Urgente Un hombre resulta herido en un atropello en la N-634, a la altura de Etxebarri
La playa es para descansar pero también hay que cuidarla. FOTOLIA
CONSUMO Y OCIO | CONSUMER EROSKI | WWW. CONSUMER.ES

Vamos a la playa... de forma ecológica

Es posible disfrutar del sol, la arena y el agua sin dejar de ser responsables con el medio ambiente

POR: ALEJANDRO MARTÍNEZ BERRIOCHOA

Sábado, 9 de julio 2011, 04:45

Publicidad

No hay ninguna duda: España tiene un gran atractivo turístico gracias a sus 3.000 playas. Los arenales son espacios naturales cuya conservación depende en gran parte del comportamiento de sus visitantes. Por eso, cuanto más ecológicos sean los hábitos de los ciudadanos, mejor.

El desplazamiento se puede hacer con el menor impacto ambiental posible. Si es un viaje largo el transporte público es la mejor opción. Es frecuente que en verano se refuercen las líneas de autobús, tren o metro que llegan hasta las zonas playeras. Ahora bien, si va a utilizarse el vehículo privado, hay diversos consejos para reducir su efecto contaminante y, de paso, ahorrar dinero: aprovechar al máximo la capacidad del vehículo, reducir la velocidad, no abusar del aire acondicionado, etc. Aunque, claro, no siempre es posible, la mejor opción es residir o veranear cerca de la playa para llegar a pie o en bicicleta.

Una vez en el destino, el cambio de mentalidad es esencial: en un espacio abierto tan grande como la playa y el mar, la capacidad de una persona para estropearlo puede parecer insignificante, pero no es así. Estas áreas sensibles pueden resultar dañadas y convertirse en grandes vertederos si no se cuidan y protegen. En sus propios hogares, los consumidores pueden llevar a cabo una gran cantidad de acciones para evitar la degradación de los océanos y las zonas costeras. La práctica de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar) por parte de los consumidores es determinante para disminuir la cantidad de residuos que pueden acabar en el mar. Por otro lado, el uso de productos ecológicos o que utilicen menos fertilizantes limitará su impacto en el medio ambiente.

Por ejemplo: es posible sustituir las bolsas de plástico convencionales por otras biodegradables o reutilizables, y se trata de hacerlo no solo el día que se va a la playa sino de incorporar su uso en la rutina diaria.

Publicidad

El momento de la comida

Ante un día completo de playa, que por supuesto incluye degustar la comida sobre la toalla o la hamaca, es recomendable utilizar la clásica cesta de mimbre de picnic, capazos o bolsas de tela, ya que en ellas se pueden llevar los utensilios necesarios, (siempre reutilizables, nunca de usar y tirar). Conviene tener en cuenta que aunque el vidrio se puede reciclar, la playa no es la mejor opción para usarlo, ya que si se rompe puede ser peligroso para las muchas personas que van descalzas.

La comida se puede llevar en tarteras o envases específicos reutilizables para alimentos, y la bebida se puede transportar en termos o botellas de aluminio. Los envases de plástico, tanto las botellas como las bolsas, tienen un gran impacto ambiental, y por ello hay que evitar su utilización, sobre todo en la costa. Los mares acumulan cada vez más residuos plásticos que tardan cientos de años en degradarse y son ingeridos por diversas especies animales que dañan su cuerpo o incluso les causa la muerte.

Publicidad

La basura de la jornada requiere un tratamiento respetuoso con el entorno. En la playa el gesto de separar para reciclar es otra acción básica. Algunas cuentan con contenedores específicos, pero si no los hay, los residuos se deben conservar hasta poder reciclarlos en casa de forma conveniente.

Otro aspecto que conviene recordar es que las playas no son ceniceros gigantes. Los fumadores deben preocuparse de no tirar las colillas y cenizas en la arena, y menos aún en el agua. El mejor consejo es no fumar en la playa y si finalmente cae en la tentación, lo más apropiado es depositar las colillas en un cenicero improvisado y al finalizar la jornada llevarlas al contenedor. Quienes disfruten de la música en la playa deben ser conscientes de que las pilas gastadas son uno de los residuos más tóxicos para el medio ambiente: lo mejor es guardar las pilas en la mochila o en el bolso hasta que sea posible llevarlas a reciclar.

Publicidad

Respetar el entorno

El comportamiento ecológico y cívico se puede llevar a todas partes. Las señalizaciones y las zonas acotadas como sensibles se deben respetar. En la mayoría de las playas, los animales de compañía están prohibidos para evitar que sus excrementos acaben en la arena. Las duchas no están para derrochar el agua, cada vez más escasa, sino para darse un rápido repaso y quitar el salitre del mar. Y por supuesto, no use jabones o champús, que van directos al mar y causan un fuerte impacto.

La costa cuenta con su propio ecosistema y todos sus elementos se deben tratar con cuidado. Las dunas protegen las playas de la erosión, las tormentas y las olas, y son, como el agua, el hogar de diversas especies de plantas y animales. Algunas de las especies presentes en muchas playas están en peligro, como los corales, y por ello no hay que caer en la tentación de tocarlos, moverlos o llevárselos de recuerdo.

Publicidad

Muchas personas aprovechan el verano para realizar actividades en el mar, y que utilizan algún tipo de embarcación. Apueste por el barco de vela o el remo, las canoas y las tablas de surf, preferibles todas ellas a las embarcaciones de motor o las ruidosas motos acuáticas. Y recuerde: el día de playa no termina cuando nos limpiamos la arena. La conservación del entorno depende también de la actitud que mantengamos en el hotel o en casa con los recursos naturales.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad