La ermita de Santa Ana de Castro abrirá en primavera tras cinco años

Casi cinco años han pasado ya desde que la ermita de Santa Ana de Castro cerrara sus puertas a vecinos y visitantes ante el peligro de derrumbe por problemas estructurales. Esta joya arquitectónica, que junto a la iglesia de Santa María, el puente medieval y el castillo-faro conforma el conjunto artístico-histórico de la villa, lucirá su mejor cara en unos meses tras una rehabilitación integral. Las obras se han prolongado por espacio de medio año.

Más de 220.000 euros han sido necesarios para restaurar las vigas principales del inmueble, frenar las graves pérdidas de sección en el pilar central, reparar la deteriorada cubierta de madera y fortalecer los deformados pilares del muro de mampostería de la fachada. Una vez retirados los andamios a finales de año, la Plataforma para Salvar la Bahía denunció una descuidada restauración de los lienzos exteriores de la ermita donde «se ha aplicado un exceso de mortero, que desmerece la imagen tradicional de este monumento».

Juantxu Bazán, presidente de la agrupación, desveló que la fachada este presenta una doble tonalidad en la que «resulta patente el descontrol en la dosificación de los materiales». Incluso, aseguró Bazán, se ha retirado el andamiaje sin proceder a la limpieza de la piedra del peñón. Remarcó que se pueden observar restos de mortero que se han ido acumulando durante la ejecución de esta obra.

Son reproches que no comparte el concejal de Hacienda y Patrimonio de Castro Urdiales, José Miguel Rodríguez. En su opinión, los trabajos se «están ajustando en todo momento» al proyecto aprobado por el Ayuntamiento y la Consejería de Cultura. La intervención, recalcó, se está desarrollando «correctamente» y con arreglo al procedimiento perfilado «por el arquitecto municipal y los técnicos».

Muestra de reliquias

El edil de Patrimonio recordó también que la empresa Inor, adjudicataria de los trabajos con un presupuesto cercano a 180.000 euros, ha acometido en los últimos años rehabilitaciones de edificaciones religiosas de características similares. Insistió que ha sido financiada al «100%» por las arcas municipales y adelantó que las obras concluirán el próximo marzo. Una vez terminadas, el proceso de contratación de personal «sólo llevará un mes». De no sufrir ninguna demora, la reapertura de la ermita de Santa Ana, que reforzará la oferta turística local, tendrá lugar en abril.

El interior de la ermita se habilitó como centro de interpretación arqueológica en 2004, poco después de que las excavaciones efectuadas en el peñón de Santa Ana sacaran a la luz los restos romanos. El yacimiento podrá exhibirse de nuevo siete años más tarde; residentes y turistas podrán contemplar de nuevo cerca de 1.700 objetos arqueológicos como piezas líticas, restos humanos y de fauna terrestre y marina. También albergará fragmentos cerámicos de distintas épocas.