Seguridad vial

Los conductores vascos no se fían de las señales

Más de la mitad creen que su objetivo es multar en lugar de evitar siniestrosUna encuesta constata que Euskadi es la comunidad donde los automovilistas tienen peor opinión acerca de estos elementos

M. JOSÉ TOMÉ

Jueves, 15 de abril 2010, 12:48

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Las señales de tráfico, el lenguaje universal de las carreteras, no tienen buena prensa entre los conductores vascos. Euskadi es una de las comunidades autónomas donde estos elementos generan mayor desconfianza: los automovilistas creen mayoritariamente que están mal colocados y que, en el caso de los que limitan la velocidad, su propósito no es contribuir a una buena conducción sino, por el contrario, lograr que se multe indiscriminadamente. Según una encuesta realizada por la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), nada menos que la mitad de los conductores vascos está convencido de que las señales de velocidad no están puestas para evitar accidentes y seis de cada diez no se fía de los límites marcados ni cree que estén colocadas en lugares adecuados. Por el contrario, los vascos son los que demuestran un mayor conocimiento de su significado, al reconocer el 57% de estos símbolos.

El propósito de este estudio, patrocinado por la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) y Seguros Zurich, era conocer la opinión de los conductores sobre estos elementos verticales y, al mismo tiempo, averiguar en qué medida son capaces de interpretarlos correctamente. A partir de 1.723 entrevistas personales realizadas entre el 25 de enero y el 15 de febrero, el sondeo saca sus conclusiones de las puntuaciones otorgadas por los automovilistas a los distintos tipos de señales en función a criterios de colocación, conservación, utilidad... En todos los conceptos, los conductores del País Vasco, junto a los gallegos, castellano-manchegos, andaluces y aragoneses, son los que demuestran tener una peor percepción de estos elementos, muy por debajo de la media estatal.

De entrada, los usuarios vascos otorgan a la señalización general de las carreteras de su comunidad una puntuación de 6,1, la valoración más baja de todas las autonomías, por delante sólo de la que reciben las vías de Aragón (5,7) y Canarias (5,5). La nota está por encima del aprobado pero, en comparación con el resto de España, Euskadi es un rosario de percepciones negativas.

La mitad, un enigma

Por ejemplo, mientras que ocho de cada diez conductores baleares cree que las señales que orlan sus carreteras están bien colocadas, en el País Vasco esta opinión sólo la tienen 4 de cada diez. El 80% critica su mala conservación y cree que hay demasiadas señales concentradas en un mismo punto, generando lo que se denomina 'estrés perceptivo'. Más de la mitad, además, opinan que no se ven bien y que hay zonas donde harían falta y, sin embargo, brillan por su ausencia.

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Por tipos, las de velocidad son, lógicamente, las más vilipendiadas. Si el 73% de los conductores españoles, de media, confía en que su objetivo es evitar la siniestralidad, este porcentaje se reduce al 53% en el caso de los encuestados vascos. Siete de cada diez, además, cree que no se ajustan al peligro real y que «están puestas para multar».

Otra conclusión significativa del estudio es que la mitad de las señales supone un auténtico enigma para los conductores. Los vascos superan la media en este caso pero para los responsables del estudio se trata de un dato «preocupante» que pone en evidencia la necesidad de que impartir cursos de reciclaje para refrescar algunos conocimientos al volante.

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En este punto, llama la atención la diferencia entre la confianza de los conductores en su dominio del código de las señales respecto a su conocimiento real: mientras los encuestrados creen saber el significado del 81% de esos elementos, en la práctica sólo aciertan el 52%. Es más, tres de cada diez conoce menos de la mitad de las señales mostradas en el test. Los automovilistas de las comunidades autónomas de Extremadura, Asturias, Cantabria, La Rioja y Navarra son los que obtienen los peores resultados en la prueba.

«Las administraciones deberían tomar buena nota de estos resultados», apuntó el presidente de Fesvial y catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia. Luis Montoro cree que los conductores son los «grandes olvidados», algo que calificó como «peligroso» al hablar de seguridad vial. Por su parte, el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, considera que estas conclusiones demuestran que el aprendizaje de la conducción «no concluye con la obtención del carné, sino que se extiende a toda la vida del automovilista».

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