El Eibar se expone a una dura sanción

Además de quedarse sin la posibilidad de ascender, el Eibar va a tener que rascarse el bolsillo para pagar la multa económica que, con toda probabilidad, la Federación Española de Fútbol le impondrá como consecuencia de los incidentes acaecidos al término del choque del domingo ante el Alcoyano. Pese a que el acta arbitral no refleja la pelea inicial en la que participaron varios jugadores azulgranas, sí que detalla la invasión de campo por parte de un elevado número de aficionados locales y parte de los graves sucesos que tuvieron lugar una vez que los jugadores traspasaron el túnel de vestuarios.

En el club armero tienen asumido que los hechos conllevarán una importante sanción económica, aunque habrá que esperar a saber si el juez que se designe en este caso otorga a lo sucedido la calificación de infracción grave o muy grave. Si se limita al primer supuesto, la sanción oscilaría entre los 606,01 y los 3005,06 euros. En cambio si los hechos se consideran muy graves, la multa a abonar oscilaría entre los 3.005, 06 euros a los 30.050,61. Según el código disciplinario, para determinar la gravedad de los hechos, «se tendrán en cuenta la producción o no de lesiones y que existiera un riesgo notorio para que se produjeran».

Servirá como atenuante la ausencia de antecedentes, el mayor o menor número de intervinientes y si ha existido una provocación previa. El hecho de que haya sido la primera vez que Ipurua registre unos incidentes similares juega a favor del Eibar, que confía en evitar el cierre del campo. «Nunca hemos estado advertidos de sanción y nunca ha ocurrido nada igual en Ipurua, de modo que no creemos que a la primera que pasa nos vayan a cerrar el campo», explica el gerente de la entidad, Joseba Rokandio.

Agresiones

Pero de pagar no se va a librar, porque el colegiado andaluz José Luis Munuera Montero, se encargó de detallar en su acta algunas de las incidencias ocurridas. El árbitro reveló que sufrió una agresión, aunque no le causó lesión. «Una vez finalizado el encuentro, observamos como unas trescientas personas aproximadamente invaden el terreno de juego, aficionados ellos del Eibar por las bufandas y camisetas que portaban. Acercándose unas cuarenta hacia nosotros, teniendo que ser escoltados por las fuerzas del orden público hasta el túnel de vestuarios. Durante el trayecto y dada la gran presencia de aficionados, recibí un fuerte impacto en el gemelo izquierdo, no pudiendo identificar al agresor, sin causar lesión aparente».

Asimismo, el árbitro reflejó que, con el choque ya concluido, «estando dentro del túnel de vestuarios, observo como el jugador del Eibar Txema Añibarro propina un puñetazo en el ojo izquierdo al jugador del Alcoyano Alexander (que no jugó), sufriendo un hematoma. No presenta parte facultativo».

El árbitro, que se erigió lamentablemente en el gran protagonista del encuentro por expulsar de forma muy rigurosa a Espín, explica en su informe los motivos que le llevaron a mostrar la tarjeta roja al murciano cuando apenas se había cubierto la primera media hora de juego. «En el minuto 33 el jugador (20) Espín Puerta, José Antonio, fue expulsado por el siguiente motivo: golpear a un contrario, con su brazo en la cara, con el uso de una fuerza excesiva, sin estar el balón en juego». Además, también aclara que la expulsión de Iñigo Arriola se debió, según él, a que invadió en terreno de juego con los brazos en alto, diciendo «¡Esto es una vergüenza!».