El mejor y mayor txakoli

El txakoli alavés de 2009 es como un culturista: es grande, tiene cuerpo y ha adquirido progresivamente mayor empaque. La Denominación de Origen Arabako Txakolina presentó ayer en el museo Bibat su nuevo vino, del que tiene previsto envasar un total de 336.500 botellas, frente a las 225.489 de la añada previa.

Este aumento en la producción, de un 48%, se corresponde con un incremento en las hectáreas dedicadas a las uvas, que han crecido en más de veinte con respecto a las setenta que había antes. Pero es tan sólo un paso. Tal y como explicó el gerente de la Denominación, José Antonio Merino, las previsiones de los productores sitúan el volumen de txakoli en 900.000 botellas para dentro de cuatro años. Además, el crecimiento también se ha reflejado en el número de productores, que actualmente suman siete bodegas, frente a las cinco que operaban hace doce meses.

Y, si la cosecha de 2008 tuvo como padrinos a los músicos Bingen Mendizabal y Mikel Urdangarin, los nuevos vinos contaron en su puesta de largo con la arqueóloga Paquita Sáenz de Urturi como madrina. Además, se vieron arropados por la música, de la mano del coro Enol-Vitoria-Gasteiz, que presentará el próximo mes un cedé de canciones sacras y folklore de distintas regiones.

También asistieron a la presentación el viceconsejero de Agricultura, José Luis Anda; el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez; la diputada de Agricultura, Estefanía Beltrán de Heredia; la responsable foral de Cultura, Lorena López de Lacalle, y el diputado de Transportes, Luis Zarrabeitia. A ellos, y a todos los presentes en el acto, les recordó su responsabilidad en este auge del txakoli alavés el presidente de la Denominación, Iosu Ortuzar.

Cosecha muy buena

Merino presentó a la madrina, que «ha dedicado la mayor parte de su vida profesional, desde 1969, a la arqueología desde el Instituto Alavés de Arqueología al tiempo que dirige las excavaciones de los yacimientos de Los Castros de Lastra, en Carranca, Legardagutxi , en Lermanda, Arakaia y Mariturri en Armentia, así como otras excavaciones en el Casco Viejo».

Y llegó el momento de la cata, con el enólogo Mikel Garaizabal, que ofreció las pautas para degustar el vino de la cosecha 2009, que calificó que «muy buena». Después, hubo una degustación y, para quien no fuera suficiente, un poteo con txakoli por 27 locales hosteleros de la capital alavesa.