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Un hombre se fuma un cigarrillo, apoyado en una máquina expendedora. :: AFP
Nueva ley antitabaco

Gasolineras y tiendas de horario amplio también venderán tabaco

EL PSE-EE introduce cinco enmiendas a la ley vasca con el fin de regular mejor la publicidad y mantener la red de distribución

FERMÍN APEZTEGUIA

Jueves, 9 de diciembre 2010, 09:38

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El grupo socialista ha introducido cinco enmiendas al proyecto de ley antitabaco elaborado por el Gobierno vasco que buscan mejorar la regulación de la publicidad y, como mínimo, mantener la actual red de distribución de tabaco. En línea con la ley general, la norma vasca abrirá la puerta a la venta de puros y cigarrillos en establecimientos que estén abiertos al público durante un mínimo de 18 horas, lo que significa que podrán hacerlo las estaciones de servicio -que con el texto actual podrían perder este derecho- y los centros comerciales con horarios amplios de venta al público.

La parlamentaria socialista Teresa Laespada dijo ayer que la presentación de estas cinco enmiendas busca que la legislación «no sea más restrictiva en Euskadi» que en el resto de España, aunque en realidad lo será. El texto presentado por el Gobierno vasco busca impedir que se fume en todo local cerrado de uso público y en determinados espacios al aire libre, como las inmediaciones de los centros escolares. La ley, por lo que se sabe, podría ser incluso de aplicación en determinados ámbitos de lo privado, si hubiera en ellos personal empleado que pudiera verse perjudicado por la aspiración de humo.

Dos de las enmiendas promovidas por los socialistas tienen que ver con la promoción y publicidad de tabaco dentro de los estancos. El proyecto original prohibía la colocación en ellos de anuncios o de lemas que incitasen a fumar, pero el PSE quiere modificar este asunto. Una de las iniciativas plantea que se autorice la promoción de productos del tabaco en expendedurías y locales de timbre, que son aquéllos donde se estampan y venden sellos. La propuesta tiene, sin embargo, dos condiciones. Por un lado, la publicidad no puede tener como destinatario a los menores de edad, ni suponer la distribución gratuita de tabaco. Por otro, el texto propuesto prohíbe explícitamente que se haga esta publicidad «fuera de la red» de estancos, lo que excluye las oficinas de Correos, donde también se expenden timbres.

Café, copa y puro

El grupo socialista también planteará que la prohibición de la publicidad sobre el consumo de tabaco y sus marcas no afecte a las publicaciones del sector. Una revista que, por ejemplo, se dirija solo a los profesionales que intervienen en el comercio del tabaco podrá financiarse con anuncios de este tipo. También se librarán de este veto las publicaciones que se editen o impriman en países no integrantes de la Unión Europea, «siempre que dichas publicaciones no estén destinadas principalmente al mercado comunitario». Se trata de evitar la picaresca de soslayar la prohibición editando en terceros países revistas dirigidas a lectores comunitarios.

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La legislación presentada por la dirección de Drogodependencias también limitaba la venta de cigarrillos a paquetes de veinte unidades, con el fin de evitar que se vendiesen cigarrillos sueltos, que quedan más al alcance de adolescentes. Esta solución impedía, sin embargo, la venta de puros sueltos y, como consecuencia, ponía en entredicho el clásico café completo (café, copa y puro). Esta es una cuestión que tampoco se prevé en la normativa estatal. Ahora, la enmienda presentada por los socialistas aboga por que se prohíba la «comercialización, venta y suministro de cigarrillos y cigarritos no provistos de capa natural en unidades sueltas o empaquetamientos de menos de veinte unidades».

Consenso con el sector

La venta de tabaco en máquinas expendedoras no solo será posible en quioscos de prensa, bares y restaurantes, como prevé la ley, sino que se ampliará a «locales de conveniencia», expresión que se refiere a los locales abiertos al público un mínimo de 18 horas, como gasolineras y otros. Los socialistas quieren asimismo, y ésta es la quinta de sus enmiendas, que transcurrido el plazo de dos años desde la entrada en vigor de la ley el Gobierno vasco «realice una evaluación de su impacto económico en el sector hostelero».

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La parlamentaria Teresa Laespada aseguró ayer que todas estas nuevas iniciativas cuentan con el apoyo de los hosteleros de Euskadi. «Hemos oído a los colectivos más afectados para recoger sus recomendaciones», afirmó.

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