«Para nosotros es vital que nos dejen medir dentro de los pisos»

Además de las mejoras en el firme, Bilbao Kirolak está dispuesto a cambiar los tableros de policarbonato por madera -amortigua más los golpes-, y las redes de metal por textiles. Asimismo, el instituto municipal de deportes quiere colocar aros desmontables y un sistema de luces que garantice que no se juega a horas intempestivas. Con todas estas medidas, Jon Sustatxa está convencido de que es posible ajustarse a la sentencia.

Sin embargo, la adopción de estas soluciones se ve condicionada por las dificultades para medir el impacto sonoro de la actividad. Y es que, desde que se desató la crisis en el parque, los técnicos no evalúan el ruido real en los hogares sino que se realizan simulaciones, ya que los vecinos no permiten el paso de los expertos a sus domicilios. «Las últimas pruebas que se hicieron datan de 2006 y creo que es necesario volver a estudiar la situación, porque han podido cambiar muchos condicionantes», afirma el concejal, que plantea que la disminución del tráfico o del ruido urbano, así como un mejor aislamiento de las casas, han podido modificar las condiciones acústicas en el interior de los pisos.

El edil de Deportes insiste en que «es vital para nosotros que se nos deje conocer los registros de los sonómetros dentro de los inmuebles». A su juicio, «estos datos nos darán una información suficiente para saber si vamos por buen camino y si podemos hacer un esfuerzo mayor». Las medidas estudiadas hasta la fecha supondrían un desembolso de 100.000 euros. Lo que tiene claro el Consistorio es que no quiere esperar a que el TSJPV dicte una nueva sentencia dentro de año y medio. «Si es posible hay que solucionarlo antes», declara Sustatxa.