encontró la cabeza de César Fernández de las Heras Caneda (Vitoria, 1978), que se fue hacia arriba porque no había nada que perder y mucho que ganar. Nada menos que la clasificación para las semifinales de la Copa del Rey. El excentral del Athletic se tiró en plancha, en el descuento, minuto 92, y mandó el balón a la red. Locura en las gradas de Anduva. El defensa vive unos días de locos, con cientos de llamadas al móvil, feliz por una conquista histórica. Jamás olvidará aquel testarazo, desde el martes un trozo de historia de la ciudad.

- ¿Fue una jugada ensayada o simplemente pasaba por ahí?

- ¡Sin más! Faltaba prácticamente nada e incluso subió el portero para intentar la heroica. Por suerte acabó bien y... nada, genial. Estamos disfrutando de todo esto.

- Cuando cabeceó el centro de Pablo, ¿sabía que era buena?

- Me tiré y vi que iba en buena dirección, incluso adiviné la figura del portero. Entonces se me echaron todos encima y supe que la había enchufado.

- Y luego, ¿qué?

- ¡A ver si acababa el partido! Empezaron a bombear los balones, pero por suerte quedaba poco tiempo y el árbitro pitó el final. Si llega a ser como en el Cornellá, quizás hubiéramos sufrido un poco más. El vestuario era una locura y la cena que luego tuvimos...

- ¿Qué les dijo Pouso?

- No nos dijo nada porque había un montón de gente. Todo el mundo nos quería felicitar, las cámaras... Ya luego en la cena nos comentó que estaba muy contento por nosotros y por lo que habíamos conseguido.

- ¿De quién se acordó en el momento del gol?

- De mi ama. Se murió hace un tiempo y sabía que iba a estar ahí arriba viéndolo. Lo pude hacer -el gol de la victoria- y me acordé de ella, y de mi padre también. En esos momentos piensas en la familia, que siempre está ahí cuando lo pasas mal.

- ¿Cuántas llamadas de felicitación ha recibido desde el gol?

- No lo sé, de verdad que no lo sé.

- ¿Cientos?

- Sí, sí, fácil. No estoy acostumbrado a meter goles y menos tan importantes. Así que todo el mundo estaba contento por mí. Mis allegados saben que he pasado por malos momentos, como cuando estuve en el Guijuelo separado de mi familia y se me hizo muy duro. Ahora, por suerte, me ha tocado vivir el lado bueno del fútbol.

- ¿Lo que está haciendo el Mirandés es un milagro o simplemente fútbol?

- Es fútbol. Estamos haciendo algo histórico y nadie esperaba esta reacción del equipo en la Copa. Gracias a Dios lo estamos viviendo y disfrutamos del momento.

- Hablando de milagros, ¿han agotado ya su dosis de magia y buena suerte?

- Tampoco creo que hayamos tenido mucha suerte. La puedes tener en un partido, de acuerdo, pero hemos demostrado que somos capaces de plantar cara a cualquier rival. No nos sentimos superiores a nadie, pero tampoco inferiores. Hemos disfrutado de las tres eliminatorias, hemos plantado cara a equipos que están muy bien en la Liga, como el Espanyol, y hemos demostrado que somos un grupo conjuntado, sólido y que más o menos hace las cosas bien. Contamos con individualidades como Pablito y Antxon (Muneta), que marcan un poco las diferencias, y a ver si podemos disfrutar ahora del ambiente de San Mamés.

- Están en las semifinales de Copa, entre los cuatro mejores...

- Ja, ja, ja, sí, ¡es la hostia!

- ¿Se dan por satisfechos?

- No, yo creo que no. Estábamos satisfechos en la eliminatoria contra el Villarreal, el Racing... Cuando vimos el cuadro, con todos aquellos escudos, pensar que podríamos estar junto al Barcelona, Valencia o Athletic te hace decir: '¡Si somos el Mirandés!'. Nos damos por satisfechos, pero no nos queremos despertar de este sueño. Tuve la fortuna de hacer el gol, pero esto es un éxito de todos.

La posibilidad de Europa

- ¿Por qué se ha cambiado el nombre en la camiseta?

- Lo hice en honor a mi ama, que murió hace unos cuantos años. Era una fanática del fútbol y era la que me corregía, la que me animaba y la que siempre estaba ahí. Es un pequeño homenaje que le hago y a partir de ahí todo el mundo me conoce como César Caneda. Estoy muy orgulloso de llevar su apellido.

- Va por ella.

- Por supuesto. Cuando ocurren cosas buenas es cuando más me acuerdo de su ausencia.

- ¿Este gol es uno de los mejores momentos de su carrera deportiva? ¿El mejor quizás?

- He vivido momentos muy buenos, pero este es el más importante. Quizás haya otros significativos como jugar en Primera con el Athletic o debutar en la 'Champions', pero uno va asumiendo que está en un club modesto y siente la cercanía de la gente y de la afición. Es una gozada.

- ¿Le costó dormirse al llegar a casa?

- Sí, sí, sí, con un par de cervezas en la cena... Luego al llegar a casa leí un poco la prensa y también lo que decían las redes sociales. Me costó coger el sueño. Mi suegro archivará todos los periódicos y en un futuro mis hijos podrán decirme: 'Aita, vaya la que liaste aquel día'.

- Y ahora, el Athletic.

- Todos queríamos un enfrentamiento con el Athletic. Hay muchos vascos en el Mirandés e incluso algunos son socios del Athletic. Pues nada, a disfrutarlo.

- ¿Lo dan por imposible?

- No. Sabemos que será difícil, pero los partidos hay que jugarlos. Queremos plantar cara. No tenemos ninguna presión y eso nos hace salir menos cohibidos

- Pueden meterse en Europa.

- Ja, ja, ja, ¿se imagina? Yo no. Alguno me decía: 'Imagínate ir a Trabzon (Turquía)'. Al autobús y a tirar horas, ja, ja, ja.

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