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MIGEL LORENCI
Sábado, 7 de mayo 2011, 12:27
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Arturo Pérez-Reverte ha recurrido ante el Tribunal Supremo la sentencia que le señala como autor de un delito de plagio por copiar el guión de la película 'Gitano' y que le obliga a pagar una indemnización al cineasta Antonio González-Vigil. El escritor y académico ha tildado de «emboscada» y «chantaje» la sentencia la Audiencia Provincial de Madrid tras un litigio de casi una década. González-Vigil demandó en su día al novelista por plagiar el argumento de la película 'Corazones púrpura', lo que reconoce la recurrida sentencia, que rebaja de 160.890 a 80.000 euros la indemnización solicitada.
«Es como llamar a un western plagio porque salen indios, vaqueros, un sheriff, un pistolero solitario y una chica de 'saloon'», escribe Pérez-Reverte en Twitter. Asegura que no se trata de una locura judicial, como sugiere un seguidor, y sí de un intento de sacarle dinero. «De jueces locos nada, amigo mío. Aquí no hay locuras. Ni casualidades».
La sentencia estima parcialmente el recurso de apelación interpuesto por González-Vigil y la entidad Dato Sur S.L. sobre la sentencia del Juzgado número cinco de lo Mercantil de Madrid que absolvió en 2008 a Pérez-Reverte y al cineasta Manuel Palacios de la acusación de plagio. El cineasta había presentado antes una querella que también fue archivada.
Tras un largo litigio con sentencias absolutorias previas e informes de la SGAE favorables a las tesis de Pérez-Reverte, la Audiencia Provincial considera ahora probado que la línea argumental del guión de 'Corazones púrpura' de González-Vigil se «incorpora» a la obra 'Gitano' «sin perjuicio de que ésta esté además enriquecida». La sentencia detecta «un alto grado de coincidencia».
«Ni literal ni total»
En el arranque de ambos guiones sus protagonistas recuperan la libertad tras cumplir condena de dos años por drogas, y al salir los dos van en busca de una prostituta. En ambas historias aparecen dos policías «corruptos» y «cocainómanos» que acosan al protagonista para imputarle delitos que no ha cometido, y en las dos éste se enamora de «una gitanilla, familia de un antiguo amor, y dedicada al mundo del espectáculo». También es crucial para el desenlace de ambas «la figura del patriarca del clan gitano», que pronuncian una idéntica frase del Evangelio: «Mi reino no es de este mundo».
«Existen 77 coincidencias», señala uno de los informes de un experto en juegos de azar. Una serie de coincidencias que, asegura, «no puede deberse a la mera casualidad sino a la existencia de plagio, aunque no sea literal ni total». La sentencia descarta que las similitudes sean achacables a «clichés» del género y constata entre ambas obras «significativos indicios» de «cierta transmisión conceptual, argumental, estructural, relacional y de atmósfera».
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