Berasategui dirigirá el restaurante del Domine

La cocina bilbaína calienta fogones y engorda de michelines. En el mejor año de su historia turística, las empresas de restauración y hostelería de la capital vizcaína han decidido mover ficha con proyectos espectaculares para atraerse la confianza, especialmente, de los viajeros extranjeros. El sector lanza un órdago en toda regla a la crisis mundial para reforzar su posición internacional.

Si el restaurante del Museo Guggenheim, en manos de Josean Martínez Alija, anunció recientemente la puesta en marcha para el próximo febrero de un nuevo local de alta cocina que aspira a convertirse en una referencia «a nivel mundial por su innovadora visión conceptual», ahora le toca el turno al Gran Hotel Domine. El establecimiento de la cadena Silken revolucionó ayer el mercado nacional al anunciar el fichaje de un «crack» de la gastronomía española: el donostiarra Martín Berasategui.

El poseedor de seis estrellas Michelin perfilará la nueva gastronomía del hotel de lujo con mejores vistas a la pinacoteca de Frank Gehry. Francisco Javier Campuzano, director del centro, dio por hecho la contratación y aseguró que sólo queda por «concretar» la firma del restaurador, que se producirá, seguramente, en el transcurso de esta semana. El chef de Lasarte supervisará también los fogones del Indautxu, el primer hotel con el que Silken desembarcó en Bilbao.

Berasategui retoma así su contacto con el público bilbaíno, ya que asumió las riendas gastronómicas del local del Guggenheim desde su fundación hasta hace cerca de dos años. Gestionó su explotación a través del grupo empresarial MB, que manejó también el Kursaal de San Sebastián, el mítico Bodegón Alejandro y Mugaritz, actualmente en manos de IXO Grupo.

«Quería volver a Bilbao»

«Le apetecía mucho volver a la ciudad. Y esta oportunidad le viene como anillo al dedo», expresó, orgulloso, Campuzano, convencido de garantizarse el fichaje de una estrella con enormes resonancias mediáticas. «Es un puntazo comercial», recalcó. El Domine busca «la excelencia gastronómica» e «internacionalización» de una cocina que paladearon en su estreno Sofía Loren y Diana Ross, pero también mejorar la «imagen de marca» de su hotel con «un nombre» cuya fama traspasa fronteras.

Silken enmarca esta «colaboración de lujo» en su intento de aprovechar la vitalidad que han recobrado los restaurantes de hotel. Berasategui, que explota el complejo Abama de Tenerife, el Condes de Barcelona y el EME de Sevilla, lanzará una oferta culinaria basada en los principios que han jalonado su carrera: «humildad, respeto y trabajo». Al igual que otros chefs con intereses en múltiples negocios, no se colocará delante de los fogones. Mantiene su confianza en Juan Ramón Llaguno, jefe de cocina, aunque también se rodeará de otros hombres de confianza para reforzar la marca de Beltz The Black, la joya de la corona del Domine.

La materialización de este proyecto sume a Bilbao en una impresionante revolución que arrancó a principios de año con la proliferación de actuaciones lideradas por cocineros de lujo que inventan nuevas formas de negocio con precios accesibles. Daniel García, del Zortziko, abrió un restaurante en los almacenes generales de la antigua aduana de Bilbao; Eneko Atxa, compagina los fogones de los exclusivos Azurmendi de Larrabetzu y Villa Magna de Madrid con el Kalaka; Ricardo Pérez fusiona en La Alhóndiga la cocina tradicional vizcaína y de otras latitudes; y Aitor Elizegi, miembro del movimiento Slow Food, reivindica la defensa de los productos «de la tierra» en el viejo almacén de sales marinas de Bilbao.