

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
DAVID GUADILLA
Domingo, 28 de noviembre 2010, 03:43
E TA ha decidido desbloquear el proceso abierto por la izquierda abertzale radical y avalar su camino hacia las vías políticas. Con todas las cautelas que rodean a la banda terrorista, la dirección de la organización armada habría decidido crear recientemente una especie de comité político que irá concretando los pasos a dar durante los próximos meses. Este órgano estaría formado por militantes veteranos, con experiencia en procesos anteriores y que serían los encargados de marcar los ritmos, el contenido de los comunicados y los plazos en los que tienen que ser publicados. En cualquier caso, su función no sería dinamitar la estrategia de Batasuna, sino todo lo contrario, respaldar el camino emprendido por el aparato político y controlar cómo se «cierra la persiana».
Entre sus posibles miembros, al parecer, se encuentra 'Josu Ternera', apartado de la cúpula de ETA por los sectores más duros durante el último proceso de paz y que, desde entonces, había optado por mantenerse en un segundo plano. Sin embargo, los actuales miembros de la dirección se habrían convencido de la necesidad de recuperarle para pilotar un proceso que se aventura tortuoso y que, según se prevé, no será corto. 'Ternera' dirigió ETA a finales de los ochenta, participó en alguno de sus atentados más sangrientos y acabó como parlamentario vasco de Euskal Herritarrok, antes de huir definitivamente de España.
La entrada en juego de estos veteranos no supondría un cambio en la hoja de ruta, pero quizá sí en los ritmos. Fuentes conocedoras de la situación señalan que el proceso podría ir «un poco más lento de lo esperado, pero más seguro».
Durante los últimos meses, la izquierda abertzale ha venido reclamando a ETA que acompañe su apuesta política, ante el convencimiento de que mantener la actividad violenta conduce a un callejón sin salida y es contraproducente para el propio movimiento independentista, con cerca de un millar de presos en las cárceles de España y Francia, y un buen número de refugiados en otros países. Un ejemplo de la complicada situación interna sería lo que acontece en las cárceles, donde aumenta el número de reclusos que rompen la disciplina del colectivo de presos.
Los gestos han sido variados y todos ellos acogidos con bastante frialdad por la mayoría de los partidos, a excepción de Eusko Alkartasuna. A mediados de febrero fue presentada la resolución 'Zutik Euskal Herria!', consensuada tras varios meses de debate en el que los defensores de las tesis más posibilistas habrían sorteado las presiones de los sectores más escépticos para lograr ratificar un documento en el que se defendía la «ausencia total de violencia sin injerencias».
A finales de marzo, un grupo de mediadores internacionales exigió una tregua «permanente, unilateral y verificable». La banda desoyó su petición. A pesar de ello, el 24 de abril, la izquierda radical presentó un texto en Pamplona en el que afirmaba que los atentados llevan al «colapso» y solicitaba a ETA que hiciese caso a los mediadores. La organización tampoco respondió.
Los mensajes de Otegi
El siguiente gesto fue la firma con Eusko Alkartasuna del acuerdo 'Lortu arte' en el Palacio Euskalduna de Bilbao. Era el 20 de junio. Los recelos aumentaban porque los etarras no daban los pasos esperados.
El comunicado llegó el 5 de septiembre: un cese de las «acciones ofensivas». La antigua Batasuna siguió por su senda y apretó el acelerador. El 25 de septiembre firmó la declaración de Gernika con EA, Aralar y otros colectivos. Está vez sí, de manera explícita, pide una tregua permanente a ETA. La banda responde apenas unas horas después recalcando que irá «más lejos», pero «si se dan las condiciones».
A mediados de octubre, Arnaldo Otegi ofrece una entrevista que supone un aldabonazo. Sostiene que la izquierda abertzale «se opondrá» a un nuevo atentado y rechaza la extorsión. Pero ETA sigue sin responder y crece la impaciencia.
En noviembre, Otegi comparece en la Audiencia Nacional y cuela dos mensajes: la izquierda abertzale no «busca contrapartidas políticas» para ETA y «rechaza» la violencia. Hay quien sostiene que aquellas declaraciones no fueron inocentes. Fueron un mensaje a los terroristas: basta de obstaculizar el proceso, tiene que haber un abandono unilateral de las armas. Parece que la organización ha escuchado el recado. Otra cosa es cuándo dará el paso final. Algunos apuntan que debe ser antes de fin de año. No está claro. «No miremos a corto plazo ni nos agobiemos con el calendario. El proceso tiene sus ritmos y va bien», afirma un conocedor de la situación. Por lo menos, mientras la correlación de fuerzas en ETA no vuelva a cambiar.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.