Efecto túnel

Quizá usted estaba pensando en hacerse un túnel, por capricho, en el jardín o en el terrenito del pueblo. Bien, olvídelo. No merece la pena. Salvando las distancias, los túneles son un poco como los hijos: al principio hacen gracia, pero luego no dan más que disgustos y además son carísimos de mantener. Yo esto no lo digo por experiencia propia, sino tras observar desapasionadamente la clase de relación que la Diputación mantiene con sus túneles. Es una cosa problemática, dolorosa, insuperable. Entre nosotros, a la foralidad hay túneles que se le empiezan a desconchinflar al rato de inaugurarlos y túneles que en cambio se le desconchinflan más a la larga. En ambos casos la cosa termina de un modo dramático y similar: con una reforma millonaria en marcha.

Recordarán tal vez el caso del túnel del corredor del Cadagua, también el de los túneles de Artxanda. La Diputación va a gastarse unos cuantos millones en ponerlos a punto y se trata de dos infraestructuras de reciente construcción que tal vez no deberían haber comenzado a dar problemas tan pronto. Si esos túneles cachorros ya presentan achaques, a nadie puede extrañar que haya que reformar también los túneles de Malmasin. Al fin y al cabo fueron inaugurados en 1975 y llevan desde entonces soportando el ir y venir diario de más de setenta mil vehículos escasamente cuidadosos.

Lo que hay que hacer en Malmasin es modernizarlo todo: reforzar el alumbrado, cambiar el sistema de ventilación, mejorar la señalización, actualizar los sistemas de vigilancia y detección de incendios. Las reformas costarán más de seis millones de euros y durarán quince meses. Todo será incluso más complicado de lo que parece porque el tráfico de los túneles no se interrumpirá, al menos durante el día. Las mejoras previstas por la Diputación son muchas, pero entre ellas no está la obtención del llamado 'Efecto Túnel', un incomprensible fenómeno descubierto por la física cuántica que, por lo visto, facilita mucho el viaje en el tiempo y la teletransportación en general. Metidos en gastos, igual sería cosa de mirarlo.