Asesinado para cobrar el seguro

La Ertzaintza y la Policía francesa han unido sus fuerzas para esclarecer el oscuro asesinato de un hincha de fútbol del país vecino, un hombre de 47 años cuyo cadáver apareció en agosto del pasado año en las marismas de Motondo, en el municipio guipuzcoano de Orio, y cuya muerte parece tener un móvil económico. La víctima, Jean Olivier Eckert, de 47 años, seguidor del Girondins de Burdeos y domiciliado en esa ciudad, tenía suscritos dos seguros de vida, de los que era beneficiaria la mujer que había sido su pareja durante varios años. Ella es a la sazón hermana de uno de los presuntos autores materiales del crimen, actualmente encarcelado en Francia. Y en teoría percibiría 146.020,54 euros.

El caso, que está muy avanzado, es uno de los primeros en los que la Ertzaintza y la Policía francesa han colaborado de manera estrecha. Ya hay dos personas en prisión por esta causa y una decena han sido detenidas, ocho en el país vecino y dos más en Irun y Bera de Bidasoa, respectivamente. Los agentes de la investigación están determinando ahora el grado de implicación de cada uno. Todo ello ha sido el resultado de nueve meses de investigación que arrancaron cuando el cadáver de Eckert, un 'hooligan' muy conocido entre los aficionados al fútbol de Burdeos, fue descubierto el pasado 21 de agosto con un disparo de escopeta en la cara por una persona que andaba por las marismas de Motondo.

Las policías de ambos lados de la frontera, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 3 de San Sebastián, creen que crimen no se perpetró allí, sino que se ejecutó quizá en suelo francés. El cadáver sería trasladado después a las marismas en una furgoneta Volkswagen cuyas rodadas fueron reconocidas en aquel paraje. Las idas y venidas del vehículo por la frontera días antes de que apareciera el cuerpo fueron reconstruidas por la Ertzaintza utilizando las cámaras de vigilancia del paso fronterizo de Irún y de otros establecimientos, como una gasolinera de Aginaga.

De momento, el principal responsable del asesinato parece ser Thierry Mesplede, quien pudo llevar el cuerpo e Olivier Ecker a Orio solo o con otras personas. Ese individuo de 46 años, que cuenta con un amplio historial delictivo, es hermano de Sophie Mesplede, la mujer que mantenía o, al menos, había mantenido, una relación sentimental desde hacía años con la víctima. Thierry y Olivier eran viejos conocidos. De hecho, ambos estuvieron implicados en un procedimiento por violación.

Deudas pendientes

El posible móvil del asesinato afloró enseguida. La Policía francesa comprobó que en el domicilio del muerto en Burdeos había dos seguros de vida con la empresa CNP Assurances, uno de los cuales había sido contratado en el año 2004 por 97.324,83 euros. Se da la circunstancia de que la última aportación, por una cuantía de 9.000 euros, fue ordenada por Olivier Eckert el 16 de agosto de 2010, unos pocos días antes de su muerte.

La segunda póliza fue suscrita el 6 de abril de 2010, por 48.695,71 euros. Al igual que en la anterior, Olivier efectuó una aportación de 9.000 euros el 16 de agosto. Se da la circunstancia de que en ambos seguros figuraba como única beneficiaria Sophie.

Además, en la casa de la víctima apareció un papel manuscrito en el que figuraban diversos nombres asociados a diferentes cantidades. Se podía leer «Sophie 14.400» y, a continuación, «Thierry 12.000». Un amigo de Olivier Eckert desveló a la Policía que Sophie le debía a su pareja alrededor de 10.000 euros, por lo que se baraja la posibilidad de el hermano también tenía que devolverle algún dinero. Con estas evidencias, los investigadores creen que la finalidad del asesinato no podía ser otra que cobrar las pólizas, si bien no han precisado si la destinataria del dinero conocía los planes de Thierry.

Gracias al seguimiento de las llamadas de la víctima y de los presuntos implicados en el crimen se ha podido determinar que Olivier Eckert se encontraba en las Landas francesas en vísperas de su muerte, con Thierry y varias personas más, entre ellas Cyril Rauzet, dueño de un restaurante -en prisión también por esta causa-. Con ellos estaban también la amante de Rauzet y otro individuo no identificado. Los agentes creen que el grupo cruzó la frontera el 17 de agosto. Ese día la víctima se hallaba con vida, ya que fue reconocida por el propietario de un estanco de Irun junto al hombre no identificado.

Cyril Rauzet ha negado toda implicación en el caso y ha declarado que estuvo todo el mes de agosto al frente de su negocio, afirmación desmentida por la amante y una hijastra de éste. Ambas dijeron que dos o tres días después del 15 de agosto, el sospechoso partió a Bayona y San Sebastián para irse de fiesta y ver partidos de rugby. En fechas posteriores a la muerte de Olivier Eckert, con la tarjeta de crédito de éste se efectuaron diversas compras: dos vestidos de mujer, ropa deportiva y calzado de niño, todo ello encontrado más tarde en casa de la ex pareja del principal acusado, Thierry Mesplede.

Se tiene también constancia de que esta misma tarjeta fue empleada el 19 de agosto -con Oliver ya muerto- para abonar el peaje de Biriatou; y que ese mismo día se realizó otro pago en un estanco de Irun. La Ertzaintza sospecha que el usuario fue Thierry Mesplede.