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San Emeterio, un pulmón incansable, obstaculiza a Mickeal, al que superó por completo. :: FOTOS: VICENS GIMÉNEZ
Un respeto para el Baskonia
BARCELONA 58 CAJA LABORAL 63

Un respeto para el Baskonia

Rompe el cerco del Palau y la ventaja de campo blaugrana para adelantarse en la serie final aferrado al credo de la defensa

CARLOS PÉREZ DE ARRILUCEA ENVIADO ESPECIAL c.p.arrilucea@diario-elcorreo.com

Viernes, 11 de junio 2010, 10:49

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El Baskonia tiene un plan en esta final de la Liga ACB. Quiere ganar el tercer título liguero de su historia y poco le importa quién este delante; el vigente campeón de la Euroliga, una escuadra de marcianos baloncestísticos o toda la alineación de superhéroes de Marvel vestidos de corto. Con sus hechuras desiguales, sus altibajos, su dependencia de Tiago Splitter y ese corazón enorme, ayer le dio por rebatir a la multitud que auguraba un 3-0 en la serie contra el todopoderoso humano. Con perdón, oiga.

Toda una lección para los que recibían ufanos y con cierto desdén los constantes mensajes llegados desde el Buesa Arena a lo largo de la semana que insistían en que los de Ivanovic no iban al Palau a ver qué pasa. El 0-1 que ayer clavó el plantel vitoriano sirve de aviso. El Baskonia ha llegado a la final y ahora busca la matrícula de honor. Por mucho que el resultado de ayer maraville, la empresa sigue entrañando una complejidad gigantesca. El Barcelona es perfectamente capaz de ganar en su cancha o donde le dé la real gana. Pero que recuerde que no basta con presentar su bien ganada reputación de equipo voraz e inabarcable.

Porque este Caja Laboral también tiene hambre y ayer asestó un mordisco tremendo al 'play off'. Por primera vez en mucho tiempo, desnudó al temible Barça y lo redujo a una imagen maniatada y temblorosa, un equipo incómodo con el marcador en contra y sin ese instinto asesino con el que ha reducido a la nada a todos sus rivales a lo largo de la temporada. Y en el bando baskonista, un grupo de creyentes aferrados al credo defensivo con los suficientes chispazos de maestría para golpear en el mentón de su adversario durante un último cuarto trepidante, minado por los constantes errores pero en el que surgieron providenciales Splitter, San Emeterio y Huertas. Un parcial de 10-18 en el cuarto final que fundió los plomos del cuadro local, atacado por una imprecisión insólita.

Querer y poder

Despierto y con elcorazón caliente. El Baskonia irrumpió en en el Palau como un vendaval, dispuesto a extender los temblores entre aquellos que casi han descorchado la primera botella de cava para celebrar el título blaugrana incluso antes de que se dispute la final. Ante un Barcelona demasiado acomodado en su sentimiento de superioridad, clavó en un santiamén un parcial de 0-12 merced al imparable ímpetu de Splitter y la puntería de Teletovic.

Cinco minutos y diez segundos le costó al campeón de la Euroliga anotar su primera canasta y recordar que el título liguero no se regala. Con todos sus principales referentes anulados, Xavi Pascual tiró de su imponente fondo de banquillo para revisar la mira desviada desde la línea de 6,25. Basile y Lakovic hicieron honor a su condición de secundarios de lujo, cuatro triples despertaron a la bestia pero el plantel vitoriano dejaba claro que en esta final no viene de invitado pasivo (16-22, minuto 10). Soportó con entereza el primer acercamiento local, titubeó un tanto con Palacio al timón, pero alimentó el sueño con un parcial de 0-7 (18-29, minuto 14). Se estiró hasta los doce puntos de renta 22-34 a falta de tres minutos para el descanso hasta que cayó en una desesperante afonía ofensiva.

A flor de piel

El Barça castigó la desorientación baskonista con un parcial de 9-0 con el que se marchó al vestuario con el gesto recompuesto (32-34). En la continuación, ahondó en la ceguera de los de Dusko Ivanovic para apoyarse en el poderío felino de Ndong (41-36, minuto 23). Los de Ivanovic se recompusieron lo suficiente hasta alcanzar el tercer cuarto con un 48-45 aún esperanzador.

Teletovic iluminó el retorno a las tablas en el marcador con un triple en el arranque del capítulo decisivo. Comenzó entonces una pelea de nervios. A los triples de Navarro y Lakovic respondía Splitter; al estirón de Vázquez golpeaba San Emeterio.

56-56 a falta de escasos cuatro minutos y un Palau rugiente y que comienza a vislumbrar la anomalía. Despojado de su timidez de cara al aro, Oleson clava una bandeja, el Barcelona cede una pérdida y Huertas se apunta a la revolución con un triple (56-61, minuto 37). Navarro reduce distancias con dos tiros libres y el timonel paulista se asoma al abismo con una de sus 'bombinhas' que perfora el aro blaugrana. El Baskonia entra en el último minuto con cinco puntos de renta, un 58-63 que quedará inamovible, una pica que abre al plantel azulgrana el camino hacia el título. Atención, este Caja Laboral no va de farol.

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