Emoción, lágrimas y torería en el Cervantes

El teatro Cervantes de Arnedo rezumaba a mediodía de ayer torería riojana desde el escenario hasta el gallinero. Se premiaba con el segundo capote comunitario al riojano Diego Urdiales. El único diestro que ha repetido trofeo. No sólo eso, sino que alguno más debiera tener en su ropero si no se lo hubieran birlado en su época modesta.

Directivos y presidentes de los colectivos taurinos de Logroño, Alfaro, Nájera, Rincón de Soto, Arnedo y Aldeanueva, el ganadero larderano Carlos Lumbreras Lozano, el presidente de la Federación Riojana de Peñas Taurinas Salvador Arza, que fue distinguido con una placa que le entregó Conrado Escobar para premiar sus desvelos, el jurado que premia, cientos de aficionados de La Rioja y paisanos de Arnedo poblaron el palenque cultural arnedano.

Juan Antonio Abad, alcalde de la ciudad, afirmó que «la fiesta nos necesita a todos y Arnedo se ha volcado con el evento histórico y desde la base con el 'Zapato de Plata'». Y añadió: «Estamos orgullosos de Diego por su tesón y el cariño nacional que arrastra y de Sergio Hernández, arquitecto de la nueva plaza», concluyó.

Conrado Escobar, consejero de Administraciones Públicas, resaltó el número de festejos y las actividades en la Comunidad, sus facetas cultuales, como la música riojana en la federación nacional, mientras que Pedro Sanz remató que «los toros se apoyan con hechos y actuaciones más que con titulares de prensa y dialéctica. Diego Urdiales nos ha demostrado con cabezonería que no estaba equivocado y mañana (por hoy) inaugura la plaza de Arnedo en compañía de José Tomás y Aparicio». En este punto Sanz fue taxativo: «No olvidemos que primero es lo nuestro y luego lo de los demás. Le acompañan otros dos».

Ovación al paisano

El verdadero protagonista, Diego Urdiales, emocionado, ligó en tandas cortas palabras de agradecimiento a los familiares, paisanos, riojanos y amigos que le han ayudado en los momentos difíciles.

El público que abarrotaba el teatro Cervantes ovacionó un vídeo dedicado al diestro arnedano que debe calificarse de excelente por las imágenes y la poesía torera que destila. Es obra de Pablo García Mancha.

El final fue de fotografías para el recuerdo con el torero y los demás premiados en una gala que dirigió la periodista Eva Barco y que también dedicó intensos aplausos y recuerdo agradecido al salmantino David Vicente Iglesias, que durante tantos años apoyó a Diego en sus tiempos difíciles de forja, sacrificio y penuria.