Borrar
Debemos extremar las precauciones durante la conducción.
Conducir con viento: trucos y consejos
un enemigo invisible

Conducir con viento: trucos y consejos

Llevar un vehículo bajo un vendaval o entre rachas de viento fuerte como las que azotan Euskadi estos días obliga a seguir algunas recomendaciones para evitar perder el control

SERGIO EGUÍA

Sábado, 8 de febrero 2014, 14:58

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En la jungla de asfalto, en esa batalla diaria por llegar antes a los sitios y de la que, como en toda guerra, lo único importante es volver sano y salvo a casa, el viento es un francotirador. Aparece por sorpresa, dispara -en ráfagas, porque tampoco apunta antes de hacerlo- y cambia de ubicación. Ahora, sopla; ahora, no. Unas veces de la izquierda, otras de la derecha. Y en medio el conductor. Si no lo tienes en cuenta, la cuneta será lo próximo que veas. En días de fuerte temporal como los que vivimos la naturaleza nos recuerda lo salvaje, inmisericorde e inapelable que puede llegar a ser. El resto del año parece que se nos olvida. Al volante tenga siempre en cuenta de lo que es capaz un poco de aire. Piense lo que puede hacer una ráfaga de viento con un avión que trata de tomar tierra en Loiu. Lo ha visto infinidad de veces. ¿Por qué pensamos entonces que esas turbulencias no harán nada a nuestro coche? Así que extreme las precauciones y recuerde que con viento hay algunas recomendaciones que se deben tener muy presentes.

Obstáculos

Abra los ojos por lo que pudiera caer a la calzada: árboles, contenedores arrastrados, cascotes... Este martes, sin ir más lejos, una chapa de las que recubre el lateral de la fachada del Hospital de Cruces se derrumbaba sobre la A-8 y la obligaba a cortar dos carriles.

Manos firmes

Nada de soltar el volante. Las dos manos sobre el aro. Firmes. Cualquier gesto, si coincide con una ráfaga, pueden suponer un gran susto. En ocasiones notamos que el coche se balancea, pero que lo controlamos con facilidad. Ojo con la falsa sensación de control. Es posible que el vehículo se estabilice porque la ráfaga ha cesado. El viento no es una fuerza continua. Viene y va y por ello es común que se confundan efectos sobre al marcha debidos a la inclemencia o a nuestras reacciones.

Falta de tracción

De hecho, con fuertes vientos es normal sentir como si al coche le faltara tracción. Al principio se parece más a un fallo del propio motor que a un fenómeno ajeno. 'Es como si no tirara', se suele definir. Efectivamente, el viento ralentiza el avance. Bueno, obliga a abrir más gas para mantener la velocidad por lo que se consume más combustible y si para o se reduce la resistencia del aire hace que el automóvil acelere su marcha de una manera considerable. Además, cuando golpea por un lateral, sobre todo al subir una pendiente, la cantidad que fluye bajo el chasis lo empuja hacia arriba y además de arrastrarle sentirá que las ruedas no se agarran como deberían. Hay dos maneras de evitar este peligro. Reduzca la velocidad. Para luchar contra el viento lo que necesita es potencia, no velocidad. La segunda, y esto es importante todos los días, mantenga los neumáticos en perfecto estado de revista. Es básico no despistarse ni ante el desgaste de las gomas, ni ante la presión que tienen las cámaras.

Anticipese a los imprevistos

Si nota que la tormenta le empuja desde la derecha, trate de conducir más cerca del borde exterior de la carretera que del centro. Sin apurar, claro. Si viene de la izquierda, vaya un poco más al centro. De este modo tendrá más tiempo de reacción si es zarandeado cuando lleva un coche en paralelo. En autopista, por ejemplo, no es tan raro que dos coches que circulan a la par se golpeen lateralmente al perder uno de ellos la trayectoria.

Los camiones hacen de pantalla

Igualmente extreme la precaución al pasar camiones o al entrar y salir de túneles. Los transportes de gran tamaño hacen una pantalla en la que no recibirá viento, pero al superarlos le llegará el golpe.

Finalmente, realice las maniobras con la mayor suavidad posible. Un marcha más corta atará mejor sus movimientos, ya que un régimen alto de revoluciones ayuda a mantener la trayectoria del vehículo. Y recuerde que las ventanillas tienen que ir cerradas en todo momento. La aerodinámica del coche no solo está pensada para que corra más y consuma menos. Cuantos menos recovecos y caminos le abramos al paso de aire más sencillo será canalizarlo en nuestro favor. Ah, si su vehículo tiene mucha superficie lateral, las furgonetas, lógicamente, pero sobre todo los todoterreno, que van muy altos sobre la vía, sea muchísimo más precavido.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios