Salud

El mundo pone freno al sida

ONUSIDA publica su informe anual, que los expertos en España consideran «un toque para que la crisis no reduzca los fondos» El acceso a la medicación reduce un 21% en seis años los muertos por el virus

FERMÍN APEZTEGUIA

Martes, 22 de noviembre 2011, 08:06

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Después de 30 años de pandemia, una buena noticia. El mundo está consiguiendo poner freno al avance del sida, según anunció ayer la agencia de Naciones Unidas para la lucha internacional contra la pandemia, ONUSIDA. Las muertes por las diferentes enfermedades que causa la infección se han reducido un 21% en los últimos seis años; y los casos de contagio cayeron en la misma proporción si se compara 1997, el primer ejercicio completo desde que apareció la actual terapia, con 2010, el último ejercicio completo estudiado.

Los expertos atribuyen esta nueva situación, principalemente, a los logros obtenidos con el programa para llevar medicación antivírica a los países más empobrecidos, pero advierten de que el trabajo pendiente, con las cifras de infectados que se manejan, es todavía inmenso. A finales del año pasado, el número de afectados rondaba en el planeta los 34 millones de personas.

La presentación pública del informe de ONUSIDA sobre el estado de la epidemia abre todos los años, ya casi de manera ritual, el programa de actos con motivo del Día Mundial del Sida, el próximo 1 de diciembre. «El VIH/sida se encuentra en sus niveles más bajos desde que la epidemia alcanzara su pico», sentenció ayer el director ejecutivo de ONSUSIDA, Michel Sidibe.

El virus que devora las defensas humanas afecta hoy a más personas que nunca. La «buena noticia» es, sin embargo, que el número de fallecidos descendió el año pasado hasta los 1,8 millones, una cifra nada despreciable, pero bastante menor que los 2,2 millones por año que se registraban anualmente en la década anterior. El máximo responsable de la organización no dudó en calificar 2011 como «un año crucial» para la respuesta a la infección, gracias a «avances sin precedentes» logrados en «investigación, decisiones políticas y resultados frente a la epidemia».

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Del Nobel a la vacuna

2011 ha sido el año en que el premio Nobel de Medicina ha recaído, compartido con otros dos, en el canadiense Ralph Steinam, descubrirdor de las células dentríticas, que están abriendo camino al desarrollo de una terapia capaz de reforzar el sistema inmune. Los trabajos para el diseño de una vacuna que se desarrollan de manera paralela en California y España también avanzan de manera esperanzadora, según se ha vuelto a confirmar este año.

Además, la única terapia eficaz mientras no exista una vacuna, el tratamiento antirretroviral, llega ya al 47% de los casi 14,2 millones de personas que lo necesitan en el mundo. Esta es, posiblemente, la cifra que más evidencia los avances logrados en el último ejercicio, ya que hace sólo siete años, en la conferencia mundial de Bangkok, ese porcentaje se situaba en el 7%, 40 puntos por debajo.

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En el campo de la prevención, la circuncisión se ha mostrado como una de las mayores conquistas para prevenir la infección en África. Protege en un 60% frente al sida, fue recomendado como tal por la Organización Mundial de la Salud a finales de la década pasada y resulta que el método «ha evitado 2.000 nuevas infecciones en Kenia» y «podría evitar 3,4 millones de nuevos casos para 2015». No es una vacuna, no inmuniza, pero protege en parte. Tanto como un cara y cruz.

Condones y fidelidad

El presidente de la sociedad Seisida, el especialista en enfermedades infecciosas Enrique Ortega, valoró los datos como un «toque de atención» para que los países ricos, amparados en la crisis, no dejen de dar fondos para el mantenimiento del programa internacional. «Los avances son muy importantes, pero la botella -afirmó- puede verse medio vacía o medio llena».

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Aún así, África sigue siendo la región del mundo más castigada, especialmente el sur del Sahara, donde viven el 68 % de los infectados, pese a tener censada sólo al 12% de la población mundial. ONUSIDA cree que seguirán siendo necesarios programas para favorecer cambios de conducta en la población y para el fomento de la circuncisión y el preservativo. Su llamamiento llega un día después de que el Papa clamara en Benin que el dinero y la distribución de preservativos «aumentan el problema del sida» y que lo que vale para la prevención es «la abstinencia, el rechazo de la promiscuidad y la fidelidad matrimonial».

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